A la tercera, la vencida
El Ciudad Real, de la mano de Hombrados y Ur¨ªos, se toma la revancha ante el Bar?a
A la tercera fue la vencida. El Ciudad Real gan¨® la Copa tras haber perdido las dos ¨²ltimas finales ante el Portland y el Ademar. Y se tom¨® la revancha de su derrota en la Liga ante el Barcelona. Juan de Dios Rom¨¢n, su t¨¦cnico, venci¨® esta vez a Valero Rivera y adem¨¢s de ajustar mejor el engranaje de sus hombres tuvo en el portero Hombrados y en el pivote Ur¨ªos, curiosamente las dos puntas del equipo, a las piezas decisivas.
Los partidos entre grandes rivales tambi¨¦n suelen decidirse en los peque?os detallles. Es lo m¨¢s normal dada la igualdad entre dos equipos campeones continentales -el Ciudad Real de la Recopa y el Bar?a de la EHF- y primeros en la Liga esta temporada. Y de la capacidad de cada uno para resolver los contratiempos sobre la marcha, aparte de las calidades individuales, depende en buena medida el triunfo.
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CIUDAD REAL
BARCELONA
Ciudad Real: Hombrados, Duisheb¨¢ev (3), Trives (2), Ortega (1), Sigtryggsson, Entrerr¨ªos (3), Kallman (4), Ur¨ªos (9), Zaky (3), P¨¦rez Canca (1), Hjermind (4), Iker Romero (3) y Rose (1).
Barcelona: Barrufet, Masip (2), Xepkin, O'Callaghan (3), Skrbic (2), Hern¨¢ndez (4), Fern¨¢ndez (10), Ohlander, Solberg (2), Franzen (3), Hagen (2) y Ortega (1).
Santander: Palacio de Deportes. 5.000 personas.
El Ciudad Real, por ejemplo, necesit¨® acostumbrarse r¨¢pidamente a la baja en defensa de Prieto, lesionado con un esguince en la semifinal contra el Valladolid. El Barcelona lleg¨® a ponerse de entrada con 3-0 y 4-1 en el marcador, porque la defensa rival en 5-1, con el sueco Kallman cerrando adelantado a Massip y al h¨²ngaro Nagy, no funcionaba. Pero el equipo manchego no s¨®lo ajust¨® su muro, sino que empez¨® a contar con la inspiraci¨®n de Hombrados y, adem¨¢s, a tener eficacia en ataque. Duisheb¨¢ev no tard¨® en encontrar a Ur¨ªos en el pivote y el cubano se infiltr¨® demasiadas veces entre la defensa del Bar?a, tan agresiva para salir a evitar los lanzamientos desde los nueve metros, que dej¨® huecos preciosos en los siete.
Y la mejor¨ªa del Ciudad Real no s¨®lo fue con los aciertos posteriores de Kallman -tambi¨¦n en ataque-, Hombrados o Ur¨ªos. Desde la primera l¨ªnea de ataque Entrerr¨ªos puso ya a su equipo por delante en el marcador con dos golazos de lateral perfecto. Valero Rivera debi¨® enviar al banquillo a Barrufet, que s¨®lo vio c¨®mo entraba el bal¨®n por las escuadras. Y su sustituto, el sueco Ohlander, clave en el triunfo azulgrana en la Liga, no pudo repetir el ¨¦xito esta vez.
Enfrente, en cambio, Hombrados se agigant¨®, especialmente en la segunda parte. El Ciudad Real super¨® incluso una exclusi¨®n injusta de Ur¨ªos, que desquici¨® hasta a Juan de Dios Rom¨¢n, pero lleg¨® ya al descanso con dos goles de ventaja, 17-15. Sus n¨²meros fueron elocuentes. Un 77% de efectividad en tiros frente al 58 % rival.
En la segunda parte siempre cab¨ªa esperar la reacci¨®n azulgrana, pero los goles de Jerome Fern¨¢ndez, pese a tener da?ados los ligamentos de la rodilla izquierda, no bastaron. El Ciudad Real se march¨® pronto en la segunda parte, primero a cuatro tantos, 20-16, y despu¨¦s a seis, 28-22 y 33-27.
El partido se abri¨® como un correcalle de goles, sobre todo con los contraataques del Ciudad Real propiciados casi todos por las decisivas paradas de Hombrados. El Bar?a pele¨®, pero s¨®lo pudo acercarse a tres tantos, 28-25 y al final, 34-31. Con mejor defensa, le sac¨® mayor partido al ataque. El noveno gol de Ur¨ªos -que puso el 31-26-, result¨® todo un s¨ªmbolo en esos instantes finales. Lo logr¨® a pase de Hjermind, que recogi¨® un rebote en el poste mientras la defensa azulgrana parec¨ªa derrotada. Y para esos momentos ya lo estaba.
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