El 'har¨¦n' del diputado mexicano Guti¨¦rrez

La Celestina de Cuauht¨¦moc Guti¨¦rrez de la Torre examin¨® a una de las aspirantes a secretaria del legislador del PRI y le aconsej¨® m¨¢s descoque. "Como trabajamos con el diputado, ¨¦l tiene que verte para saber si se siente a gusto contigo. ?Ah, mi reina, v¨ªstete m¨¢s chenchualona!, que te vea sexy!". El parlamentario del Distrito Federal (DF), en un edificante episodio que acrecienta la buena imagen de los pol¨ªticos, contrat¨® a 20 chicas con dos opciones: integrar su har¨¦n o el despido.

Su se?or¨ªa utiliza la infraestructura del Movimiento Territorial del partido en la ciudad de M¨¦xico y el elenco femenino debe acompa?arle a la Asamblea Legislativa y a cenas particulares. Las recluta una agencia de modelos y tienen entre 18 y 29 a?os. El n¨²mero de tel¨¦fono de contacto corresponde a las oficinas del Movimiento Territorial del opositor PRI, del que el rijoso es secretario general. Lo atienden dos de sus colaboradores, uno candidato a la Asamblea Legislativa del DF.

El expediente de Guti¨¦rrez de la Torre, grandote, de poco m¨¢s de 40 a?os, incluye la c¨¢rcel en el a?o 1999 por despojo agravado. Tampoco hay que exagerar, la pr¨¢ctica es frecuente, dijo al diario. "Las edecanes no nada m¨¢s son para el caf¨¦. Son para distribuir propaganda, panfletos... es de mujeres y hombres y no es un trabajo ilegal". Josefina Esperanza Delgadillo selecciona a las pretendientes en un casting de pasarela, minifalda y blusa corta. El cr¨¢pula, despu¨¦s echa el vistazo. Sobra la relaci¨®n contractual. "Somos del PRI, somos gente de confianza". El sueldo base es de 800 d¨®lares, que puede alcanzar los 14.000 si se esmeran. El diario lo fotografi¨® en un bar besando en la boca a una de las elegidas, transmiti¨¦ndole sus "nuevo proyectos". Una vez por semana, alguna debe quedar de guardia nocturna: agua, caf¨¦ o lo que se le ofrezca. Cada quince minutos deben entrar en su despacho. Una joven espantada relat¨® que el s¨¢tiro insinu¨® primero sus apetitos y despu¨¦s entr¨® a saco. "Ay, no te hagas de rogar. ?No te quieres ganar 4.000 pesos (400 d¨®lares) extras". El rechazo apareja el despido. "Si no quieres ir, no te obligan; pero al d¨ªa siguiente te corren (te despiden) y ya no te pagan", declar¨® una de las incautas.