Los suicidas eligieron locales donde se beb¨ªa alcohol
Cinco d¨ªas despu¨¦s de los atentados, los primeros datos de la investigaci¨®n apuntan a que el prop¨®sito de los terroristas no era golpear intereses occidentales, ni siquiera espa?oles, sino que buscaron destruir locales en los que, seg¨²n sus autores, imperaba el vicio. Cuatro de las cinco explosiones estuvieron dirigidas contra hoteles, como el Farah, o restaurantes y centros sociales, como Le Positano, la Casa de Espa?a y la Alianza israelita, en los que se consum¨ªa alcohol. En el centro espa?ol se jugaba al bingo, una actividad prohibida en el pa¨ªs y que los islamistas aborrecen.
El diario socialista Lib¨¦ration aseguraba ayer que predicadores isl¨¢micos, no acreditados por el Ministerio del Culto, denunciaron esos locales como "imp¨ªos" y alentaron su destrucci¨®n. Pocos son los restaurantes en Marruecos, si se except¨²an los de los grandes hoteles, en los que se consumen bebidas alcoh¨®licas que, seg¨²n le ley marroqu¨ª, los musulmanes no pueden adquirir.
El objetivo del quinto atentado fue el cementerio jud¨ªo de Mehara, en el barrio antiguo, pero el kamikaze se vol¨® -matando de paso a otros tres j¨®venes-, a varios cientos de metros de su puerta cerrada desde hace a?os. Pudo haberse perdido pero es posible que no fuese su objetivo.
Junto a este, los terroristas cometieron al menos otros dos errores que ponen de relieve una cierta improvisaci¨®n pero que redujeron el n¨²mero de v¨ªctimas. Se inmolaron junto a la Alianza israelita un viernes por la noche, en pleno Shabat, cuando el restaurante se encontraba vac¨ªo. Uno de los que pretend¨ªa volar el hotel Farah no logr¨® accionar la carga explosiva y fue detenido en su huida. La falta de preparaci¨®n de los m¨¢rtires y el car¨¢cter marroqu¨ª de los atentados -los 14 terroristas son del mismo barrio en los arrabales de Casablanca- no merman el peligro que suponen. Al contrario, ponen de relieve que "la violencia echa ra¨ªces en las puertas de los palacios reales", tal y como dec¨ªa un diplom¨¢tico, aunque Al Qaeda pueda despu¨¦s brindar formaci¨®n y apoyo a los candidatos al suicidio.
La investigaci¨®n "confirma nuestras presunciones sobre el v¨ªnculo con el terrorismo internacional", reiter¨® ayer el ministro del Interior de Marruecos, Mustaf¨¢ Sahel, en una alusi¨®n a la organizaci¨®n de Osama Bin Laden. Los interrogatorios de los dos kamikazes que salvaron la vida apuntan a este nexo aunque no est¨¢ re?ido con la autor¨ªa marroqu¨ª de los atentados.
El titular de Justicia, Mohamed Buzubaa, dej¨® caer que detr¨¢s de las explosiones estaba un grup¨²sculo llamado la V¨ªa Justa. Esta secta salafista empez¨® sus haza?as hace 16 meses lapidando en la barriada de Sidi Mumen a un borracho. En su empe?o por purificar Marruecos no tendr¨ªa, por tanto, nada de extra?o que se hubiese ensa?ado con restaurantes en los que se consum¨ªa alcohol en lugar de atacar McDonalds.
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