"Antes, los forenses eran unos empollones, ahora son h¨¦roes"

Lleva lentillas de colores. Palabra de maquilladora de Tele 5, cuyos estudios visit¨® ayer Gary Dourdan haciendo un alto en la grabaci¨®n de CSI. En la ficci¨®n es Warrick Brown, uno de los detectives de Grissom (William Petersen). El ¨²nico que naci¨® en Las Vegas, escenario donde el equipo de forenses explica a la polic¨ªa c¨®mo se han cometido horrendos cr¨ªmenes, casi siempre a partir de pruebas poco menos que circunstanciales. "Desde Colombo", los cient¨ªficos eran "unos empollones, ahora son los h¨¦roes", defiende Dourdan, aunque -a la vista de clamorosos fallos judiciales- sea en la ficci¨®n. "Nos tomamos muchas licencias y resolvemos en 45 minutos casos que en la vida real tardan a?os en explicarse".

"Vivimos en un mundo que reclama informaci¨®n", argumenta el actor para explicar el ¨¦xito de la serie: m¨¢s de cuatro millones de espectadores de media han seguido en Espa?a los 46 cap¨ªtulos emitidos hasta ahora por la cadena de Mediaset, y en la CBS termina la temporada estadounidense por delante de reality shows como American idol -una revisi¨®n de OT- o series como Friends y Urgencias. Y eso que el panorama en las cadenas norteamericanas no es mucho m¨¢s alentador que en las espa?olas: "Los productores s¨®lo est¨¢n dispuestos a invertir en formatos rentables. A nosotros nos abandonaron a los seis meses del estreno, pero cuando al a?o era un ¨¦xito volvimos a recuperar su confianza y todo el mundo se quiso apuntar la medalla", reconoce. "Los reality shows son para vagos", protesta. Y no se conforma: "Ahora el reto es hacer algo muy nuevo, muy fresco, muy real, y que los guionistas no se duerman en los laureles".

En el reparto, a Dourdan le ha tocado interpretar al atormentado de oscuro pasado. En este caso dominado por la ludopat¨ªa, contra la que lucha en la meca del juego. Un papel que agradece: "Es m¨¢s divertido un personaje as¨ª, que me permita un desarrollo en cuatro dimensiones". En los nuevos cap¨ªtulos -que Tele 5 reserva para 2004-, los guionistas insisten en las tramas personales. "Recibimos mucho correo de espectadores que se interesaban por las vidas de Grissom y sus chicos. Y los actores, para interpretarlos y para enfrentarnos a las entrevistas, tambi¨¦n necesit¨¢bamos saber m¨¢s". Por el libreto, Dourdan sabe del pasado de Brown, que trabaj¨® de pianista de jazz o que un desenga?o amoroso le convirti¨® en un esc¨¦ptico.

Nueve d¨ªas trabaja el equipo en cada episodio de CSI, en jornadas maratonianas de 14 horas. Los forenses-asesores no dejan el plat¨®, "pendientes de que la acci¨®n resulte lo m¨¢s veros¨ªmil posible". "Y hay que trabajar duro para que el lenguaje tan t¨¦cnico que empleamos suene natural", a?ade. Antes de empezar a rodar, los actores se fueron de ronda con las polic¨ªas de Los ?ngeles -donde se graba en plat¨®- y Las Vegas -donde se ruedan los exteriores- y visitaron los laboratorios para empaparse del protocolo. "All¨ª s¨ª conoc¨ª casos horribles, peores que cualquiera salido de los guiones".

En sus ratos libres, Dourdan pinta acuarelas y pincha discos. Y se pluriemplea como productor de nuevos grupos de m¨²sica, despu¨¦s de abandonar a su banda de Nueva York cuando el mundo de la interpretaci¨®n se lo llev¨® para la costa oeste de Estados Unidos. Despu¨¦s de atender a la prensa, Dourdan sale corriendo para buscar por Madrid una guitarra espa?ola.