Una eurozona para Irak
Despu¨¦s de los atentados de Riad, ?qui¨¦nes ser¨¢n las pr¨®ximas v¨ªctimas occidentales del terror islamista? Quiz¨¢ sean los polacos responsables de su propia zona de ocupaci¨®n en Irak.
Acabo de pasar una semana en Polonia, y todas las personas con las que he hablado, desde un agricultor sentado en una vieja silla destartalada, entre sus manzanos, hasta el primer ministro en su solemne despacho, ten¨ªan la misma sonrisa incr¨¦dula ante la metamorfosis que ha sufrido la posici¨®n de su pa¨ªs en el mundo. Durante dos siglos, el destino de Polonia consisti¨® en que las potencias imperiales la ocuparan y la dividieran; ahora, de pronto, es ella la que va a ser una potencia colonial y de ocupaci¨®n. Durante 40 a?os, bajo el comunismo, mis amigos polacos hablaban con a?oranza de "Occidente"; ahora podr¨ªan sufrir un atentado suicida porque forman parte de ¨¦l. Los polacos, dirigidos por un presidente y un Gobierno poscomunistas, siguen la advertencia imperial de Rudyard Kipling de "asumir la carga del hombre blanco" con una actitud profundamente ir¨®nica y con preocupaci¨®n, pero tambi¨¦n con decisi¨®n.
A Polonia le ha tocado una parte de Irak que contiene el coraz¨®n del islam chi¨ª, dif¨ªcil tarea porque los extremistas tienen la colaboraci¨®n de iran¨ªes armados
Los polacos desean la ayuda espa?ola, pero la impopularidad de la guerra en Espa?a y las elecciones municipales hacen que tambi¨¦n sea un objetivo dif¨ªcil
Blair va a viajar a Varsovia para apoyar su ingreso en la UE, y deber¨ªa anunciar el env¨ªo de tropas para que sirvan a las ¨®rdenes del mando polaco en Irak
Un dilema moral
Polonia estuvo a punto de quedarse con la zona norte de Irak, que comprende el Kurdist¨¢n. All¨ª habr¨ªan podido encontrarse con una rebeli¨®n kurda por su independencia nacional. Dado que los polacos han pasado gran parte de los dos ¨²ltimos siglos luchando por su propia independencia contra diversas fuerzas de ocupaci¨®n, la situaci¨®n les habr¨ªa planteado un dilema moral. Sin embargo, lo que les ha tocado es la zona que Estados Unidos denomina el "Alto Sur", que contiene parte del coraz¨®n del islam chi¨ª. Los extremistas chi¨ªes, que cuentan con la colaboraci¨®n de gente armada infiltrada desde Ir¨¢n, son la mayor amenaza para la seguridad.
Tanto el primer ministro como el ministro de Exteriores me explicaron que la Polonia poscomunista tiene mucho que ofrecer al Irak posbaazista. Al fin y al cabo, nadie sabe mejor lo que cuesta transformar un Estado y una econom¨ªa dictatoriales en unas entidades libres y democr¨¢ticas. Pero la primera preocupaci¨®n es la seguridad. Les han dicho que necesitan aproximadamente 9.000 soldados para controlar su zona. Hasta ahora, los polacos no se han comprometido a enviar m¨¢s que 1.500, y un soldado polaco no tiene absolutamente ninguna experiencia en este tipo de cosas. Su problema inmediato es que nadie quiere servir a sus ¨®rdenes, aparte de un grupo miscel¨¢neo de europeos centrales y orientales.
La semana pasada sugirieron ingenuamente a Alemania que quiz¨¢ pod¨ªa ayudarles, puesto que ya existe un cuerpo germano-polaco-dan¨¦s que funciona dentro de la OTAN. Los alemanes contestaron con un en¨¦rgico nein! Los diplom¨¢ticos polacos ten¨ªan que haberse dado cuenta de que el Gobierno de Schr?der nunca intervendr¨ªa en la ocupaci¨®n sin un claro mandato previo de la ONU. Y adem¨¢s me da la sensaci¨®n de que, para la mayor¨ªa de los alemanes, la idea de servir a las ¨®rdenes de los polacos y a instancias de Estados Unidos era un trago excesivo. Una cosa es ofrecer una mano generosa y de "reconciliaci¨®n" a los polacos, y otra muy distinta sentir por ellos el suficiente respeto como para estar dispuestos a obedecer sus ¨®rdenes. Ahora, el Gobierno polaco est¨¢ intentando convencer a los espa?oles, pero el orgullo nacional espa?ol y la impopularidad de la guerra de Irak en Espa?a, en un momento en el que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se enfrenta a elecciones regionales y locales, pueden hacer que tambi¨¦n ¨¦sa sea una tarea dif¨ªcil.
