Los empresarios entran en campa?a
Replica el autor a las cr¨ªticas de la patronal alavesa a la pol¨ªtica de vivienda del Ejecutivo vasco, que considera, como m¨ªnimo, de dudosa objetividad.
La presencia de un partido como Ezker Batua al frente de la pol¨ªtica de vivienda del Gobierno vasco es una tentaci¨®n demasiado grande para una asociaci¨®n de empresarios (en este caso el SEA) como para resistirse a no lanzarle un torpedo en plena campa?a electoral, bajo la apariencia de una reflexi¨®n t¨¦cnica. No es otra cosa el art¨ªculo firmado por Jos¨¦ Manuel Farto y publicado en este diario el pasado d¨ªa 13.
Las palabras del SEA, m¨¢s que preocuparnos, nos halagan. Viniendo de donde vienen, nos ratifican en que la apuesta que estamos realizando en materia de vivienda desde el Gobierno vasco es la m¨¢s acertada. No obstante, debo recordar al SEA que Ezker Batua lleva la responsabilidad de la pol¨ªtica de vivienda en Euskadi desde el mes de septiembre de 2001, hace poco m¨¢s de a?o y medio. Querer atribuir a este grupo, as¨ª, sin m¨¢s, la responsabilidad del enorme problema de vivienda que tenemos en Euskadi es, cuando menos, un ejercicio de dudosa objetividad.
No es casual que 2002 haya sido el a?o con la producci¨®n de VPO m¨¢s alta de Euskadi
En Etxebide est¨¢n inscritas 85.000 personas, un 80% con ingresos inferiores a 21.000 euros
Si hoy a tantos miles de j¨®venes les es imposible acceder a una vivienda a precios asequibles, es consecuencia principalmente de dos factores: la falta de previsi¨®n (siendo condescendientes) de las administraciones p¨²blicas en los ¨²ltimos a?os, que no han sabido ver la deriva demogr¨¢fica de la sociedad y la urgencia por disponer de un gran n¨²mero de viviendas para atender a las generaciones que se iban incorporando en el mercado de vivienda, y la voracidad de los propietarios del suelo y de algunos promotores. Porque alguna responsabilidad les corresponder¨¢ a estos dos colectivos; ?o es que un empresario o un propietario de suelo s¨®lo por el hecho de serlo ya est¨¢ eximido de mantener unos m¨ªnimos principios ¨¦ticos? ?Cu¨¢ntos propietarios de suelo, y tambi¨¦n promotores-propietarios, no han tenido ning¨²n escr¨²pulo en retener sin edificar sus suelos a la espera de que la demanda de vivienda creciera y creciera y el adquirente tuviera que pagar cada vez m¨¢s por esos suelos? ?Cu¨¢ntos promotores se han aprovechado de la desproporci¨®n entre la demanda y la oferta para cobrar sobreprecios y cantidades en dinero negro tanto en las viviendas libres como, incluso, en las de protecci¨®n oficial? ?A qu¨¦ se debe que, en un momento de ralentizaci¨®n econ¨®mica, las empresas constructoras hayan sido en 2002, como continuaci¨®n de al menos el periodo 1999-2001, las que hayan obtenido beneficios m¨¢s elevados-desorbitados? ?Acaso la sociedad vasca tiene que aplaudir esas actuaciones tan desinteresadas?
En esto del problema de la vivienda deber¨ªamos ser bastante m¨¢s humildes y reconocer que alguna responsabilidad nos ata?e a todos, probablemente sin excepci¨®n. Y en lo relativo a Ezker Batua, al menos se nos deber¨ªa reconocer el valor de gestionar la cartera de Vivienda precisamente en el momento m¨¢s dif¨ªcil de esta competencia en la historia de Euskadi.
Pues bien. Ustedes, los empresarios alaveses, ven el problema de la vivienda como una cuesti¨®n meramente econ¨®mica. Por eso hablan de hiperliberalizaci¨®n del mercado. Como si la historia no nos hubiera ense?ado cu¨¢les son los resultados de planteamientos liberalizadores, tanto en Euskadi como en el conjunto del Estado. Porque, no me dir¨¢ el se?or Farto que en Euskadi ha funcionado en los ¨²ltimos a?os un sistema regulado. ?C¨®mo es posible, en ese caso, que m¨¢s del 75% de la construcci¨®n de vivienda haya sido a precio libre?
Se quejan ustedes de las reservas de suelo para VPO y les atribuyen todos los males del mundo, pero, ?acaso esas reservas han funcionado de verdad? La respuesta es no. Ustedes, los promotores, han construido las parcelas de precio libre y han dejado sin desarrollo las correspondientes a VPO. Han hecho todo lo posible para que los suelos fueran calificados sin obligaci¨®n de incorporar esas reservas. Por no hablar del Estado. Desde 1998, el PP nos impuso un plan liberalizador del suelo. ?C¨®mo se explica entonces que en Madrid o en Catalu?a, sin reservas de suelo para VPO y con un esquema liberalizador a ultranza, se hayan incrementado los precios de la vivienda en un 25% y en un 35%, respectivamente, en 2002, a pesar de que el volumen total de vivienda por mil habitantes que se ha construido en esas comunidades ha sido sensiblemente superior al de Euskadi? Adem¨¢s, no es del todo cierto que las personas que compran en el mercado libre financien a las que acceden a VPO. Las desgravaciones fiscales por compra de vivienda libre superan con creces (1,5 veces) el presupuesto del Departamento de Vivienda.
