Unas 'primarias' sin resultado claro

Las elecciones del domingo dilucidaban s¨®lo el signo de los gobiernos municipales, pero el Partit dels Socialistes (PSC) les hab¨ªa dado tambi¨¦n la impronta de primarias. No en el sentido estricto, como se apresur¨® a subrayar Pasqual Maragall con los resultados sobre la mesa, pero s¨ª como indicador de que el cambio en Catalu?a es "imparable", en opini¨®n de los socialistas. Sean primarias o s¨®lo las primeras, los resultados han dejado m¨¢s dudas que certezas ante las auton¨®micas de oto?o.

Los comicios fueron los primeros de un ciclo que, seg¨²n el dise?o de Maragall, puede dar un vuelco pol¨ªtico en Catalu?a y en Espa?a. As¨ª, los comicios del domingo deb¨ªan impulsar las expectativas de Maragall, y la eventual victoria de ¨¦ste en oto?o deb¨ªa servir asimismo como trampol¨ªn de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero para llegar a La Moncloa.

?ste era el dise?o del PSC. Los resultados, no obstante, han dibujado un escenario bastante m¨¢s complejo: si las tendencias que se expresaron el domingo se repitiesen en las auton¨®micas de oto?o, la victoria del PSC distar¨ªa mucho de estar asegurada y la mayor¨ªa de gobierno quedar¨ªa a merced de Esquerra Republicana (ERC).

Analistas y polit¨®logos coinciden en que los resultados de unas municipales no pueden trasladarse nunca mec¨¢nicamente a otros comicios, pero las elecciones han marcado l¨ªneas distintas a las de 1999: hace cuatro a?os la subida espectacular del PSC, los apuros de Iniciativa y Esquerra Republicana -ambos lucharon contra sus respectivas escisiones, Esquerra Unida i Alternativa y el Partit per la Independ¨¨ncia, respectivamente- y el severo retroceso de CiU y el PP supon¨ªan un pr¨®logo ideal para Maragall con vistas a las auton¨®micas.

Sobre el papel, el PSC parte ahora en peores condiciones que en 1999. En las comarcas de Barcelona, su gran feudo, el PSC ha perdido cerca de cinco puntos con respecto a las anteriores municipales. En un ejercicio de laboratorio, una ca¨ªda similar en las elecciones auton¨®micas podr¨ªa tener para los socialistas un coste de hasta cinco diputados. CiU perdi¨® el domingo el 1,7% en esta circunscripci¨®n, lo que acarrear¨ªa un coste de dos diputados si sufriera un retroceso equivalente en las auton¨®micas.

La ley de Hondt -el sistema utilizado para repartir los esca?os- privilegia a los partidos mayoritarios cuando las circunscripciones son grandes: cada esca?o les cuesta menos votos que a las formaciones minoritarias. Esta regla tiene, por tanto, su l¨®gico reverso: a los grandes tambi¨¦n les cuesta menos perder esca?os.

En Tarragona, Girona y Lleida el PSC tambi¨¦n parte de un pelda?o inferior con respecto a 1999. En aquella ocasi¨®n se present¨® en coalici¨®n con Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) en las tres circunscripciones y contabiliz¨® como propios el total de votos reunidos. Ahora, en cambio, la situaci¨®n es muy distinta: ambos partidos competir¨¢n electoralmente en todas las circunscripciones y las posibilidades de que los votos de ICV se conviertan en esca?o no est¨¢n tan claras, pese a su tendencia al alza.

Subida de ERC

En estas tres circunscripciones los esca?os en liza son muchos menos que en Barcelona, con lo que el retroceso de CiU, combinado con la rivalidad entre el PSC e ICV, hace muy dif¨ªcil modificar el mapa pol¨ªtico surgido de las elecciones de 1999.

Si se mantuviese la tendencia del pasado domingo, CiU perder¨ªa a lo sumo un esca?o en Girona, y el PP, tambi¨¦n uno en Tarragona. En ambos casos pasar¨ªan a manos de ERC, que tambi¨¦n podr¨ªa ganar un esca?o en Lleida y hasta cuatro en Barcelona. El crecimiento de Iniciativa en el Parlament es m¨¢s complicado: hoy tiene cinco diputados, pero dos de ellos los gan¨® gracias al pacto preelectoral con el PSC en Girona y Tarragona. Si doblara los votos en las comarcas de Barcelona -su ¨²nica plaza segura-, se quedar¨ªa con seis diputados.