Aznar recibe a un primer ministro de Marruecos por primera vez en tres a?os
El presidente espera acordar con Driss Jettu en Quintos de Mora la pr¨®xima cumbre
Las relaciones entre Espa?a y Marruecos han vuelto poco a poco a la normalidad diplom¨¢tica inaugurada en 1993, cuando se puso en marcha el sistema de cumbres bilaterales anuales. La crisis que han vivido los dos Estados ha quedado reflejada en el hecho de que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, no se haya entrevistado con ning¨²n primer ministro marroqu¨ª desde mayo de 2000. Hoy, sin embargo, Aznar recibir¨¢ a Driss Jettu en el marco relajado de Quintos de Mora, la finca que Patrimonio Nacional tiene en Toledo. El resultado m¨¢s concreto que se espera del encuentro es, precisamente, la convocatoria para antes de finales de a?o de la reuni¨®n de alto nivel, que no se celebra desde 1999.
La entrevista entre Aznar y Jettu es el ¨²ltimo acto del entierro de las tensiones m¨¢s graves que los dos pa¨ªses han conocido desde los a?os setenta, y el m¨¢s significativo en la medida en que el presidente del Gobierno espa?ol atiz¨® personalmente el fuego de la pol¨¦mica con aquellas declaraciones radiof¨®nicas sobre las consecuencias inevitables del desacuerdo pesquero que propiciaron la retirada del embajador de Rabat en Madrid, en octubre de 2001, la ocupaci¨®n de Perejil por Marruecos, en julio de 2002, y la subsiguiente par¨¢lisis total de las relaciones.
La vuelta a la normalidad entre dos pa¨ªses que s¨®lo pod¨ªan perder con el enfrentamiento parec¨ªa, no obstante, igualmente inevitable. Sobre todo desde que Estados Unidos apareci¨® en la escena y llam¨® a sus dos aliados a recuperar la mesura y cooperar por la estabilidad en el Mediterr¨¢neo.
Agenda abierta
La pacificaci¨®n se impuso con la vuelta del verano y los encuentros entre los respectivos ministros de Exteriores, que acordaron la creaci¨®n de cuatro grupos de trabajo para afrontar los problemas existentes.
Hoy, tras el impulso que recibi¨® ese proceso por la solidaridad marroqu¨ª en la cat¨¢strofe ecol¨®gica del Prestige y la conmoci¨®n que los atentados de Casablanca causaron en sus pa¨ªses, Aznar y Jettu se re¨²nen sin una agenda precisa ni m¨¢s testigos que unos pocos colaboradores. El marroqu¨ª viene con su jefe de gabinete, Mohamed Brahimi, y un consejero, Fuad Saim. Con Aznar estar¨¢ su asesor internacional, Alberto Carnero. Los embajadores respectivos, Abdesal¨¢m Baraka y Fernando Arias Salgado, asistir¨¢n al encuentro.
Se hablar¨¢, sin duda, de terrorismo, de inmigraci¨®n y del S¨¢hara. Jettu quiere pulsar los l¨ªmites de la posici¨®n espa?ola sobre el futuro de su ex colonia, que el Consejo de Seguridad de la ONU deber¨ªa encauzar antes de agosto. A la vista de las objeciones que las dos partes plantean al ¨²ltimo plan de James Baker, el Gobierno espa?ol se inclina ahora por que la ONU abra un di¨¢logo entre Marruecos y el Frente Polisario.
El primer ministro marroqu¨ª tiene especial inter¨¦s en potenciar las relaciones econ¨®micas y en que el ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, realice cuanto antes una visita a Marruecos que se ha aplazado por distintos motivos. Con ocasi¨®n de esa visita se deber¨ªa firmar un nuevo acuerdo-marco econ¨®mico.
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