Vida tras la muerte
Con 38.877 carn¨¦s de donantes, Navarra alcanza un r¨¦cord hist¨®rico en la donaci¨®n de ¨®rganos
La cultura de la donaci¨®n, heredada de la Asociaci¨®n navarra de Donantes de Sangre, y el intenso trabajo de detecci¨®n realizado por la red de coordinadores ha situado a la Comunidad foral en par¨¢metros de donaci¨®n de ¨®rganos muy superiores a la media espa?ola. Adem¨¢s, las negativas familiares son extraordinariamente inferiores a la media de rechazos europea y norteamericana. El Gobierno foral acaba de explicar algunas de la claves del ¨¦xito de su programa de trasplantes, que ha conducido a la regi¨®n a un n¨²mero jam¨¢s alcanzado de carn¨¦s de donantes de ¨®rganos con 38.877 potenciales donantes.
En los ¨²ltimos siete a?os se han realizado en Navarra 452 trasplantes y se han registrado 154 donantes, lo que constata cifras medias de entre 30 y 45 casos por mill¨®n de habitantes que superan ampliamente la estad¨ªstica media espa?ola (33) y estadounidense (23).
El ¨ªndice de rechazos familiares es un 50% inferior a la media espa?ola y cuatro veces inferior a la europea
Estas altas cifras de donaci¨®n tienen su origen en un porcentaje de negativas muy inferior a la media internacional. Seg¨²n la memoria del programa navarro de trasplantes, presentado este mes por el departamento de Salud del Gobierno de Navarra, en los ¨²ltimos siete a?os (1995-2002) apenas un 13,5% de las familias de donantes detectados se negaron al trasplante, porcentaje que desde 2000 se ha reducido al 9,1% y que en 1996 lleg¨® a ser de un 0%. En Espa?a esas cifras se duplican y en el ¨¢mbito comunitario o norteamericano las negativas alcanzan el 40 y el 50%.
?Cu¨¢l es la clave del ¨¦xito del programa navarro? Seg¨²n Josefina Ripoll, coordinadora del programa de trasplantes, la primera clave es la cultura social de la donaci¨®n. Y en Navarra esa cultura tiene un responsable, la Asociaci¨®n de Donantes de Sangre, que ha situado a la Comunidad foral a la cabeza de Espa?a en proporci¨®n de donantes. Ese trabajo previo, unido a la baja tasa de negativas, garantizan unos resultados muy positivos del programa. Pero, ?por qu¨¦ hay tan pocas negativas al trasplante de ¨®rganos?
Al margen de la generosidad de la poblaci¨®n, parece evidente, seg¨²n los responsables del programa, que la eficacia de los sistemas de detecci¨®n hospitalaria de donantes, la profesionalidad de los centros y los excelentes resultados de supervivencia de los trasplantados han configurado un cuadro socialmente reconocible que incide directamente en la voluntad de donar.
Las cifras lo demuestran. En trasplantes de ri?¨®n (232), Navarra se sit¨²a en 55,2 donantes por mill¨®n de habitantes (Espa?a, en 47,3); en coraz¨®n (71) son 19,3 frente a 7,4 de media nacional, y en h¨ªgado (149), en 33,3 por 24,7 en el Estado.
El programa denominado Pamplona complementa las donaciones de ¨®rganos con una red de detecci¨®n de donantes de tejidos y c¨¦lulas humanas, que en muchos casos son donadas por las familias de fallecidos que, debido a las circunstancias de la muerte, no pueden donar sus ¨®rganos. El Instituto Navarro de Medicina Legal es el foco de atenci¨®n de este programa. Los equipos de SOS Navarra se coordinan con los de donaci¨®n y los forenses para acelerar el proceso ante eventuales donantes. En 2002 se realizaron 327 extracciones de c¨®rneas en Virgen del Camino y 77 en la Cl¨ªnica Universitaria.
Aliviar el duelo
En este proceso, la formaci¨®n de los profesionales encargados de la relaci¨®n con las familias es esencial. Un ejemplo de su buen hacer es el resultado obtenido en 1999 en el Hospital de Navarra. Del 100% de las muertes encef¨¢licas registradas, el 85,7% eran potenciales donantes (68% en el ¨¢mbito Insalud) y la totalidad de ese porcentaje se transform¨® en donante real, frente a un 48% en el territorio Insalud.
El consejero de Salud de Navarra, Santiago Cervera, ha recordado, no obstante, que a pesar del esfuerzo p¨²blico, el factor donante es esencial y debe seguir creciendo para evitar que fallezcan, como ocurri¨® en 2002, un 7,7% de los pacientes en lista de espera para recibir un coraz¨®n o un 9% de los que esperaban un h¨ªgado.
Ripoll subraya que la donaci¨®n es un privilegio que transforma la muerte en vida y recuerda que el programa se encarga de entrevistarse con las familias tras las donaciones. El resultado de ese contacto humano sostenido es que en el 100% de los casos la donaci¨®n contribuy¨® a aliviar el duelo.
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