Los pactos de la izquierda se multiplican
PSOE e IU ignoran las cr¨ªticas del PP y pactar¨¢n en m¨¢s municipios que en 1999
Ma?ana comienza una semana de actividad trepidante para llegar a acuerdos sobre gobiernos de coalici¨®n en numerosos ayuntamientos y varias comunidades aut¨®nomas. Los partidos tienen previstas multitud de reuniones para pactar los programas de actuaci¨®n conjunta y detallar, en su caso, el reparto de concejal¨ªas y consejer¨ªas. Aunque antes de que todo eso quede firmado habr¨¢ presiones, ruptura temporal de negociaciones... Pero los negociadores saben desde ahora que s¨®lo los pactos permitir¨¢n a sus grupos gobernar centenares de localidades donde ninguna fuerza dispone de mayor¨ªa absoluta.
A las direcciones de los partido les preocupa que en muchos pueblos peque?os, donde las enemistades son personales o familiares, sus representantes les pueden dar una sorpresa el pr¨®ximo s¨¢bado cuando se constituyan los 8.108 consistorios de toda Espa?a. No obstante, los dirigentes de las dos principales fuerzas de izquierda, PSOE e IU, destacan su determinaci¨®n de llegar a acuerdos, pese a la cr¨ªticas del PP, que superar¨¢n a los firmados hace cuatro a?os.
Los pactos "social-comunistas", como los define el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tienen una larga tradici¨®n desde la elecciones municipales de 1979. De hecho, en ese a?o marcaron la antesala de la llegada de los socialistas al poder. No obstante, quedaron interrumpidos 1995 y 1999, cuando IU de distanci¨® totalmente del PSOE y Anguita cultiv¨® una buena relaci¨®n con Aznar.
Balance positivo
Estos ¨²ltimos cuatro a?os, en los que el PSOE e IU han gobernado juntos m¨¢s de 200 localidades, han sido muy positivos, seg¨²n ambas formaciones. Por eso ahora no s¨®lo se repetir¨¢n los pactos, sino que aumentar¨¢n. Seg¨²n los c¨¢lculos, no definitivos, se estima que superar¨¢n los 300, la mitad de ellos en Andaluc¨ªa.
La estrella de todos ellos, el escaparate en el que se mirar¨¢n los dem¨¢s, es el acuerdo PSOE-IU para arrebatar al PP la Comunidad de Madrid, donde ha gobernado los ¨²ltimo ocho a?os. Las negociaciones para formar un Gobierno de coalici¨®n atraviesan ahora un dif¨ªcil momento, ya que IU exige al PSOE la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y amenaza con no entrar en el Ejecutivo de Rafael Simancas si se le deniega esa pretensi¨®n. Al margen de ese obst¨¢culo, Simancas y Fausto Fern¨¢ndez tratar¨¢n de demostrar que la izquierda puede gestionar con eficacia uno de los mayores presupuestos auton¨®micos y gobernar conjuntamente a cinco millones y medio de personas.
En esta comunidad, donde los pactos de la izquierda han sufrido dos derrotas importantes en Alcal¨¢ de Henares y M¨®stoles, el pacto PSOE-IU ser¨¢ el que determine el gobierno municipal de 15 ciudades importantes, muchas de ellas en la zona sur. En esos municipios viven m¨¢s de 700.000 personas. Las buenas relaciones entre PSOE e IU en estas ciudades han permitido que los socialistas, incluso con mayor¨ªa absoluta, den entrada en sus gobiernos a los concejales de la federaci¨®n de izquierdas para reforzar la sensaci¨®n de unidad.
Los pactos entre estas dos formaciones, especialmente en Madrid, pero tambi¨¦n en el resto de Espa?a, pasan por pol¨ªticas que PSOE e IU consideran primordiales de cara a su electorado: recuperaci¨®n de los servicios y de la inversi¨®n p¨²blica, universalizaci¨®n de todos esos servicios, reducci¨®n de la precariedad laboral y, sobre todo, medidas para favorecer el acceso a la vivienda. Tanto el PSOE como Izquierda Unida defienden la construcci¨®n de gran n¨²mero de viviendas de protecci¨®n oficial y facilitar pisos en alquiler barato a miles de j¨®venes. De la gesti¨®n del suelo que hagan los ayuntamientos depender¨¢ en gran parte el ¨¦xito o fracaso de estas pol¨ªticas, seg¨²n reconocen representantes del PSOE y de IU.
Guadalajara y Segovia tambi¨¦n pasar¨¢n a tener gobiernos de coalici¨®n PSOE-IU, pero son una excepci¨®n en sus respectivas comunidades ya que, fuera de Madrid, la norma general en Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja y Murcia es la mayor¨ªa absoluta.
