El artista Alfredo Jaar explora en una instalaci¨®n los l¨ªmites entre imagen y poder
Presenta en Madrid la segunda versi¨®n de su proyecto 'Lamento de las im¨¢genes'
El artista chileno Alfredo Jaar (1956), residente en Nueva York desde hace 22 a?os, investiga en su ¨²ltimo proyecto, Lamento de las im¨¢genes, lo que considera una gran paradoja contempor¨¢nea: el bombardeo continuo, intensivo y sin previo aviso de im¨¢genes provoca que el ser humano pierde la capacidad de reaccionar y de ser afectado por las mismas im¨¢genes. Mandela, Bill Gates y la guerra de Afganist¨¢n forman parte de los argumentos de la instalaci¨®n arquitect¨®nica o escult¨®rica que esta tarde presenta en la galer¨ªa Oliva Arauna, de Madrid (Claudio Coello, 19).
Alfredo Jaar -ayer coment¨® su trabajo en el C¨ªrculo de Bellas Artes, presentado por la galerista Oliva Arauna- presenta su trabajo Lamento de las im¨¢genes como un escrito filos¨®fico de la actual crisis de representaci¨®n, como una meditaci¨®n po¨¦tica de lo que se ha visto y lo que no, como una b¨²squeda de luz en la oscuridad, como el aumento de nuestra ceguera. Una primera versi¨®n del proyecto, que tendr¨¢ cinco o seis partes, se present¨® el a?o pasado en la Documenta XI de Kassel, con tres textos hechos de luz sobre Nelson Mandela, Bill Gates y Afganist¨¢n. El visitante atraviesa un pasillo y llega a una sala donde son cegados por una pantalla cinematogr¨¢fica.
La segunda versi¨®n que presenta hoy en Madrid es una maquinaria de metal con dos mesas de luz que suben y bajan cada seis minutos. El espectador entra en un espacio oscuro con un rayo de luz entre las dos mesas. La mesa de arriba asciende y todo se ilumina con una luz solar, sin im¨¢genes.
El artista cuenta que ha llegado a este proyecto, en l¨ªnea con sus ¨²ltimos trabajos sobre los l¨ªmites de las im¨¢genes y su control por el poder, al reunir tres experiencias diferentes. Durante una visita en 1995 a la isla de Robben, en Sur¨¢frica, donde estuvo prisionero Nelson Mandela durante 28 a?os, visit¨® la cantera donde sacaban la cal para las carreteras. Los trabajos forzados afectaron al sistema respiratorio y de visi¨®n de los prisioneros. "Cuando fue liberado, Mandela no pudo llorar de emoci¨®n por el trabajo continuo que le cegaba". "Era una met¨¢fora de la sociedad actual", dice Jaar, "que pierde la capacidad de emoci¨®n al estar sometida a un r¨¦gimen forzado de im¨¢genes".
El artista conserva el material y dos a?os despu¨¦s se produce la compra por Bill Gates de 70 millones de fotograf¨ªas de varios archivos, hasta convertirse en "el due?o de la iconograf¨ªa del siglo XX". Para conservar las im¨¢genes, busca un b¨²nker en una mina de piedra caliza. El tercer argumento es la compra por parte del Pent¨¢gono, un d¨ªa antes de atacar Afganist¨¢n, de todas las im¨¢genes por sat¨¦lite que hay en el mercado sobre este pa¨ªs y los pr¨®ximos, lo que provoca una falta de im¨¢genes en los medios.
"En Lamento de las im¨¢genes quer¨ªa concentrar la ceguera de la sociedad actual y la necesidad que tenemos de que se haga la luz sobre estos temas. Trabajo con la mesa de luz, la de los fot¨®grafos, en un espacio de una oscuridad metaf¨®rica en la que vivimos. Una gran luz donde han desaparecido las im¨¢genes, con un aspecto cl¨ªnico, de tumba, de quir¨®fano. La pieza sugiere que hay que mirar al mundo, volver al original y no a las representaciones".
Babelia
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