La madurez de Javier Sol¨ªs

Variada en todo y muy irregular la novillada de Ana Mar¨ªa Boh¨®r-quez. Desde el inv¨¢lido que abri¨® plaza, que rod¨® varias veces por la arena, hasta el buen y en cierta medida poderoso quinto, que recibi¨® tres fuertes varas. Tambi¨¦n los hubo con mal estilo y peligro, como el segundo. Una prenda m¨¢s pendiente del torero que de la muleta, que adem¨¢s anduvo como desorientado en varas y manseando sin disimulo. Y por temple y bondad, el cuarto, un noble novillo pero tambi¨¦n muy justo de trap¨ªo. Del estilo parecido del segundo fue el tercero. El de m¨¢s alzada de tan desconcertante lote, que tambi¨¦n sac¨® peligro por el pit¨®n izquierdo, que nunca humill¨® y acab¨® los muletazos con un molesto y muy inc¨®modo derrote. La novillada la cerr¨® el m¨¢s hecho de todos, pero por contra tambi¨¦n el m¨¢s parado.

Para Javier Sol¨ªs fue el inv¨¢lido primero y el bondadoso cuarto, todo un contraste. A novillero tan hecho como Sol¨ªs le vino peque?o el que abri¨® plaza, al que aplic¨® una insistente y absurda porf¨ªa que acab¨® por no tener sentido. Una lucha desigual, ins¨ªpida e incolora.

Aun con las fuerzas justas, la nobleza del cuarto fue virtud que sobresali¨® por encima de aquel defecto. Sol¨ªs lo entendi¨®, aunque las dos primeras series con la derecha pecaron de cierta aceleraci¨®n. Se asent¨® m¨¢s con la muleta en la izquierda, templ¨® y logr¨® los mejores momentos.

Lumbrerita y David Garc¨ªa son dos novilleros valencianos muy nuevos en todo, tanto que para ¨¦ste era su debut con picadores. Se les not¨® la falta de recursos t¨¦cnicos, sobre todo en los deslucidos y comprometidos segundo y tercero. Lumbrerita luch¨® con sinceridad contra su primero y con el importante quinto aprovech¨® el viaje del novillo con mejores intenciones que resultados. El peor parado fue David Garc¨ªa, pero no se amilan¨® y mostr¨® firmeza ante novillos que se lo pusieron tan dif¨ªcil.