Dificultades en Asturias
M¨¢s dif¨ªcil parece el acuerdo entre los socialistas e Izquierda Unida para gobernar juntos la Comunidad de Asturias. Los socialistas han perdido su mayor¨ªa absoluta por un solo diputado, y no quieren que la federaci¨®n de IU entre en el Ejecutivo cuando el apoyo que necesita de ella es tan escaso en n¨²mero de esca?os. En Canarias, el pacto entre Coalici¨®n Canaria y el Partido Popular facilitar¨¢ los gobiernos en las ciudades medias.
Los socialistas son los grandes protagonistas de los pactos, sobre todo porque al Partido Popular apenas le quedan ya socios para formar alianzas. Pero el PSOE no firma s¨®lo con Izquierda Unida. Los acuerdos con el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), que le dar¨¢n a ¨¦ste la presidencia de esa comunidad aut¨®noma, ha suscitado alguna cr¨ªticas de los dirigentes socialistas de otras comunidades.
Los primeros regionalistas que abandonaron al PP, su rival natural porque compiten por el mismo electorado, para irse con el PSOE, fueron los del Partido Aragon¨¦s (Par). En esta legislatura repetir¨¢n la experiencia, ampliada esta vez al Ayuntamiento de Zaragoza, otra de las grandes ciudades espa?olas donde el pacto ser¨¢ protagonista del nuevo consistorio.
Tambi¨¦n Izquierda Unida tiene previsto realizar acuerdos a varias bandas. Mientras pacta con los socialistas en media Espa?a, en Barcelona a?ade, a trav¨¦s de su socio Iniciativa-Verds, a los nacionalistas de Esquerra Republicana. Y llega al extremo en el Pa¨ªs Vasco, donde pactar¨¢, seg¨²n lo previsto, con el PNV en Bilbao -donde los nacionalistas fueron los m¨¢s votados el 25-M- y en otras ciudades, a la vez que apoyar¨¢ a los socialistas en Renter¨ªa e Ir¨²n, por ejemplo.
Contra natura, y contra la direcci¨®n
Los odios y rencillas tradicionales en pueblos peque?os pueden convertir en socios a te¨®ricos enemigos, y viceversa. Son pactos contranatura, que escapan a las ¨®rdenes de la direcci¨®n y suelen acabar en escisiones de los partidos.
El m¨¢s se?alado de los casos conocidos hasta ahora es el de Valverde del Camino (Huelva), donde el PP, si su direcci¨®n no lo remedia, apoyar¨¢ a un alcalde de IU para evitar que gobierne el PSOE, que qued¨® a 200 votos de la mayor¨ªa absoluta. Algo parecido puede suceder en Camas (Sevilla), donde el candidato de IU es secretario regional de la federaci¨®n de izquierdas.
En Gandesa, de 2.700 habitantes y capital de la Terra Alta, una de las comarcas del Ebro, el candidato a alcalde m¨¢s votado fue Miquel Aub¨¤, que encabezaba una lista de independientes surgida de la oposici¨®n al Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN) y el trasvase del Ebro. Pero a Aub¨¤ le falt¨® un concejal para la mayor¨ªa absoluta. Y antes de lograr el apoyo de Esquerra Republicana (ERC), que tambi¨¦n rechaza el PHN, ha logrado el del edil del PP. Les ha puesto de acuerdo el com¨²n deseo de mantener a CiU en la oposici¨®n.
En Pego, una poblaci¨®n del norte de Alicante, PP, PSOE y el Bloc, con tres concejales cada uno, parecen dispuestos a pactar con tal de desalojar al pol¨¦mico alcalde Carlos Pascual, que ha obtenido ocho. ?ste, de car¨¢cter irascible e inclinaciones desp¨®ticas, ha destacado en los ¨²ltimos a?os por sus constantes muestras de desprecio hacia la oposici¨®n: desde convocar plenos a las siete de la ma?ana, insultar durante los mismos a los socialistas, quitarles la palabra y ordenar su desalojo del sal¨®n de plenos, hasta censurar programas de la emisora municipal de radio.
En Ponteareas (Pontevedra), el BNG ha ofrecido un pacto a PP y PSOE para impedir el acceso a la alcald¨ªa de un independiente. La alcaldesa del municipio, Nava Castro, volvi¨® a ser la m¨¢s votada el 25-M a poca distancia de los nacionalistas, segundos. Castro hab¨ªa heredado la alcald¨ªa de su padre, que gobern¨® desde el franquismo, milit¨® en el PP durante m¨¢s de 20 a?os y fue expulsado del partido poco antes de que la justicia le inhabilitara para ejercer cargos p¨²blicos. Los nacionalistas ya trataron de formar un gobierno de salvaci¨®n hace cuatro a?os, pero el PP se resisti¨® al pacto.
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