Lou Reed publica su autorretrato musical a trav¨¦s de 31 canciones

El pr¨®ximo lunes sale a la venta NYC man (BMG), un doble CD que sintetiza la trayectoria de Lou Reed en 31 canciones, desde algunas de su ¨¦poca con The Velvet Underground a las de The raven, el reciente disco inspirado por Edgar Allan Poe. Su publicaci¨®n coincide con una breve visita a Espa?a del cantante, guitarrista y compositor neoyorquino, que act¨²a en Bilbao (el martes 20 de mayo) y en Salamanca (el mi¨¦rcoles 21).

Exist¨ªan en el mercado diversas antolog¨ªas del trabajo de Lou Reed, pero NYC man tiene las virtudes de llegar hasta el presente, juntar su trabajo en solitario con temas de The Velvet Underground, recoger material de sus diferentes discogr¨¢ficas y contar con la aprobaci¨®n del propio artista. De hecho, Reed enfatiza su participaci¨®n con su habitual acidez: "A la hora de sacar una recopilaci¨®n, la ¨²ltima persona con la que se habla es el artista. Normalmente, conf¨ªan en que haya muerto para que no interrumpa el proyecto. Pero en este caso se pusieron en contacto conmigo para ayudar en la selecci¨®n, la secuencia y la b¨²squeda de la gente adecuada para realizarlo. Estamos muy orgullosos del modo en que funciona este disco".

La implicaci¨®n de Lou Reed es evidente: la selecci¨®n no sigue un orden cronol¨®gico y contiene caprichos suficientes para indignar a sus abundantes seguidores. Como es habitual, aplica t¨¢cticas evasivas: en el libreto, los comentarios que siguen a cada tema se centran en cuestiones de sonido y evitan la exploraci¨®n de sus motivos o esas enojosas indagaciones sobre la relaci¨®n entre la obra y su vida. Ocasionalmente, se le escapa un manifiesto. As¨ª, al hablar de una canci¨®n tan controvertida como Heroine, Lou explica que se reduce a "dos guitarras, un bajo y una bater¨ªa, cualquier grupo puede tocarla. Aunque tengas el cociente intelectual de una tortuga, puedes tocar una canci¨®n de Lou Reed. Con tres acordes basta, yo no quiero aprender nuevos acordes. Si eso le bastaba a John Lee Hooker, tambi¨¦n me basta a m¨ª"; dos l¨ªneas m¨¢s abajo, a?ade que eso no debe tomarse al pie de la letra.

De acuerdo con sus aspiraciones literarias, se sugiere que NYC man es una colecci¨®n de cuentos que adquiere consistencia de novela. Se tratar¨ªa de una novela donde chocan las t¨¦cnicas y las formas: hay grabaciones en directo y en estudio, el rock brutal coexiste al lado de las baladas m¨¢s delicadas, las cr¨®nicas del Nueva York marginal se desplazan a melodramas situados en Berl¨ªn ("nunca hab¨ªa estado en Berl¨ªn cuando escrib¨ª Berl¨ªn, ni hubiera podido permitirme un billete en clase turista").

En realidad, NYC man es una versi¨®n sofisticada de aquellas casetes que uno grababa para una persona especial: una selecci¨®n de canciones que buscan sibilinamente retratar al autor y esbozar un proyecto de relaci¨®n. Trat¨¢ndose de Lou Reed, el autorretrato parece evasivo, tan revelador en sus ausencias como en sus presencias. Y la relaci¨®n debe establecerse en funci¨®n de un pacto de confianza ("soy un creador consistente, a pesar de mis virajes") y un aviso permanente: "No soy el que vosotros cre¨¦is conocer". El bueno, el viejo Lou Reed.