Una parcela virtual
El juego m¨¢s popular para los aficionados al rol en red permite poseer vivienda propia en Britannia
Ultima Online. Reverencia, reverencia, reverencia. Que un videojuego siga vendi¨¦ndose bien, cinco a?os despu¨¦s de su lanzamiento, y que su inmensa comunidad de usuarios paguen cada mes 12 euros de suscripci¨®n por acceder al mundo virtual de Britannia, no se merece menos. La ¨²ltima expansi¨®n de la creaci¨®n de Origin es Age of Shadows y supone una serie de mejoras que vuelven a colocar a Ultima Online entre las opciones m¨¢s interesantes para los aficionados a tener vidas paralelas.
Para entrar en situaci¨®n es conveniente recordar que Ultima Online es un juego de rol multijugador que permite acceder a un universo permanente donde desarrollar la vida de un personaje, curti¨¦ndole en distintas artes, ya sea como mago, guerrero o herrero. Cada cuenta permite tener hasta cinco personajes distintos. Una vez dentro de Britannia el jugador puede moverse libremente, charlar o luchar con los dem¨¢s personajes del juego gobernados por usuarios de todo el mundo, matar monstruos ¨¦picomedievales a cambio de quedarse con sus posesiones, realizar aventuras propuestas por los gamemasters y acumular deslumbrantes riquezas virtuales, desde m¨¢gicos anillos hasta miles de monedas de oro.
'Ultima Online: Age of Shadows'
Desarrolla: Origin
Distribuye: Electronic Arts
Plataforma: Windows
G¨¦nero: Rol Online
Edad recomendada: Mayores de 18 a?os
Precio: 40 euros
Internet: www.uo.com
Cuando se deja el juego el mundo virtual no se detiene. Al volver a acceder unos d¨ªas m¨¢s tarde, el jugador reaparece en el mismo sitio manteniendo sus posesiones y experiencia, pero el entorno puede haber cambiado.
Age of Shadows es una expansi¨®n que, a pesar de lo que puede parecer, no necesita el juego original ya que en realidad es todo Ultima Online junto con una serie de mejoras a las que s¨®lo tienen acceso quienes adquieran esta edici¨®n. Al comprarlo se obtiene un mes gratuito y si se quiere seguir jugando hay que pagar una suscripci¨®n. Con Age of Shadows se puede acceder a un nuevo territorio llamado Malas, donde habitan 20 nuevos tipos de monstruos. Pero la principal novedad es la posibilidad de construir casas destinadas a convertirse en el hogar de los personajes y donde guardar los preciados tesoros conseguidos durante las andanzas de los mismos.
Inicialmente cada personaje pod¨ªa tener su casa, es decir, hasta cinco casas por cuenta. Dada la ligereza con la que se multiplicaron las edificaciones y la fuerte especulaci¨®n que se gener¨®, que paralelamente desbord¨® los servidores de juego, se cambiaron las reglas y ahora s¨®lo se puede tener una casa por cada cuenta de jugador.
Las novedades no terminan ah¨ª, pues se ha reestructurado el sistema de da?os para que los combates sean m¨¢s ¨¢giles y entretenidos, ya sea entre jugadores o contra los distintos monstruos. Estos cambios favorecen una cooperaci¨®n entre jugadores y refuerza el factor socializador del t¨ªtulo. A partir de ahora ser¨¢ muy frecuente que entre jugadores e incluso entre gremios organizados se produzca un di¨¢logo con la mira puesta en combatir una fiera criatura de forma conjunta y repartirse el bot¨ªn conseguido.
Se han realizado mejoras en la interfaz de usuario y ahora es m¨¢s f¨¢cil mover y redimensionar las m¨²ltiples ventanas que se necesitan para gestionar correctamente todas las acciones que es capaz de hacer un personaje. Sin embargo el pobre Ultima Online se est¨¢ quedando viejo, vetusto. Incluso con su nuevo cliente en tres dimensiones. Cinco a?os es mucho tiempo para el mundo del videojuego y el concepto es muy v¨¢lido pero la forma como se desarrolla, con continuos tirones por culpa del lag de los servidores, agravado m¨¢s a¨²n por la presencia masiva de casas de los jugadores, proporciona una experiencia de juego s¨®lo aceptable por los jugadores empedernidos. Un mundo fascinante, sin duda, pero de muy complicado acceso para usuarios noveles si no dominan el ingl¨¦s y no tienen amplias nociones del g¨¦nero del rol.
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