Algunos consejos atrevidos al PSPV
Escribir ayuda a comprender, le dijo Doris Lessing a nuestra Maruja Torres. Confiando ciegamente en esta aseveraci¨®n, tecleo mi ordenador cual taumaturgo; espero as¨ª que del negro sobre blanco de la pantalla salga alguna idea que me ilumine sin cegarme, pues algunas "ideas", como es sabido, impiden ver igual que la m¨¢s profunda oscuridad, y una y otra deben evitarse. Dicho de otro modo: estoy convencido de que es mejor la peque?a luz sobre la barricada que el foco deslumbrante que termina delat¨¢ndonos.
El 25-M, en efecto, nos ha dejado algunas sombras a los progresistas de este pa¨ªs, aunque tambi¨¦n algunas esperanzas (pienso en t¨¦rminos comparativos en la situaci¨®n en la que han quedado los socialistas murcianos como consecuencia de la pol¨ªtica con el agua del PP). En todo caso, no debemos dar palos de ciego, y alguno se ha dado ya; no podemos caer en la depresi¨®n empujados por los agoreros, pero tampoco dejarnos seducir por los que solucionan las gripes con el bistur¨ª, voyeurs de un canibalismo dej¨¤ v¨² en el seno del PSPV-PSOE. Lo escrib¨ªa Josep Torrent en este mismo lugar y no le faltaba raz¨®n; que los se?ores de la guerra no afilen sus cuchillos; no son tiempos para la cirug¨ªa (excepto si se quiere, para la pl¨¢stica embellecedora); dejemos la ¨¦pica (sangrienta) que s¨®lo produce tristeza y des¨¢nimo entre los socialistas, desconfianza entre los "agn¨®sticos" (en terminolog¨ªa m¨¢s propia, "indecisos") y agua en la boca de la derecha; la ¨¦pica, como sentenci¨® Jorge Luis Borges, para la poes¨ªa, pero no para la pol¨ªtica, al menos no con los compa?eros de viaje.
Curioso, pero el negro sobre blanco empieza a decir cosas. Va a tener raz¨®n Lessing. ?Y si pongo "PP" en la pantalla, qu¨¦ dir¨¢ el ordenador? Pues dice "borrachera de ¨¦xito de Zaplana y sus chicos/as". Y s¨ª, aparecen otras letras que arrancan del recuerdo de un texto de un intelectual de los que ya no se leen y que seg¨²n creo viene al pelo. Escribi¨® Gadamer que el aislamiento, tambi¨¦n el producido por el ¨¦xito, el ensimismamiento de los vencedores, es el s¨ªntoma m¨¢s claro de la autoenajenaci¨®n, de la locura. Pienso en el PP-CV de Zaplana y en sus enso?aciones de inmortalidad. Dejemos que el PP-CV enloquezca en la creencia de su car¨¢cter eviterno. Porque, incluso cuando se tiene raz¨®n, y no es el caso a pesar de los votos (perm¨ªtanme la san¨ªsima disidencia, elemental por otro lado), uno no es para siempre, porque, si se dice la verdad, crecen los enanos que acaban con uno, y si se contemporiza siempre, se termina descubriendo el fraude, y tambi¨¦n acaban con uno. El PP, ni dice la verdad (normalmente), ni contemporiza, sino que avasalla a todo aquel que discrepa y esto los hace m¨¢s r¨¢pidamente inmortales, malgr¨¨ lui. Llevados en volandas por m¨¢s de 1.000.000 de votos (eso s¨ª, s¨®lo 6.000 si contamos en euros -hasta va a ser gracioso este ordenador-), se han olvidado de los frenos y cabalgan como el s¨¦ptimo de caballer¨ªa, con la bandera del patriotismo constitucional que ya s¨®lo se entiende a su manera aunque le pese al reciente Premio Pr¨ªncipe de Asturias J¨¹rgen Habermas. Es la tiran¨ªa de la mayor¨ªa que denunci¨® hace siglo y medio un gran liberal, Alexis de Tocqueville, manoseado por cierto hasta el abuso en la FAES, la Fundaci¨®n que presidir¨¢, ya a tiempo completo, el Aznar post2004.
