La mano del mendigo
En ese escaparate de la pluralidad que es la colecci¨®n Bassarai de poes¨ªa, una de las estructuras m¨¢s importantes del campo literario en castellano en este pa¨ªs, acaba de aparecer una delicia de libro. El autor, no hay que sorprenderse, es dan¨¦s, Henrik Nordbrandt (?qui¨¦n conoce a Nordbrandt?); el libro: El temblor de la mano en noviembre; el traductor, Francisco Uriz, uno de los m¨¢s seguros traductores de lenguas n¨®rdicas, un seguro ante la traducci¨®n.
Claro que hay que arriesgarse para entrar en un libro de este estilo: libros de sentir que te arrancan lejos, o libros que sientes que quedan lejos. Bueno, as¨ª es la lectura: un juego de riesgos.
El libro es todo un viaje por un paisaje interior. Un total de noventa y un poemas breves, de cuatro versos, para crear el recorrido por un mes inmenso y cruel: noviembre.
Alguien coment¨® que la vida era un juego entre el Cielo y el Infierno, s¨®lo que las dos instancias estaban aqu¨ª, en esta vida. Creo que lo que pretende Henrik Nordbrandt es recrear ese cielo y ese infierno que est¨¢n en esta vida. Su poes¨ªa nace de una contemplaci¨®n orientalista de la vida, en un juego de contrastes.
Prometeo
Ya las dos primeras noticias del libro, es decir, el dibujo de portada y la primera cita de Omar Khayyam representan el sentido de la obra. La imagen representa un Prometeo: alguien que cae y se levanta, una sombra humana que sabe salir de la contradicci¨®n. Y el poema de Omar Khayyam representa a un alfarero que vive su vida cotidiana entre la sabidur¨ªa de un rey y la mano del mendigo. La habilidad de la mano del mendigo, ¨¦sa es la clave de este libro.
En este diario de la vida del mes de noviembre el poeta recrea con fuerza una sensaci¨®n de alegr¨ªa y estallido. Los poemas, tan breves, recrean la concentraci¨®n de los sentimientos, en una b¨²squeda verbal de las relaciones m¨¢s puras, m¨¢s sencillas.
S¨®lo hay una idea, una representaci¨®n intensa, una estructura que recuerda al haik¨² en la b¨²squeda de una sensaci¨®n de claridad total, como esa tienda de campa?a abierta a los cuatro vientos en medio de la llanura.
Pero, de la misma manera que existe esa claridad en la percepci¨®n, existe tambi¨¦n una mirada agria, a veces cruel y dura, sobre la sociedad contempor¨¢nea, sobre San Francisco convertido en una met¨¢fora del retrete deshumanizado. Pero lo cierto es que prefiero los poemas que rozan los aforismos, que trabajan con la paradoja, con ese sentido de la profundidad budista.
El trabajo de Henrik Nordbrandt parece estar escrito con facilidad, pero muestra esa sinceridad que resulta tan dif¨ªcil de conseguir y que es fruto de un trabajo de pulido constante.
Henrik Nordbrandt: El temblor de la mano en noviembre. Editorial Bassarai, Vitoria, 2003, 99 p¨¢ginas, 11,54 euros.
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