"Deber¨ªa estar ya en el infierno"
Pregunta. ?Qu¨¦ come para tener 90 a?os y tan buen aspecto?
Respuesta. Nada en especial: pocas grasas, pocas frituras... Siempre he pesado alrededor de 70 kilos. Pero son muchos a?os. A veces pienso que deber¨ªa estar ya en el infierno.
P. ?Hizo cosas malas para ir al infierno?
R. No. Me he encontrado en momentos, sin buscarlos, en los que hab¨ªa que hacer algo. Nunca busqu¨¦ ser piloto de aviaci¨®n. Yo s¨®lo quer¨ªa ser mec¨¢nico y electricista, pero las circunstancias de la guerra me llevaron por caminos que nunca imagin¨¦.
P. ?Por qu¨¦ se convirti¨® en piloto?
R. Por el servicio militar, que empec¨¦ en 1934. Me toc¨® aviaci¨®n en Barcelona. Yo era soldado, pero en 1936, cuando vino el jaleo, pidieron voluntarios para pilotos y me present¨¦. Saqu¨¦ el t¨ªtulo de piloto civil, pero para ser piloto militar hab¨ªa que ir a Los Alc¨¢zares (Murcia). Fui e hice los cursos requeridos. Entonces me convert¨ª en sargento piloto militar, y tras las 56 horas de vuelo con un Nipor en Alicante me destinaron a la escuadrilla de Azuqueca (Guadalajara), pero se trataba de una escuadrilla de rusos.
P. ?Rusos?
R. S¨ª, pero no lo sab¨ªa nadie. Y empec¨¦ a volar con ellos para batallar en el frente. Al mes se incorporaron otros tres espa?oles, que tampoco sab¨ªan ad¨®nde iban y con los que me uni¨® una gran amistad: Aguirre, Zaraguza y Hern¨¢ndez. Un d¨ªa nos ordenaron ir a Bilbao, pero no ten¨ªamos bastante combustible y tuvimos que aterrizar en Bayona (Francia), donde los franceses, con la no intervenci¨®n, nos confiscaron los aviones. Pasamos varios d¨ªas hasta que el c¨®nsul nos mand¨® a Par¨ªs. Nos dijo que fu¨¦semos los ¨²ltimos en bajar del tren y que nos recibir¨ªa alguien como si fuera de la familia. Y as¨ª ocurri¨®.
P. ?Qu¨¦ nueva misi¨®n les mandaron?
R. Traer cuatro aviones a Espa?a. Pero al final no fue posible. Recibimos otra orden de la embajada para volver a Los Alc¨¢zares a reentrenamiento. Se estaban montando dos escuadrillas m¨¢s en Espa?a. Y ah¨ª nos separamos los cuatro. A m¨ª me mandaron a Barcelona, a la tercera escuadrilla de chatos, en la que pas¨¦ la guerra combatiendo por toda Espa?a con el grado de teniente.
P. ?Qu¨¦ hizo cuando lleg¨® el final de la guerra?
R. Llevar cinco aviones de Figueres (Girona) a Carcasona (Francia). All¨ª pasamos unos d¨ªas hasta que nos condujeron al campo de concentraci¨®n de Gurs, donde pas¨¦ tres a?os. Y vino la otra guerra. Los alemanes ven¨ªan al campo a buscar gente para trabajar.
P. ?C¨®mo les trataban?
R. No me puedo quejar. Pagaban mejor que los franceses. Todo el mundo en Francia trabajaba para los alemanes. Yo trabajaba de electricista y mec¨¢nico. Me llevaron a la base submarina de Cherbourg, en Normand¨ªa. Me romp¨ª un brazo y aprovech¨¦ para fugarme a Par¨ªs, donde conoc¨ª a mi mujer. Pero all¨ª no me gustaba el trabajo y regres¨¦ a Cherbourg. Entonces llegaron los americanos: pam, pam, pam... Les hirondelles sont parties..., dec¨ªa la radio todas las noches.
P. La liberaci¨®n.
R. Bueno, fui a buscar a un amigo y me cogieron los americanos. Me metieron en un cami¨®n y me embarcaron como prisionero a Inglaterra. Suerte que encontr¨¦ a un sargento americano que hablaba espa?ol y me devolvieron a Cherbourg. Y me qued¨¦ a vivir y trabajar de mec¨¢nico y electricista. No pod¨ªa regresar. Ten¨ªa pena de muerte por "ruso", pero al final vine como turista y casi no pude volver a Francia. Me sometieron a muchos interrogatorios. Por cierto, ?no nos encerrar¨¢n ahora por la entrevista?
EN DOS TRAZOS
Francisco Montagud (Tavernes Blanques, 1913) quer¨ªa ser s¨®lo mec¨¢nico y electricista, pero se vio inmerso en una cadena de acontecimientos que le llevaron a pilotar aviones en una escuadrilla rusa, a hacer misiones especiales en Francia, a trabajar para los alemanes, incluso a ser prisionero por unos d¨ªas de los americanos en el desembarco de Normand¨ªa. Termin¨® la guerra con grado de teniente, y con sus conocimientos de los motores diesel y la electricidad ha vivido en Francia hasta la llegada de la democracia a Espa?a, donde el Gobierno le reconoci¨® el grado de teniente coronel.
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