De viaje por el Mediterr¨¢neo
El grupo valenciano Seguridad Social abre una nueva etapa de su carrera con su trabajo 'Otros mares'
La publicaci¨®n a principios del pasado a?o de Grandes ¨¦xitos. Gracias por las molestias, el ¨¢lbum con el que el vocalista Jos¨¦ Manuel Casa? quer¨ªa celebrar sus 20 a?os de carrera al frente de Seguridad Social, hizo saltar la alarma. El recopilatorio llegaba precedido por el lanzamiento de sendos trabajos (Camino vertical en 1999 y, un a?o despu¨¦s, el tributo al rockero Bruno Lomas Va por ti) que no tuvieron la repercusi¨®n comercial deseada y pronto comenzaron a escucharse voces desconfiadas que achacaban tales tropiezos a un probable agotamiento creativo del valenciano y que, a¨²n m¨¢s, incluso llegaron a anunciar la inminente disoluci¨®n de la banda. El rumor, por fortuna para los seguidores de Seguridad Social, no prosper¨® y el temido punto y final no fue, en palabras de Casa?, m¨¢s que una especie de "borr¨®n y cuenta nueva, el final de una etapa que ya se hab¨ªa completado".
Lo cierto es que, a lo largo de todo este tiempo, el grupo no ha dejado pr¨¢cticamente de girar por todo el pa¨ªs y que cuando, a finales de 2002, los m¨²sicos entraron en el estudio de grabaci¨®n, lo hicieron con m¨¢s de una treintena de piezas nuevas en la rec¨¢mara. ?Sequ¨ªa creativa? ?P¨¦rdida de la inspiraci¨®n? No parecen estos los s¨ªntomas, vaya. Muy al contrario, el cantante y compositor parece vivir una exultante segunda (o tercera) juventud o, en sus propias palabras, un "momento creativo brutal" que le ha llevado a firmar un ¨¢lbum de t¨ªtulo esclarecedor, Otros mares, y que supone un viraje hacia ciertos territorios todav¨ªa no explorados por la banda. Nuevas sonoridades que, tras sus notables y celebradas incursiones en el rock latino, apuntan ahora hacia el Mediterr¨¢neo.
"El disco Org¨¤nic de Miquel Gil fue la clave, una aut¨¦ntica revelaci¨®n. Me abri¨® los ojos y me indic¨® el camino a seguir", explica Casa?. Comenzaba, as¨ª, un periplo virtual por las aguas de un mar infinito a la b¨²squeda de eternas melod¨ªas y ritmos con los que seguir alimentando convenientemente la inspiraci¨®n. "El t¨ªtulo del ¨¢lbum, Otros mares, no es casual. Evoca un cambio de rumbo, un viaje sin fin. El Mediterr¨¢neo me ha dado alas. Veo tantas posibilidades de aprender e investigar en esa direcci¨®n que me siento tremendamente creativo e inspirado. De hecho, estoy deseando poder conocer a fondo Turqu¨ªa, Italia, Grecia... Ir all¨ª para empaparme de su m¨²sica y de su cultura. Aprender de la tradici¨®n, pero tambi¨¦n descubrir lo que est¨¢n haciendo ahora mismo los grupos de rock del Mediterr¨¢neo", explica. "Curiosamente, Xevi L¨®pez [de l'Ham de Foc], un enamorado y gran conocedor de esos pa¨ªses, me dec¨ªa que muchos grupos de rock de all¨ª suenan parecidos a como lo hacen algunas de las canciones de Otros mares; por ejemplo, Calavera o Pa' que quiero yo tus besos. Cosas como ¨¦sta me indican que voy por el camino correcto".
Un trayecto, por cierto, que podr¨ªa arrancar en unos versos de Serrat o, quiz¨¢, mejor a¨²n, en el recuerdo todav¨ªa no muy lejano de aquel luminoso rock con ra¨ªces elaborado aqu¨ª mismo por Julio Bustamante, Remigi Palmero o Pep Laguarda. "Creo que todos esos artistas son un precedente serio de lo que yo quiero hacer. M¨²sicos de los que tenemos mucho que aprender. No obstante, Otros mares es algo m¨¢s nuevo. O, dicho de otro modo, es aquello tras haber pasado por la experiencia del punk. No hay que olvidar que Seguridad Social es un grupo de rock, con sus propias se?as de identidad, y de lo que se trata no es de romper completamente con el pasado, sino de a?adir matices a nuestro sonido, a nuestro rock", comenta Casa?.
Para ello, el vocalista ha contado con la complicidad de algunos de sus instrumentistas de confianza (el guitarrista Ar¨ªstides Abreu, el bajista Javier Vela o el percusionista Luis Dulzaides) y de una abultada lista de colaboradores (entre ellos, Miquel Gil y Xevi L¨®pez, o la cantaora Isabel Julve) que han contribuido a colorear con m¨²ltiples tonalidades y brillos una decena de piezas que apuestan por una suerte de globalizaci¨®n musical, y que, seg¨²n Casa?, tienen en Esto no es otra canci¨®n de amor desesperado su particular estandarte. "Este tema es el tope hasta el que en estos momentos de mi carrera puedo llegar. Dentro de un tiempo, probablemente, cuando haya aprendido m¨¢s cosas, seguro que soy capaz de mejorarlo, pero por ahora... Esto es lo m¨¢ximo que puedo ofrecer", reconoce. Puede quedarse tranquilo. No es poco lo que ha conseguido en Otros mares tras superar un bache que le ha permitido renovar su discurso.
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