El Alfil estrena una obra en la que el pene es protagonista

Esto se ve¨ªa venir. Desde hace un par de temporadas, los escenarios que siempre han recogido cuestiones de honor, celos, pasiones, tragedias, ternuras o disparates han empezado a ser tomados, primero t¨ªmidamente y luego no tanto, por ¨®rganos genitales, masculinos y femeninos, que est¨¢n robando protagonismo a los mism¨ªsimos actores y que se han convertido en estrellas rutilantes de montajes esc¨¦nicos.

Por la cartelera madrile?a han desfilado en los ¨²ltimos tiempos, y en alg¨²n caso con bastante ¨¦xito, Los mon¨®logos de la

vagina, con la actriz Maite Merino al frente; Sexpeare, cuyo t¨ªtulo ya lo dice todo; Confesiones sexuales de un

solateras, que protagoniz¨® Nancho Novo y se estren¨® antes que otro montaje m¨¢s alternativo como Confesiones del pene. Tambi¨¦n se vieron siete historietas c¨®mico sexuales para cuatro pollas y tres

co?os, del transgresor teatro DT; 23

cent¨ªmetros, comedia de Carles Alberola y Roberto Garc¨ªa, cuyo t¨ªtulo hac¨ªa alusi¨®n a la medida del miembro, en erecci¨®n, claro, del personaje principal. Ahora, sin ir m¨¢s lejos, en la prestigiada sala Ensayo 100 se puede ver Onanismo con perturbaciones nerviosas en dos ni?as.

Pero la vuelta de tuerca, la pirueta m¨¢s arriesgada, llega de la mano con el montaje Puppetry of the penis (Marionetas del pene), de Simon Morley y David Friendy, unos j¨®venes australianos a los que no se puede calificar de actores, sino m¨¢s bien de acr¨®batas f¨¢licos capaces de llegar a las m¨¢s elaboradas filigranas a base de darle a la cabeza, la de pensar, ya que, al margen de dotes uretrogenitales, este montaje nace de la gran imaginaci¨®n y el tiempo libre de sus creadores.

Las marionetas del pene se estrena hoy en el teatro Alfil de Madrid (Pez, 10; tel¨¦fono 91 521 45 41; www.teatroalfil.com) y en Barcelona se presentar¨¢ el 5 de junio en el teatro Capitol, con adaptaci¨®n y mon¨®logo de Alex O'Dogherty, actor andaluz de origen irland¨¦s.

Por si alguien tiene dudas acerca de los posibles efectos perversos de la manipulaci¨®n sobre los ¨®rganos reproductores, los actores han contado, desde que empezaron los ensayos, con un certificado m¨¦dico, aportado por los creadores, en el que se les garantiza que, por muchas figuritas que hagan, o al menos las que les han ense?ado, no habr¨¢ consecuencias indeseables. Pero hay otros efectos secundarios. Los actores aseguran que se han convertido en la atracci¨®n de sus ¨ªntimos y que esto de la peneflexia engancha: "Se descubre una nueva forma de disfrutar, que incluso afecta al sexo".

"No ignoramos que hacer figuras con el pene es algo transgresor, pero a los dos minutos de comenzado el espect¨¢culo la gente no mira las pollas, sino que est¨¢n pendientes de c¨®mo los actores comunican el humor".

En la peque?a actuaci¨®n que ofrecieron ayer a la prensa s¨®lo dio tiempo a observar la entrepierna de los actores. De ah¨ª surgi¨® una hamburguesa, la Torre Eiffel y el monstruo del lago Ness. Sobre esta ¨²ltima figurita aconsejaron: "En caso de practicarla en casa hay que hacerla en la ba?era, para darle m¨¢s realismo". La de ayer s¨®lo fue una peque?a muestra de las 48 figuras que los manipuladores han incorporado al montaje: "Hay algunas marionetas a las que se les coge cari?o", afirmaban.

Mientras ellos act¨²an cara al p¨²blico durante una hora y diez minutos, una actriz que al principio presenta una especie de mon¨®logo, (Lilian Caro en Madrid y Roser Pujol en Barcelona) graba en c¨¢mara los logros art¨ªsticos de los malabaristas y los proyecta en una gran pantalla que hay sobre el escenario. Nadie podr¨¢ quejarse de que no ha visto bien el asunto.