Gabriel Cuallad¨®, fot¨®grafo y pionero del coleccionismo
A Gabriel Cuallad¨® (Missanassa, Valencia,1925-Madrid, 2003) se le ha asociado m¨¢s por ser un pionero del coleccionismo, en Espa?a, que por la fuerza de su obra, pero lo cierto es que trabaj¨® ambas facetas en paralelo (si bien, desde el punto de vista hist¨®rico, prima la segunda). Para ¨¦l, los a?os que transcurrieron entre 1994 y 1996 - determinantes en su obra- fueron una etapa m¨¢gica (tanto en lo que construy¨® personalmente como para el medio, en general); fue entonces cuando obtuvo un pleno reconocimiento p¨²blico de su obra.
Su ¨¢lbum arranca desde 1957, cuando empez¨® a trabajar en una l¨ªnea pl¨¢stica que part¨ªa desde el compromiso personal, desde la perspectiva ¨¦tica, de la mirada con la pretensi¨®n de romper lo casposo de la fotograf¨ªa al uso en esas fechas. Y lo hizo a trav¨¦s del grupo La Palangana (Madrid, 1957). Comenz¨® a retratar impulsivamente todo lo que ve¨ªa con su Leica, disparando fotos frente a frente, sosteniendo la mirada y en primera persona, con un lenguaje visual directo (y, ante todo, registrando atm¨®sferas).
Adem¨¢s de est¨¦tica y geometr¨ªa, le a?ad¨ªa intenci¨®n. Posiblemente, algunos de sus mejores -¨²ltimos- trabajos sean los realizados en el Museo Thyssen-Bornemisza: Puntos de vista, donde analiz¨® la vida de este espacio de culto.
Pero lo cierto es que aquellas fechas de la d¨¦cada pasada (los noventa del siglo XX) representaron la recuperaci¨®n de sus ¨¢lbumes antiguos y sus retratos de investigaci¨®n -para ense?arlos en las paredes y en los libros-. A Gabriel Cuallad¨® siempre lo he asociado a una serie de nombres propios o institucionales -ligados, adicionalmente, a lo literario, en mayor o menor forma- que marcaron la difusi¨®n de sus tomas: primeramente, al eje Valencia-Madrid; despu¨¦s, a Carmen Alborch (antes, y despu¨¦s, de ser ministra de Cultura), al IVAM, a Josep Vicent Monz¨® (conservador de fotograf¨ªa de esta instituci¨®n) y a Manuel Vicent.
Cuallad¨® ejerci¨® en Madrid de valenciano y, raramente, hace algo m¨¢s de una d¨¦cada, alg¨²n conductor en las carreteras espa?olas no se ha cruzado con alg¨²n cami¨®n que llevaba rotulado su apellido en un lateral (fue el art¨ªfice de esta agencia de transportes). Me consta que el d¨ªa que dej¨® este trabajo adquiri¨® unas cuantas c¨¢maras de la firma Leica (en Madrid).
Su mejor recopilaci¨®n antol¨®gica, independientemente de la citada (Puntos de vista, de factura reciente), la ofreci¨® en la muestra Im¨¢genes cotidianas, 1956-1995, colgada en las salas de exposiciones del Ministerio de Cultura, en la avenida de Juan de Herrera, en Madrid (abril-mayo de 1996).
Y de su potente colecci¨®n no podemos prescindir de referentes como las series de Brian Griffin, las de Jan Saudek, Paulo Nozolino, Ram¨®n Masats y una larga serie de Agust¨ª Centelles..., entre otros.
Particip¨®, ya mayor, con especial entusiasmo en el proyecto Imagina, retratando los rostros que forman parte de la geograf¨ªa del Cabo de Gata.
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