Schr?der logra el respaldo del SPD a los recortes sociales en Alemania
El canciller reduce las prestaciones por paro, enfermedad y jubilaci¨®n
El canciller federal alem¨¢n, Gerhard Schr?der, viaj¨® ayer a la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) en Evian con el apoyo del Congreso Extraordinario del Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD). Una amplia mayor¨ªa de los m¨¢s de 500 delegados del congreso, que Schr?der y la direcci¨®n del SPD estimaron en el 90%, aprob¨® ayer en Berl¨ªn la Agenda 2010, que sienta las bases para recortes en los seguros de paro, enfermedad y jubilaci¨®n.
La votaci¨®n se considera un corte hist¨®rico que transforma a la socialdemocracia alemana de una fuerza pol¨ªtica que reparte en otra que recorta las prestaciones a su clientela pol¨ªtica, asalariados en su mayor¨ªa. En un discurso de 54 minutos, Schr?der expuso los argumentos a favor de sus planes de reforma y advirti¨®: "En este pa¨ªs tienen que cambiar muchas cosas y somos nosotros los que tenemos que realizar ese cambio".
Los argumentos del jefe de Gobierno a favor de su Agenda 2010 fueron sobre todo de tipo pragm¨¢tico y se pueden reducir a la f¨®rmula: "Si no lo hacemos nosotros, vendr¨¢n otros peores". Tambi¨¦n apel¨® varias veces Schr?der a la responsabilidad hacia las generaciones futuras, que tienen derecho a un sistema de seguridad social que no est¨¦ en ruinas. Sostiene Schr?der que "el futuro tiene m¨¢s derechos que el pasado".
Al discurso del canciller le falt¨® peso intelectual y empaque ret¨®rico. Un veterano socialdem¨®crata comentaba por los pasillos: "Me recordaba a Willy por las nubes". Era una referencia al hist¨®rico l¨ªder del SPD Willy Brandt, que de vez en cuando se iba por las ramas y evad¨ªa afrontar los problemas en sus discursos. Un experto en ret¨®rica, G¨¹nter Zinterra, analiz¨® para el servicio digital del semanario Der Spiegel el lenguaje corporal de Schr?der y lo calific¨® de "agarrotado e inseguro".
Los m¨¢s de 500 delegados interrumpieron 45 veces con aplausos entre t¨ªmidos y obligados el discurso de Schr?der. Al final, el aplauso dur¨® tres minutos, Schr?der se levant¨® a saludar cinco veces, pero los delegados permanecieron sentados en sus asientos dispuestos a digerir el sapo que les presentaba el canciller socialdem¨®crata: recortes a las prestaciones del seguro de paro, que se reduce a 12 meses, y a un a?o y medio para los mayores de 55 a?os; cuando se acabe la prestaci¨®n por paro, se cobrar¨¢ lo mismo que la asistencia social; facilidad de despido y de contrataci¨®n de trabajadores temporales en empresas con menos de cinco asalariados; financiaci¨®n por parte del asalariado del seguro que garantiza el cobro del sueldo en caso de enfermedad y modificaciones en las prestaciones por jubilaci¨®n, que se pretende elevar a la edad de 67 a?os.
La falta de concreci¨®n de Schr?der la corrigi¨® el llamado superministro de Econom¨ªa y Trabajo, Wolfgang Clement. En sus cinco minutos de intervenci¨®n, Clement supo enfocar con claridad los problemas de la econom¨ªa alemana. "Tenemos que asumir con urgencia el papel de la locomotora alemana que espera Europa", defendi¨® Clement. En r¨¦plica a Ottmar Schreiner, portavoz de la izquierda del SPD, cuya intervenci¨®n recibi¨® ovaciones y gritos de apoyo del p¨²blico, Clement expuso: 1?) El crecimiento econ¨®mico de Alemania cay¨® en el primer trimestre un 0,2% y "tenemos la m¨¢s marcada debilidad de crecimiento de todos los pa¨ªses de Europa occidental". 2?) "Tenemos la cifra m¨¢s alta de parados desde hace muchos a?os. Si a?ado la reserva oculta [los parados en cursos de formaci¨®n y otros mecanismos de protecci¨®n], tengo que decir que hoy hay en Alemania entre seis y siete millones sin trabajo de un total de 38 millones de poblaci¨®n activa". 3?) La situaci¨®n demogr¨¢fica ha cambiado. Los aprendices tienen una edad media de 19 a?os y en 1978 era de 16. "Cuando se crearon los sistemas de seguridad social, los trabajadores y trabajadoras alemanas sobreviv¨ªan por t¨¦rmino medio cuatro meses a la jubilaci¨®n. Ahora la sobreviven, gracias a Dios, unos 20 a?os". Seg¨²n Clement, es imposible dejar de trabajar a los 55 a?os y cobrar una jubilaci¨®n hasta los 80.
Llegada la hora de votar, los delegados lo hicieron a mano alzada. La direcci¨®n del SPD decidi¨® que el 90% lo hizo a favor de la moci¨®n propuesta desde la presidencia. La lucha no ha hecho m¨¢s que comenzar, porque ahora la batalla se traslada a las c¨¢maras legislativas, pero el primer paso se dio ayer en Berl¨ªn.
Protesta variopinta
La celebraci¨®n del congreso extraordinario del SPD congreg¨® en torno a un gigantesco hotel alejado del centro de Berl¨ªn a una fauna variopinta y expresiva de diversos sectores de la protesta pol¨ªtica. Desde primera hora de la ma?ana esperaban los manifestantes la llegada de los delegados y repart¨ªan toda clase de panfletos, sometidos a un estrecho marcaje por unas decenas de polic¨ªas.
Uno izaba una bandera roja con la imagen del Che Guevara. Otro increpaba a todo el que sal¨ªa del hotel donde se celebr¨® el congreso con la pregunta: "Wer hat uns verraten?" [?Qui¨¦n nos ha traicionado?]. Este grito de los a?os de pugnas entre el SPD y los comunistas tiene en alem¨¢n una respuesta que rima con la pregunta: "Sozialdemokraten!" [los socialdem¨®cratas].
Llamaba la atenci¨®n un manifestante disfrazado de oso, el s¨ªmbolo de Berl¨ªn, que sudaba la gota gorda. Otro colg¨® de las barandillas de un puente varios pasquines con la foto del canciller y un texto que exig¨ªa: "?Parad la guerra de Schr?der contra el Estado social!".
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