Nuestro an¨¢lisis, por contra, parte de la necesidad concreta de las personas, especialmente j¨®venes, que no pueden comprar una vivienda y desarrollar sus proyectos de vida. Y sabemos que son muchas. Porque en el Servicio Etxebide est¨¢n inscritas 85.000 personas y un 80% de las mismas tienen ingresos anuales inferiores a 21.000 euros. Es decir, les es imposible acceder a una vivienda en el mercado libre. No obstante, muchas de ellas se ven obligadas a buscar mil f¨®rmulas (apoyos familiares, pr¨¦stamos que les limitan para el resto de sus d¨ªas, etc¨¦tera) para llegar a pagar un precio desorbitado. ?ste es el lado de la demanda: miles de personas que no pueden esperar. Sin embargo, por el lado de la oferta (que es la oferta de suelo, porque el mercado suelo-vivienda es inseparable) lo que nos encontramos es un n¨²mero reducido de propietarios que en la mayor parte de los casos puede esperar. O sea, puede especular.
Ante este enorme desequilibrio entre oferta y demanda, y ante la obligaci¨®n de garantizar el derecho a la vivienda -porque, pese a quien pese, es un derecho-, ?qu¨¦ podemos hacer las administraciones p¨²blicas? A nosotros se nos ocurren dos v¨ªas: liberalizar, como ustedes dicen, y subvencionar la diferencia entre el precio de la vivienda libre y la capacidad adquisitiva de la demanda, o construir mucha vivienda a precios asequibles, es decir, vivienda de protecci¨®n oficial. Nosotros nos decantamos b¨¢sicamente por la segunda opci¨®n. Y para lograr que funcione, necesitamos dos cosas: localizar grandes cantidades de suelo para VPO (ah¨ª est¨¢ el anteproyecto de ley del Suelo que hemos presentado) y construir encima gran cantidad de viviendas protegidas, teniendo en cuenta que en muchos ¨¢mbitos de Euskadi estamos consumiendo los ¨²ltimos suelos edificables.
Habla el SEA de colaboraci¨®n p¨²blico-privada. Pues bien. ?sa es tambi¨¦n nuestra opci¨®n. Somos conscientes (lo fuimos desde el minuto uno de nuestra incorporaci¨®n al Gobierno) de que s¨®lo las administraciones p¨²blicas no podemos dar respuesta al problema de la vivienda en Euskadi. Por eso hemos buscado desde el principio la complementariedad con la iniciativa privada. Y las asociaciones de promotores y constructores de Vizcaya y Guip¨²zcoa as¨ª lo han entendido, y por eso est¨¢n sentadas con el departamento en una mesa de negociaci¨®n de la que la asociaci¨®n alavesa, UNECA, parece querer apearse.
A estos efectos, creo que no es casual que el a?o 2002 haya sido el a?o con la producci¨®n de VPO m¨¢s alta de la historia de Euskadi. M¨¢s de 5.000 viviendas, de las cuales 2.000 han sido promovidas desde el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales, batiendo un record hist¨®rico, y 3.000 por la iniciativa privada (en algunos casos aliada con ayuntamientos). Pero queremos ir a m¨¢s. Quisi¨¦ramos que, entre todos, lleguemos a construir 15.000 VPO al a?o en los pr¨®ximos cuatro a?os. Si lo conseguimos, nos olvidaremos de esos sorteos que a ninguno nos entusiasman. Porque no vivimos en una sociedad sana en la que las personas acceden a la propiedad a trav¨¦s del salario, ya que mucha gente trabaja por infrasueldos, en un mercado perverso caracterizado por la precariedad laboral (flexibilidad, lo llaman algunos). Los sorteos son, as¨ª, hoy por hoy, el ¨²nico sistema de adjudicar viviendas entre una poblaci¨®n demandante tan amplia.
?se es nuestro camino y estamos seguros que tambi¨¦n el del empresariado productivo. Aquel que, l¨®gicamente, necesita ganar dinero para sostener sus empresas y los puestos de trabajo, pero que a la vez quiere ofrecer a la sociedad el producto que ¨¦sta necesita en el momento en que lo necesita. Aunque el secretario general del SEA, se?or Farto, no lo crea, estamos en el mismo barco. Tanto el empresariado como el Gobierno (en representaci¨®n de la sociedad) coincidimos en este momento en que es necesario construir un gran n¨²mero de viviendas en Euskadi. Desde la responsabilidad que tenemos nosotros, s¨®lo les requerimos que esas viviendas sean de precio asequible. Les instamos a que cambien el chip: vivienda protegida, que les da una estabilidad empresarial con una rentabilidad suficiente. Por nuestra parte, estamos trabajando con el fin de que el producto VPO sea tambi¨¦n interesante para las empresas. Eso s¨ª. Respetando escrupulosamente las normas y sin dar ni un resquicio al fraude. ?ste es el camino que debemos recorrer juntos.
Jos¨¦ Javier De¨¢n es viceconsejero de Vivienda del Gobierno vasco.
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