?Alguna idea m¨¢s, querido ordenador? Pues vaya, s¨ª: que todo esto no debe interpretarlo el PSPV-PSOE como una llamada a esperar debajo del manzano a que caigan de maduras (no digo de podridas), porque esto en realidad ser¨ªa terminar encaramado en el ¨¢rbol tradicional y simb¨®lico, que como todo el mundo sabe, es la higuera. Bien al contrario, debe empezar, si se me permite el consejo (se ha vuelto humilde este ordenador) por hacer ciertas cosas, b¨¢sicas seg¨²n creo:
1.- La cohesi¨®n del partido, y lo que es una exigencia imprescindible de ¨¦sta, a saber, la renovada confianza en Pla y en su equipo, no debe llevar ni al grito tribal de "prietas las filas", s¨®lo rentable a corto plazo y cuando se tiene el poder (pi¨¦nsese en la movilizaci¨®n a favor del PP en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, no s¨®lo de sus militantes, sino tambi¨¦n de algunos mercenarios de la pluma, que redujo, produciendo no pocos equ¨ªvocos y m¨¢s ilusiones, la abstenci¨®n), ni a la incomunicaci¨®n con la sociedad civil, en particular con la Universidad y los intelectuales de nuestro pa¨ªs, en una suerte de "jaula de cristal" a la inversa.
2.- El PSPV durante los pr¨®ximos cuatro a?os, aunque esto vale tambi¨¦n para el PSOE a nivel nacional en el a?o que le queda hasta las elecciones de 2004, tiene que denunciar con mayor intensidad y desenmascarar algunas apropiaciones indebidas de la derecha valenciana y espa?ola: en particular, la defensa de la libertad, que sigue muchas veces en su aplicaci¨®n actual el viejo lema, y sobre todo tr¨¢gico para muchos, extra¨ªdo de un poema de Pottier de 1880, del "laissez faire, laissez passer"; un lema que se concreta en la pr¨¢ctica garantizando s¨®lo la libertad de comercio y financiera, pero no la libertad como no dominaci¨®n de unos sobre otros, de los poderosos sobre los d¨¦biles, del rico sobre el pobre, del hombre sobre la mujer, o del integrista, de la religi¨®n que sea (aqu¨ª domina la cat¨®lica) sobre el laico. Es la libertad que no se olvida de los derechos sociales, sobre todo de la educaci¨®n y de la sanidad, que debe defenderse sin ambages.
3.- Si los socialistas valencianos quieren ser una alternativa real al gobierno del PP deben conseguir presentarse ante la sociedad como el mascar¨®n de proa de la mejor Valencia, la liberal, la progresista, la igualitaria, la solidaria, incluso, si se me permite, la republicana porque no lo digo en el sentido de antimon¨¢rquica. No puede ser que el PP siga comi¨¦ndole el terreno al PSOE en lo que han sido sus tradicionales banderas ideol¨®gicas, al tiempo que anuncia a bombo y platillo el fin de las ideolog¨ªas, y aqu¨ª empieza otra de las tareas ineludibles: no consentir que se tergiverse la historia, ni la m¨¢s reciente, ni la m¨¢s lejana. Ni el patriotismo constitucional, bien entendido claro, ni el Estado del Bienestar pueden caer, mediante la pura y burda propaganda, en el cesto del PP, en su haber, al menos no en el sentido exclusivo y excluyente con el que lo vienen haciendo. Hay que volver a contar la historia de Espa?a para que Aznar no pueda decir sin rubor que su referente intelectual y pol¨ªtico es D. Manuel Aza?a. Hay que conseguir que afloren en toda su magnitud los abusos ling¨¹¨ªsticos y sobre todo los sem¨¢nticos del PP, que encierran, bajo grandes palabras y nobles conceptos, pol¨ªticas p¨²blicas muy conservadoras. Hay, en suma, que volver a leer a Max Aub, ese valenciano que naci¨® en Par¨ªs y que con raz¨®n cre¨ªa que "uno es de donde hace el bachillerato", y ¨¦l lo hizo en el Luis Vives, otro ilustre espa?ol valenciano, como Tom¨¢s y Valiente. Y ¨¦sta es la senda que hay que transitar y no otra, seg¨²n cree mi ordenador, al margen de caladeros. Escribir, es verdad, ayuda a comprender.
Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes es profesor titular de Filosof¨ªa del Derecho de la Universitat de Val¨¨ncia.
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