Los grandes del ADN
El Laboratorio de Identificaci¨®n Gen¨¦tica de Granada se ha convertido en un centro de referencia internacional en la materia
Jos¨¦ Antonio Lorente Acosta es a las pruebas de ADN lo que, por ejemplo, Juan Jos¨¦ Badiola a la enfermedad de las vacas locas. Son profesionales de reconocido prestigio a los que ineludiblemente hay que citar cuando se tratan asuntos de sus respectivos campos de trabajo. En el caso de Lorente, el Laboratorio de Identificaci¨®n Gen¨¦tica que dirige en la Universidad de Granada desde hace m¨¢s de una d¨¦cada es, extraoficialmente, el centro de referencia internacional sobre pruebas de identificaci¨®n con ADN. Decenas de pa¨ªses recurren al profesor Lorente para que les asesore en materia de identificaci¨®n gen¨¦tica.
Si se le pregunta c¨®mo se convierte un centro de investigaci¨®n en centro de referencia internacional, Lorente reconoce que no lo tiene totalmente claro. "Eso no se busca. En nuestro caso ha llegado gracias al excelente equipo que hemos formado, entusiastas del trabajo y muy preparados".
El equipo humano es uno de sus m¨¢ximos orgullos, casi todos est¨¢n ah¨ª desde el primer d¨ªa. Adem¨¢s del propio Jos¨¦ Antonio Lorente, especialista en medicina legal, director y responsable de la gesti¨®n del centro, el Laboratorio de Identificaci¨®n Gen¨¦tica est¨¢ formado por su hermano Miguel, m¨¦dico forense y especialista en violencia familiar, Carlos ?lvarez Merino y Carmen Entrala Bernal, ambos bi¨®logos. Junto a estos cuatro miembros permanentes trabajan otros cinco o seis becarios.
?lvarez Merino, que hace jornadas de 12 o 13 horas, est¨¢ en el Laboratorio desde el primer d¨ªa, all¨¢ por 1989, pero cuenta que fue en 1991 cuando las pruebas del ADN vivieron el momento crucial: "Se invent¨® la t¨¦cnica que permit¨ªa obtener ADN con muy poca muestra de la persona;por ejemplo, a partir de un solo pelo". Desde entonces, este bi¨®logo ha trabajado en todos los casos que han llegado al centro. Codo con codo con ?lvarez trabaja Carmen Entrala, quien entr¨® en el laboratorio en 1996. El equipo tiene un ¨²nico objetivo: el rigor cient¨ªfico. Se trabaja y se investiga sin parar. El curr¨ªculo de Lorente y su gente impresiona. M¨¢s de un centenar de publicaciones cient¨ªficas, muchas de ellas en revistas de alto impacto cient¨ªfico. Adem¨¢s, no sucumben a tentaciones. En el caso de los supuestos restos de Crist¨®bal Col¨®n, a pesar de la presi¨®n medi¨¢tica, Lorente asegura: "No tenemos ninguna idea preconcebida. No s¨¦ si ser¨¢ Col¨®n o no; eso lo dir¨¢ el ADN". Pero adem¨¢s del equipo y el rigor cient¨ªfico, convertir el Laboratorio de Identificaci¨®n Gen¨¦tica granadino en centro de excelencia ha requerido tiempo, suerte y muchos viajes.
Lorente se form¨® en Espa?a, Alemania y Estados Unidos. En este ¨²ltimo pa¨ªs trabaj¨® en la sede del FBI en Quantico. Por all¨ª pasaban polic¨ªas de muchos pa¨ªses sudamericanos. El idioma hace amigos y, adem¨¢s de demostrar su val¨ªa, Lorente ayud¨® a mucha gente. Despu¨¦s, lo fueron llamando de numerosos pa¨ªses sudamericanos para que les echara una mano.
Ahora, Lorente viaja pr¨¢cticamente cada mes a uno o dos pa¨ªses de aquellas latitudes a investigar, dar conferencias o asesorar en su materia. Conversar con ¨¦l y su equipo supone darse cuenta de que las pruebas de ADN tienen, adem¨¢s de valor cient¨ªfico, un innegable valor social y cultural. Ah¨ª est¨¢ el trabajo con los supuestos restos de Crist¨®bal Col¨®n; la identificaci¨®n del primer exhumado de una fosa com¨²n de la Guerra Civil espa?ola o los proyectos que el laboratorio granadino realiza en Suram¨¦rica, no siempre con contraprestaci¨®n econ¨®mica, ayudando a identificar a decenas de asesinados y desaparecidos por las distintas dictaduras.
El laboratorio, cuenta su director, comenz¨® haciendo pruebas criminal¨ªsticas y de paternidad principalmente. Ahora, las preferencias del centro van por otro lado, explica Lorente. "Hacemos pruebas criminal¨ªsticas, pero sobre todo para pa¨ªses Latinoamericanos, en el caso de asesinados y desaparecidos; hacemos identificaciones hist¨®ricas y antropol¨®gicas [como la de Crist¨®bal Col¨®n] y seguimos investigando nuevos m¨¦todos y tecnolog¨ªas para recuperar muestras de las escenas del crimen".
El campo de actuaci¨®n de Lorente y su equipo es amplio: Estados Unidos (donde Lorente es profesor de la Unidad de Entrenamiento Internacional de la Academia del FBI), M¨¦xico, Guatemala, Salvador, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Bolivia,... En la mayor¨ªa de estos pa¨ªses, el laboratorio granadino est¨¢ inmerso en la identificaci¨®n de desaparecidos o en el asesoramiento para la puesta en marcha de programas nacionales con ese fin.
La dotaci¨®n del centro, asegura su director, es muy buena. En sus paredes se alberga instrumental por valor de m¨¢s de 250.000 euros. El laboratorio, sin embargo, no cuenta con un presupuesto fijo anual ya que depende de los proyectos de investigaci¨®n que lleven adelante cada a?o. Lorente estima que el gasto anual ronda los 360.000 euros.
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