Aqu¨ª entra el Reino Unido. Tony Blair va a viajar a Varsovia a finales de mayo para pronunciar un gran discurso. Su principal objetivo ser¨¢ demostrar el inter¨¦s brit¨¢nico por el pa¨ªs y el apoyo a la campa?a del s¨ª en el refer¨¦ndum sobre la pertenencia de Polonia a la UE. (Es un poco m¨¢s f¨¢cil ocuparse de las euroconsultas de otros pa¨ªses que de las propias). Pero deber¨ªa aprovechar la ocasi¨®n para anunciar que el Reino Unido va a enviar tropas para que sirvan a las ¨®rdenes del mando polaco en la zona de ocupaci¨®n del "Alto Sur". Desde el punto de vista log¨ªstico ser¨ªa f¨¢cil, porque las tropas brit¨¢nicas ya est¨¢n en Irak. Desde el punto de vista militar tiene sentido, porque los soldados brit¨¢nicos son infinitamente m¨¢s experimentados en este tipo de operaci¨®n que los polacos, y el caos en la zona polaca tendr¨ªa repercusiones negativas en la zona brit¨¢nica contigua.
Pero lo que representar¨ªa, sobre todo, es un gran gesto pol¨ªtico. Hace a?os, los pilotos militares polacos dieron sus vidas por la defensa de este pa¨ªs en la Batalla de Inglaterra. Lo hicieron bajo las ¨®rdenes del mando brit¨¢nico. Qu¨¦ apropiado resultar¨ªa que ahora fuera el Reino Unido la primera gran potencia europea dispuesta a enviar sus tropas a servir a otro pa¨ªs bajo las ¨®rdenes polacas. Independientemente de que cada uno est¨¦ de acuerdo o no con la actual ocupaci¨®n angloamericana de Irak, espero que vean la justicia po¨¦tica que tendr¨ªa esa situaci¨®n.
Ahora bien, esa posibilidad tiene una peligrosa trampa pol¨ªtica. Porque el Gobierno de Bush no ha asignado una zona de ocupaci¨®n a Polonia por un sentimiento de polacofilia filantr¨®pica, ni s¨®lo para buscar el voto de los estadounidenses de origen polaco. La acci¨®n forma parte de una desagradable estrategia estadounidense de "dividir y dominar" Europa: una mano tendida a lo que Donald Rumsfeld llama la "nueva Europa" y un desprecio hacia la "vieja Europa" de Francia y Alemania. La adulaci¨®n es casi irresistible. ?Qu¨¦ coraz¨®n polaco no se emocionar¨ªa ante un titular reciente en la edici¨®n europea del diairo The Wall Street Journal que dec¨ªa "Polonia adquiere la categor¨ªa de actor mundial"? Al fin y al cabo, incluso a los primeros ministros brit¨¢nicos pueden sub¨ªrseles a la cabeza las ovaciones en pie recibidas en Washington.
Sensatez polaca
En Varsovia me ha impresionado la actitud tan sensata con la que los dirigentes polacos est¨¢n afrontando esta tentaci¨®n. Aunque est¨¢n indignados ante las posturas francesa y alemana, parecen decididos a no ser un pe¨®n -ni siquiera un caballo- en el tablero de ajedrez europeo de Washington. Hace poco despert¨® gran atenci¨®n una cumbre del llamado "Tri¨¢ngulo de Weimar", formado por Polonia, Francia y Alemania, en la que el presidente Aleksander Kwasniewski se entrevist¨® con el presidente Chirac y el canciller Schr?-der en la ciudad de Wroclaw. Pero Polonia puede recibir una gran ayuda, en este ejercicio de equilibrio entre Europa y EE UU, de un pa¨ªs que est¨¢ haciendo exactamente lo mismo: el Reino Unido.
Es decir, Blair no debe hacer a Polonia la oferta de unirse a una alianza angloamericana. Lo tiene que hacer en un contexto europeo. Tal vez podr¨ªa hablar en privado con su amigo Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, quiz¨¢ conseguir que algunas tropas espa?olas pasen de la zona brit¨¢nica a la polaca tras las elecciones espa?olas del 25 de mayo. Podr¨ªa hablar con su amigo Gerhard Schr?der sobre la posibilidad de que los alemanes participen, despu¨¦s de todo, si se produce un mandato de la ONU que les parezca aceptable. Podr¨ªa interceder ante los daneses, que han colaborado estrechamente con los polacos en ese cuerpo germano-polaco-dan¨¦s. Con el tiempo, tanto la zona brit¨¢nica como la polaca deber¨ªan convertirse en eurozonas con tropas de pacificaci¨®n de la OTAN, bajo una autoridad internacional, legal y multilateral como la que a los europeos les gustar¨ªa ver en el mundo. Y, por supuesto, debemos dejar claro que este n¨²cleo fundamental de la cooperaci¨®n europea en materia de seguridad en Oriente Pr¨®ximo est¨¢ completamente abierto a los franceses en cuanto deseen unirse, cosa que deseamos que hagan.
Ah, s¨ª, y otra cosa: Tony Blair tambi¨¦n podr¨ªa hablar un momento con su amigo George W. Bush para asegurarse de que cuando el presidente estadounidense hable en Cracovia, al d¨ªa siguiente de que el primer ministro brit¨¢nico hable en Varsovia, declare que Estados Unidos apoya sin restricciones la integraci¨®n de Polonia en una Uni¨®n Europea s¨®lida. Esa doble jugada, junto con un poco de ayuda espiritual del Papa, deber¨ªa servir para que el Gobierno polaco venza en el refer¨¦ndum sobre Europa. E indirectamente tal vez incluso ayude a Blair a ganar el suyo.
Traducci¨®n de M? Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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