Creaci¨®n en activo
En 1910, Henry James empieza a concebir la novela que debiera haber convertido en tetralog¨ªa la que hasta entonces era la que hoy conocemos como "la trilog¨ªa", compuesta por sus tres ¨²ltimas novelas (Las alas de la paloma, Los embajadores y La copa dorada); tres obras maestras que se elevan sobre su formidable producci¨®n como tres monumentos. Interrumpida en 1914 por el inicio de la Primera Guerra Mundial, la cuarta novela (La torre de Marfil) quedar¨¢ inconclusa a su muerte, en febrero de 1916. Hoy, por fin, los admiradores de James tenemos la ocasi¨®n de leerla en espa?ol, 76 a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n como obra p¨®stuma.
Henry James proyect¨® la novela en diez partes o libros, de los cuales s¨®lo los tres primeros est¨¢n completos (a falta de las correcciones que deseara hacer una vez terminada) m¨¢s un primer cap¨ªtulo del cuarto libro. En estos tres primeros libros asistimos a poco m¨¢s que la presentaci¨®n de los personajes y de las l¨ªneas maestras del conflicto que los atrapa. Los principales son dos parejas que no dejan de recordar a las dos parejas de La copa dorada s¨®lo que en este caso Maggie y su padre (los ricos americanos) se corresponder¨ªan con Rossana Gaw y Graham Fielder, dos j¨®venes herederos de sendas fortunas; Charlotte Stant, la amiga pobre de Maggie, tendr¨ªa su correspondencia en el personaje de Cissy Foy y el c¨ªnico pr¨ªncipe Amerigo en el elegante y apuesto buscavidas Horton Vint. La pareja pobre parece dispuesta a dar caza a los dos j¨®venes herederos
LA TORRE DE MARFIL
Henry James
Traducci¨®n de J. M. Ben¨ªtez Ariza
Pre-Textos. Valencia, 2003
304 p¨¢ginas. 16,35 euros
... y poco m¨¢s. Pero hay diferencias de importancia, naturalmente.
La primera de todas, el tema. Estamos en Norteam¨¦rica, no en Europa (de hecho, Graham, educado en Europa, vuelve a ver a su t¨ªo antes de morir a instancias de Rossana). Y en esa Am¨¦rica, a juzgar por el primer despliegue que hace James, se est¨¢ imponiendo un solo valor: el dinero. De hecho la novela tiende a ser una novela sobre el valor del dinero y su influencia moral en la sociedad americana, lo que pasa es que eso apenas queda iniciado en el texto, pero su importancia se manifiesta en las notas de James para la elaboraci¨®n de la novela. Estas notas -m¨¢s de sesenta p¨¢ginas- acompa?an a esta edici¨®n y son de extraordinaria importancia, como luego veremos.
La segunda diferencia es el propio texto. Ya en la trilog¨ªa, James se aleja aparentemente del entorno de los personajes para centrarse en su sustancia moral. Su maestr¨ªa ha llegado a tal grado que puede permit¨ªrselo: son, especialmente en la tercera, actitudes del alma sin otra cobertura que las almas mismas. En La torre de Marfil la escritura se abisma en s¨ª de tal modo que el escenario son los personajes, el escenario tradicional desaparece pr¨¢cticamente y el alambicamiento textual, la sensaci¨®n de que complica a extremos hist¨¦ricos el ahondamiento en esa sustancia moral tiene todo que ver con su intenci¨®n: ha ajustado el ojo al alma de manera total y exhaustiva y la escritura se dispone a revelar el mundo en y desde los personajes y para ello entra en un territorio mental en el que las formas de conocimiento se fecundan a s¨ª mismas, lo que les permite desprenderse de la acci¨®n cuando desean como la serpiente de su piel.
Rossana le dice a Graham en un determinado momento: "Tener que ver con el dinero consiste, como sabe, en las cosas que uno hace por ¨¦l". Y el se?or Betterman, a su heredero Graham: "Yo era el negocio. En este mundo no he sido m¨¢s que negocio... porque no puedo ser otra cosa. Me refiero a que para eso tengo esta cabeza". ?Ad¨®nde habr¨ªa llegado esta novela sobre la codicia americana? Bruscamente, James ha cambiado de tema o justamente lo contrario: ha decidido completar su idea del mundo. Pero, como dec¨ªa antes, disponemos de un documento precioso: las notas de elaboraci¨®n de La torre de Marfil. No solamente percibimos en ellas lo que iba a ser la novela sino algo m¨¢s: es un documento extraordinario sobre la creaci¨®n literaria. James escribi¨® numerosos pr¨®logos a sus novelas que constituyen un precioso legado de teor¨ªa literaria, pero lo excepcional de estas notas es que no est¨¢n escritas a posteriori sino a priori; no es una explicaci¨®n de "c¨®mo lo hice" sino una exposici¨®n para s¨ª mismo de "lo que quiero hacer". Y con ello nos entrega un ejemplo en vivo de lo que es la construcci¨®n de una novela, de la estructuraci¨®n de esa urdimbre que luego, al quedar bajo el dibujo que es la novela terminada, s¨®lo un verdadero experto es capaz de husmear y poco m¨¢s. Es Henry James pensando su novela, nada menos. La experiencia es notable para un lector, pero absolutamente recomendable para quien desee ser escritor.
El grado de exquisitez, autodominio y hondura que alcanza aqu¨ª la prosa de James es impresionante. Las dudas, convicciones, retrocesos y descubrimientos, hallazgos y mecanismos de construcci¨®n que contienen las notas son un ejemplo de creaci¨®n en activo. Posiblemente sea un libro s¨®lo para verdaderos amantes de la literatura o incondicionales de James, pero ni uno s¨®lo de ellos deber¨ªa perd¨¦rselo.
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