Chirac propone ampliar el G-8 a los 12 grandes pa¨ªses en desarrollo

El presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, propondr¨¢ hoy a su hom¨®logo norteamericano, George W. Bush, que apoye ampliar el G-8, el club de los m¨¢s ricos del mundo, con los 12 grandes pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. En el arranque de la cumbre anual del G-8, Chirac se esforz¨® por contar ayer en Evian con los l¨ªderes de las naciones emergentes, incluidos los de M¨¦xico y Brasil, para poder pasar, dijo, "de una pol¨ªtica de asistencia a otra de asociaci¨®n". El mandatario franc¨¦s se mostr¨® tambi¨¦n partidario de la creaci¨®n de un impuesto sobre la venta de armas "individuales" para poder financiar el desarrollo de los pa¨ªses m¨¢s pobres.

El presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, asegur¨® ayer en Evian que Bush tambi¨¦n pretende institucionalizar el llamado G-20 en la reuni¨®n prevista en EE UU en 2004, a la que han sido invitados los grandes pa¨ªses en desarrollo.

Chirac pretende encabezar una tercera v¨ªa frente a la globalizaci¨®n, para que sirva como est¨ªmulo "al desarrollo del comercio y la riqueza mundial" y contribuya a acabar con la miseria. Para ello, pretende contar tambi¨¦n con otros pa¨ªses, como China, India o Nigeria.

Mientras la ciudad de Evian permanec¨ªa cerrada como una fortaleza, unos 90.000 manifestantes antiglobalizaci¨®n (22.000, seg¨²n la polic¨ªa) confluyeron en la cercana frontera franco-suiza entre Annemasse y Ginebra, en una masiva protesta contra el G-8. En un oscuro incidente que ensombreci¨® la pac¨ªfica jornada, el brit¨¢nico Martin Shaw, de 34 a?os y residente en Barcelona, result¨® gravemente herido. Un polic¨ªa suizo cort¨® el cable del que colgaba Shaw, junto con una pancarta, en un puente sobre la autopista que une Ginebra con Lausana.

Antes de viajar a Evian, Bush se reuni¨® en San Petersburgo con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, con quien reafirm¨® el v¨ªnculo estrat¨¦gico entre los dos pa¨ªses, debilitado a ra¨ªz de las cr¨ªticas del Kremlin a la guerra en Irak. La participaci¨®n rusa en la construcci¨®n de una gran central nuclear en Ir¨¢n se presenta ahora como un nuevo escollo en las relaciones entre Washington y Mosc¨².