La fortuna de Aitor

Giancarlo Ferretti estaba triste, desilusionado y perplejo. "No sab¨ªa qu¨¦ pensar de Aitor Gonz¨¢lez", dice el director del Fassa Bortolo; "pens¨¦ que me hab¨ªa equivocado al ficharlo. Pens¨¦ que hab¨ªa fichado a un campe¨®n y me encontr¨¦ al comienzo del Giro con un ciclista que no hab¨ªa llegado en una condici¨®n decente para ser protagonista".

Ferretti cre¨ªa que hab¨ªa fichado a un ciclista espa?ol, con lo que eso significa en las carreras por etapas. Y se encontr¨® con un "mexicano". "Me recordaba a esos mexicanos de las pel¨ªculas, que se pasan el d¨ªa sentados a la sombra, dormitando, sin hacer nada", dice Ferretti, en conversaci¨®n telef¨®nica; "quer¨ªa hacer un Giro bueno con ¨¦l y ¨¦l lo sab¨ªa. Por lo menos, ha sido honesto y claro con el equipo y no ha hecho trabajar a nadie para ¨¦l".

Estaba tan preocupado y enfadado el viejo Ferretti, un hist¨®rico director, de 62 a?os, que ya fue gregario del gran Felice Gimondi en sus tiempos del Salvarani, que un d¨ªa se sent¨® a hablar, serio y tranquilo, con ¨¦l. "Tienes que entrenarte y vivir una vida de deportista", le dijo; "hasta ahora s¨®lo has ganado la Vuelta a Espa?a y no puedes conformarte con eso".

Aitor, un joven inteligente, capt¨® el mensaje a la primera. Puso su calidad y su clase al servicio de una mejor causa y decidi¨® volcarse en lo que quedaba de Giro. Ya que no pod¨ªa conquistar la maglia rosa, intentar¨ªa alg¨²n triunfo parcial. No fue posible en las etapas de monta?a, en las que la diferencia entre los mejores escaladores (Simoni, Garzelli) y el resto es insalvable. En ese terreno mostr¨®, sin embargo, una apreciable mejor¨ªa los d¨ªas del Zoncolan y el Alpe di Pampeago. Pero donde pod¨ªa ganar, como ¨¦l bien sab¨ªa, es en su terreno favorito, donde ayer gan¨®, en la contrarreloj larga del Tirol, 42,5 kil¨®metros entre Merano y Bolzano.

Mientras Simoni y Garzelli entablaban su en¨¦simo duelo en la cabeza de la general -Simoni sigui¨® en plan hormiga, como todo el Giro, acrecentando su ventaja segundo a segundo: ayer sum¨® 39s m¨¢s y ya le aventaja en 1m 58s-, Aitor, fuerte y estilista, aunque no tan exagerado como en la Vuelta, se desembarazaba de la escasa oposici¨®n con que se encontr¨®: el fornido sueco Magnus Backstedt, un corredor de 90 kilos que sali¨® embalado en la primera parte de la contrarreloj, que era cuesta abajo, y el especialista ucranio Sergu¨¦i Gonchar, un habitual desde hace bastantes a?os en las primeras posiciones en el Giro.

"S¨¦ que se esperaba mucho de m¨ª en este Giro. No estuve bien en el comienzo y no s¨¦ por qu¨¦, tal vez por falta de preparaci¨®n", dijo Aitor; "la lecci¨®n de este Giro es que hay que venir al ciento por ciento".

"Ha sido una bella victoria", dice Ferretti; "me disipa unas cuantas dudas. Creo que en Aitor hay un ciclista. Y espero que repita victoria en la contrarreloj de Mil¨¢n".

Ferretti anunci¨® el s¨¢bado que Aitor ser¨¢ el l¨ªder ¨²nico del Fassa Bortolo en el Tour. "Ivan Basso, que es todo lo contrario que Aitor, porque se entrena en exceso, ir¨¢ a la sombra suya. Lo siento por la Vuelta, porque me gusta m¨¢s Espa?a que Francia, pero el patr¨®n del equipo lo ha decidido as¨ª", explica Ferretti; "y, adem¨¢s, es una forma de controlar a Aitor. La Vuelta es en septiembre y no sabemos c¨®mo llegar¨ªa. En cambio, el Tour le llega perfecto. Tiene el tiempo necesario para recuperarse del Giro y llegar a punto".