Escaparate de Madrid
La prueba de que el riesgo de perder que acechaba al PP era real es que perdi¨®. Por poco, pero perdi¨® en n¨²mero total de votos en el conjunto de los 8.000 municipios espa?oles. Luego las encuestas previas no iban tan descaminadas. Por ejemplo, la que ayer present¨® el CIS, realizada a finales de abril, terminada ya la guerra, y que daba a los socialistas dos puntos y medio de ventaja sobre el PP. La campa?a recort¨® esa distancia a menos de un punto, por lo que es l¨®gico que se muestren aliviados quienes seguramente ya conoc¨ªan lo que todav¨ªa no hab¨ªa comunicado el CIS. Tambi¨¦n es l¨®gico que los socialistas, cuyos resultados no estuvieron a la altura de sus expectativas, se sientan algo defraudados.
Pero, vistos de cerca, los resultados del PSOE revelan un crecimiento bastante uniforme y extendido territorialmente. En las municipales sube en 13 comunidades y baja en 4, con resultados que le permitir¨¢n presidir 21 de las 50 diputaciones, frente a 19 de los populares; y en las auton¨®micas sube en 10 comunidades y baja en 3. Mientras que el voto municipal del PP sube en 7 y baja en 10 y en las auton¨®micas sube en 5 y baja en 8. En cuanto a la distribuci¨®n territorial de poder, los socialistas pierden Baleares (donde gobernaban al frente de una coalici¨®n demasiado heterog¨¦nea) y ganan Madrid, donde podr¨¢n gobernar en alianza con IU. Pero Baleares tiene menos de un mill¨®n de habitantes, y la comunidad de Madrid, cinco millones y medio: no es lo mismo. Entre otras cosas, porque la Comunidad de Madrid administra mucho poder. Con competencias transferidas en servicios como sanidad y educaci¨®n, influencia en una de las mayores cajas de ahorro, control de Telemadrid y un presupuesto de unos 12.000 millones de euros, Madrid puede ser el escaparate de un modelo de gesti¨®n diferente. Por ejemplo, poniendo en pr¨¢ctica las medidas prometidas por Zapatero para cuando llegue a La Moncloa en materia de televisi¨®n p¨²blica.
La persona que asumir¨¢ esa responsabilidad es Rafael Simancas, un pol¨ªtico poco conocido, de 36 a?os, de origen guerrista (apoy¨® la candidatura de Matilde Fern¨¢ndez en las primarias que gan¨® Zapatero), que se present¨® como candidato sin avales de ning¨²n grupo interno de poder a la secretar¨ªa general de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a, y gan¨® por sorpresa. Tendr¨¢ que llegar a un acuerdo con IU que desactive las sospechas sembradas por el PP contra la coalici¨®n radical y, al mismo tiempo, encontrar una f¨®rmula de cohabitaci¨®n con el alcalde Ruiz-Gallard¨®n. No lo tendr¨¢ f¨¢cil, pero, si acierta, la Comunidad de Madrid ser¨¢ una de las principales banderas del PSOE para las generales.
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