Homenaje a Ibarrola
He le¨ªdo con inter¨¦s la columna titulada Ibarrola, que firma Patxo Unzueta. Soy amigo de Agust¨ªn y de su familia, lo admiro como artista, y sabe que tiene mi m¨¢s absoluta solidaridad.
He visitado con frecuencia el bosque de Oma, en Kortezubi, cuyos trabajos de restauraci¨®n, tras a?os de completo olvido y abandono, fueron financiados, a iniciativa m¨ªa, por la Universidad del Pa¨ªs Vasco, de la que entonces era rector. Creo que as¨ª contribuimos entre todos a recuperar una obra de arte deteriorada, abandonada por los responsables pol¨ªticos y que, evidentemente, no gusta demasiado a algunos b¨¢rbaros.
Puedo entender que haya gente a quien no le guste el arte de Ibarrola. Puedo entender que se discrepe de muchas de su ideas pol¨ªticas, yo tambi¨¦n lo hago.
Lo que me resulta m¨¢s dif¨ªcil de entender es que se le quiera hacer un homenaje como persona y artista y que el n¨²cleo del homenaje se articule en torno a un ataque al nacionalismo, es decir, en torno a un ataque tambi¨¦n a personas que, como yo, lo hemos defendido de palabra y de obra.
Pensaba que el arte, como otras cosas, deb¨ªa estar un poco por encima de las miserias pol¨ªticas, pero veo que estaba equivocado.
Resulta extra?o, la verdad, observar que algunos de quienes no han alzado su voz en contra de esa extra?a alianza llevada a cabo entre el presidente de su partido y el amigo americano para machacar a Irak al margen de cualquier legalidad organicen ahora actos de solidaridad con Agust¨ªn y aprovechen la ocasi¨®n para darnos lecciones de democracia.
?Qu¨¦ hemos hecho, qu¨¦ estamos haciendo entre todos, para que nadie -me consta que no soy el ¨²nico- se vea obligado a elegir entre asistir a un acto en el que se va a sentir insultado o quedarse en casa con las ganas?
?Es que ya no se puede organizar siquiera un homenaje que tenga como fin ensalzar a un artista y denunciar las amenazas que pesan sobre ¨¦l, sin insultar de paso a quienes compartimos esos fines, al menos ¨¦sos, desde otra orilla (y lamento elegir este t¨¦rmino) ideol¨®gica?
?Basta ya!, por favor, ?basta ya!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.