Llodio se sobrepone a sus heridas y vive un renacimiento cultural
Llodio es una de esas cocteleras cuya agitaci¨®n produce unas combinaciones imprevisibles. Pol¨ªticamente, el p¨¦ndulo siempre se ha movido entre el PNV y HB. Econ¨®micamente, ha pasado de la crisis profunda de la d¨¦cada de los 90 a una situaci¨®n de progreso equiparable al resto de Euskadi. Y culturalmente ha evolucionado casi de la nada a un renacimiento que empujan Espido Freire, Gonzalo Ostagain, Kepa Sojo o Tinieblas Gonz¨¢lez.
Pablo Gorostiaga, de Batasuna, el actual alcalde, ha gobernado el puzle social que es Llodio en otras dos ocasiones -los periodos 1979-1983 y 1987-1991-. Sin embargo su lista ha sido ilegalizada y no estar¨¢ en la pr¨®xima corporaci¨®n. El actual lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, fue alcalde de 1983 a 1987. Ahora, en 2003, en todos los centros neur¨¢lgicos de los partidos se hacen porras para adivinar qu¨¦ van a hacer los votantes de Batasuna. ?Se aglutinar¨¢n en torno al voto nulo? El PNV no quiere ni o¨ªr hablar de esa opci¨®n. "Tienen que reflexionar y optar por el voto ¨²til del PNV", subraya un portavoz de la ejecutiva peneuvista de ?lava.
Supervivientes natos, los laudiotarras se ha sobrepuesto no s¨®lo a la gesti¨®n de sus dirigentes, sino tambi¨¦n a la riada del Nervi¨®n de 1983 -el mayor desastre natural de la localidad-, al cierre de Acenor en 1992, que afect¨® a m¨¢s de 3.000 personas, y a los tres atentados, -el ¨²ltimo en 1989, con 150 kilos de explosivo- dirigidos por ETA contra el c¨¦ntrico cuartel de la Guardia Civil. Son acontecimientos del pasado reciente que dejaron profundas heridas.
Aunque sus presupuestos sigan sin aprobarse, Llodio es ahora una ciudad con entidad, m¨¢s pac¨ªfica, con c¨ªrculos culturales productivos y, seg¨²n el cineasta Kepa Sojo, con su propia identidad. "Yo he vivido en Madrid, San Sebasti¨¢n y Valladolid, y, a pesar de todo me siento identificado con Llodio, creo que es un pueblo con mucha identidad. Es el sitio en el que quiero vivir". Sojo comenzar¨¢ a rodar en verano su nueva pel¨ªcula El S¨ªndrome de Svenson y quiere que la escena final se ruede en Llodio, aunque va a depender de que el Gobierno vasco aporte financiaci¨®n.
En cierta manera el gui¨®n de Llodio est¨¢ lleno de personajes de celuloide. All¨ª vivi¨®, hasta que se esfum¨®, el topo que el ex subcomisario Jos¨¦ Amedo, condenado en el caso GAL, ten¨ªa en HB, Jos¨¦ Mar¨ªa Urkijo, Kinito. Captado por el controvertido polic¨ªa, se hart¨® de pasar informaci¨®n para desesperaci¨®n de los radicales.
De Llodio es el lehendakari, en cuyo entorno familiar hay incluso un torero. Iker Javier Lara, pariente lejano de Ibarretxe, tiene 24 a?os, clava banderillas y da pases de pecho con un capote rojigualda.
Tambi¨¦n es de Llodio Jaime Valdivielso, el arrojado compromisario del PP que en el XIV Congreso Nacional, en Madrid, tuvo las agallas de ser el ¨²nico que levant¨® un cart¨®n rojo tama?o A3 con la palabra "NO", a la ponencia de Estatutos, rompiendo la abrumadora marea de s¨ªes del c¨®nclave conservador.
Llodio, que en 1991 estaba, junto a Sestao, a la cabeza de los municipios con m¨¢s paro de todo Euskadi y acumulaba una deuda con los bancos de 1.700 millones de pesetas -sus presupuestos rondaban los 2.000 millones-, se ha sobrepuesto tambi¨¦n a la kale borroka. "Ya no nos quitan ni los carteles", dice el parlamentario del PP Carlos Urquijo.
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