El honor debido

Que el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes haya reca¨ªdo en la persona de Antoni M. Badia i Margarit me ha producido una emoci¨®n m¨¢s profunda de la que ya siento por ver recompensado a quien ha sido mi maestro y a quien ha querido ser tambi¨¦n amigo y colega. Es una alta distinci¨®n adem¨¢s con valor a?adido. La alegr¨ªa por una elecci¨®n tan justa no me impide subrayar la incomprensible tardanza con que ha llegado; hablemos sin ambages: nuestro peque?o pa¨ªs ha sido y es rico en personajes ilustres; no obstante, razones indefendibles se han resistido al reconocimiento de algunos de ellos; las actitudes que por los motivos que sea se niegan pertinazmente a evaluar trayectorias envidiables que nadie pone en duda, ni desde nuestro territorio ni desde fuera de ¨¦l, no tienen ning¨²n futuro: siempre se ha dicho que la historia sit¨²a al fin en el lugar correspondiente a los que la vivimos.

Es cierto que el profesor Badia i Margarit se ha hecho merecedor de muchos honores de primer orden, nacionales, estatales y extranjeros; no le faltan ni m¨¦ritos, obviamente, ni galardones. Sin embargo, esta misma realidad hac¨ªa percibir con mayor extra?eza que, edici¨®n tras edici¨®n, no se viera su figura en el marco de los Premis d'Honor de les Lletres Catalanes. Concedi¨¦ndole el de este a?o, se honra a su persona, pero no menos a la ciencia al servicio de nuestra sociedad; gana el profesor Badia i Margarit al tiempo que gana nuestra investigaci¨®n, al contarle entre los expertos de mayor relieve.

Badia i Margarit ha creado un estilo peculiar de combinar el estudio con el compromiso en pro de la libertad, la justicia, la igualdad entre las personas. Ha defendido con una coherencia impecable la diversidad respetuosa entre los pueblos, las culturas, las lenguas, desde una actitud cuya ponderaci¨®n no ha excusado su contundencia y su implicaci¨®n directa en situaciones conflictivas, especialmente en los a?os terribles de sequedad democr¨¢tica. A los hechos me remito: su extraordinaria producci¨®n bibliogr¨¢fica, con libros que han abierto nuevos caminos metodol¨®gicos y que han iluminado tantas cuestiones oscuras de la ling¨¹¨ªstica y la filolog¨ªa, y con art¨ªculos publicados en las mejores revistas del mundo de la roman¨ªstica, no le ha impedido contribuir con pasi¨®n en la lucha contra el totalitarismo; abnegaci¨®n que le ha costado el exilio y la prisi¨®n.

Badia i Margarit es un sabio experto en gram¨¢tica hist¨®rica, en historia de la lengua, en dialectolog¨ªa, en socioling¨¹¨ªstica, etc¨¦tera. Y ha creado escuela en la ling¨¹¨ªstica diacr¨®nica; sus disc¨ªpulos, entre los que, como he dicho, me cuento, hemos aprendido de ¨¦l no s¨®lo c¨®mo acumular cr¨ªticamente el saber, sino tambi¨¦n c¨®mo subordinarlo a las principales urgencias sociales. En la Universidad de Barcelona ha ejercido con igual rigor la labor de profesor e investigador, y la de rector: el rector bajo cuya direcci¨®n se redactaron sus primeros estatutos democr¨¢ticos. En el Institut d'Estudis Catalans ha abierto las puertas a nueva savia rejuvenecedora de la instituci¨®n, sobre todo como presidente de la Secci¨® Filol¨°gica, consciente de que la nostalgia puede ser fatalmente perjudicial.

Antoni M. Badia i Margarit es un referente internacional cient¨ªfico y humano. Pocos como ¨¦l han trabajado con tanta asiduidad, con tanto empe?o, con tanta capacidad, con tanta autoridad en favor del conocimiento de Catalu?a y de los Pa?sos Catalans. El Premi d'Honor de les Lletres Catalanes cobra sin duda prestigio al haber sido concedido a su personalidad irrepetible.

Joan Mart¨ª i Castell es catedr¨¢tico y primer rector de la URV, y presidente de la Secci¨® Filol¨°gica del Institut d'Estudis Catalans.