El distintivo de los libros
El secretario de la Asociaci¨®n Andaluza de Exlibristas posee una colecci¨®n de 3.000 estampas
Sus antecedentes hist¨®ricos se remontan a la ¨¦poca fara¨®nica: una peque?a placa esmaltada de barro cocido y esmaltada en azul con inscripciones jerogl¨ªficas que pertenec¨ªa al fara¨®n Amenofis III (siglo XV a.C.) y se conserva en el Museo Brit¨¢nico de Londres. Era un distintivo de posesi¨®n fara¨®nico que se met¨ªa en las cajas de rollos y papiros. "Tambi¨¦n los escribas mesopot¨¢micos hac¨ªan constar al final de una obra, adem¨¢s del t¨ªtulo, la fecha y el nombre del copista, el nombre del propietario", cuenta Jos¨¦ Miguel Valderrama Esparza, un pamplon¨¦s afincado en Sevilla desde hace 20 a?os que tiene una pasi¨®n: los ex libris, esas estampas que se adhieren en el reverso de la cubierta o en la guarda de un libro para indicar su propiedad.
Valderrama tiene una colecci¨®n de 3.000 ex libris y es secretario de la Asociaci¨®n Andaluza de Exlibristas, creada en Sevilla en 1997 a iniciativa de Juan Portillo Garc¨ªa, fallecido hace un a?o y al que se rindi¨® ayer homenaje en el Ateneo de Sevilla con una conferencia del escritor Fernando Iwasaki. "La asociaci¨®n, miembro de la Federaci¨®n Internacional de Sociedades Amantes de Ex Libris, se cre¨® para dar a conocer el ex libris y fomentar esta afici¨®n minoritaria intr¨ªnsecamente unida al amor por los libros", se?ala Valderrama, que descubri¨® este mundo a ra¨ªz de una exposici¨®n de estos grabados en la instituci¨®n atene¨ªsta hace cuatro a?os.
"Yo los usaba desde mi ¨¦poca de estudiante, pero era un tamp¨®n, que destruye el libro, porque la tinta acaba estrope¨¢ndolo con el tiempo", recuerda. Desde ese momento, y con el asesoramiento de un coleccionista franc¨¦s, se lanz¨® a la b¨²squeda y encargo de estas etiquetas que pueden realizarse mediante los sistemas tradicionales de estampaci¨®n (calcograf¨ªa, xilograf¨ªa, litograf¨ªa y serigraf¨ªa) o con nuevas tecnolog¨ªas: desde la reproducci¨®n fotogr¨¢fica al dise?o por ordenador o el braille. "En Espa?a hay muy pocos grabadores que se dediquen a los ex libris, pero son muy buenos", se?ala. Pero ¨¦l no s¨®lo los compra para utilizarlos, tambi¨¦n los colecciona. "El coleccionismo ha superado la funci¨®n primordial del ex libris, que es la identificaci¨®n de los libros". Intercambia los suyos con coleccionistas europeos, japoneses y norteamericanos.
Los ex libris contienen im¨¢genes (antiguamente her¨¢ldicas, pues antes de la Revoluci¨®n francesa, los nobles eran casi los ¨²nicos que pose¨ªan bibliotecas) que hoy son de car¨¢cter aleg¨®rico o simb¨®lico. El secretario de la asociaci¨®n andaluza tiene predilecci¨®n por los motivos mitol¨®gicos, cervantinos y taurinos. En su colecci¨®n figuran ex libris del Ayuntamiento, del rey Alfonso XIII, de la biblioteca de la Casa de Alba y de Camilo Jos¨¦ Cela, entre otros. La asociaci¨®n, que naci¨® con 20 socios, alcanza ya el centenar. Anualmente publica una revista, Extampa, que contiene informaci¨®n sobre el mundo del ex libris, sus t¨¦cnicas, el mercado del coleccionismo y los artistas.
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