"O ¨¦l o yo; los dos somos demasiados"

"O Roy Makaay o yo. Pero los dos no podemos seguir". Diego Trist¨¢n no defraud¨® ayer en su reaparici¨®n ante los medios informativos despu¨¦s de siete meses sin asomarse a un micr¨®fono. El desquite a tan largo silencio fue el ruidoso anuncio de que el delantero sevillano se declara incompatible con el otro goleador del Deportivo, el holand¨¦s Makaay. No hay diferencias personales sino una rivalidad puramente deportiva por el puesto de ariete del equipo, una impresi¨®n que se encarg¨® de reforzar el holand¨¦s adhiri¨¦ndose al aviso de su compa?ero. "Diego tiene raz¨®n. Estamos nosotros dos y Luque, y somos demasiados delanteros para una sola plantilla", declar¨® Makaay a la emisora Radio Coru?a de la Cadena SER.

Las lesiones y el estado de forma de Makaay relegaron este a?o a Trist¨¢n a un segundo plano, y el delantero internacional no parece dispuesto a arriesgarse a otro a?o igual. Un nuevo dilema para el entrenador, Javier Irureta, y el presidente, Augusto C¨¦sar Lendoiro, que anoche ten¨ªan previsto proseguir las negociaciones para prolongar un a?o m¨¢s el contrato del t¨¦cnico.

Desde noviembre, Trist¨¢n se hab¨ªa sumergido en el hermetismo. El delantero estaba escaldado tras una pol¨¦mica que empez¨® en un duelo dial¨¦ctico con Irureta -el futbolista se quej¨® de que jugaba poco- y acab¨® en un debate p¨²blico sobre sus salidas nocturnas.

El curso tampoco fue muy propicio para acallar la tormenta, y el delantero ha esperado al final para pedir la palabra y plantear sus condiciones. Trist¨¢n fue claro. Tanto ¨¦l como Makaay tienen ofertas de otros clubes, y el Deportivo debe elegir a quien de los dos prefiere vender. "Roy tambi¨¦n se quiere marchar", reconoci¨® el delantero sevillano. "Tiene cosas por ah¨ª y debe aprovechar el gran a?o que ha hecho. Creo que mantener a los dos en el mismo equipo un a?o m¨¢s es bastante dif¨ªcil. Ahora mismo mi ¨²nica ilusi¨®n y mi ¨²nico deseo es seguir aqu¨ª, pero est¨¢ claro que se abren muchas puertas y hay inter¨¦s de grandes equipos".

A Makaay le falt¨® tiempo para sumarse a las palabras de su compa?ero, con el que, tras algunas tiranteces pasadas, parece mantener una buena relaci¨®n personal, por encima de la rivalidad deportiva. El holand¨¦s ya hab¨ªa dejado caer mensajes en las ¨²ltimas semanas para forzar al club a que lo venda. Se quej¨® de que no le hayan incrementado el sueldo y anunci¨® que, en el peor de los casos, abandonar¨ªa el Deportivo al finalizar su contrato, en 2005. Al poco tiempo, el Bayern de Munich admit¨ªa p¨²blicamente su inter¨¦s por ¨¦l.

Si le diesen a escoger a Irureta, es probable que se decantase por Makaay, un jugador m¨¢s de su gusto y que le ha planteado menos conflictos que Trist¨¢n. Pero los intereses del club pueden ir por otro lado, ya que la cotizaci¨®n del holand¨¦s est¨¢ al alza tras la temporada m¨¢s brillante de su carrera, en la que tiene casi asegurados el trofeo Pichichi de la Liga espa?ola y la Bota de Oro al mejor goleador.

A Trist¨¢n le ha ocurrido lo contrario: era el m¨¢s cotizado al terminar la campa?a anterior, pero su gris desempe?o en este curso lo ha devaluado ante un posible traspaso.

Al tiempo que los dos delanteros deportivistas lanzaban su desaf¨ªo, el presidente Lendoiro ten¨ªa previsto reunirse anoche con el representante de Irureta, Miguel Santos, para ultimar los detalles sobre la renovaci¨®n del contrato del t¨¦cnico, dispuesto a seguir en A Coru?a una temporada m¨¢s.