Maigret en Toulouse
"Toulouse est entr¨¦e en transe. Un odeur de sang, de sperme et de mort flotte sur la cit¨¨ de briques. Un odeur qui rend fou. Depuis pr¨¨s d'un mois, la ville asiste, consentante ou impuissante, ¨¤ un espectacle hard grandeur nature" (Marie-France Etchegoin. Le Nouvel Observateur, 18 de junio).
Cuando estuve en Toulouse, el pasado 4 de abril, para participar en una lectura de la obra literaria de mi amigo Juan Mars¨¦, el affaire Al¨¨gre no ocupaba m¨¢s de una docena de l¨ªneas en La D¨¦p¨ºche du Midi. La informaci¨®n del peri¨®dico se limitaba a recoger las ¨²ltimas investigaciones policiales en torno a unos posibles asesinatos de prostitutas (que en su d¨ªa fueron calificados como suicidios o simplemente ignorados), cometidos hace 10 o 12 a?os por un proxeneta llamado Patrice Al¨¨gre, el cual habr¨ªa reconocido su autor¨ªa desde la celda de la c¨¢rcel en la que cumple pena de "prison ¨¤ perp¨¦tuit¨¦" por otros cinco asesinatos y seis violaciones. Asimismo, el peri¨®dico informaba de que los polic¨ªas que investigan esos posibles asesinatos (la c¨¦lula Homicide 31) hab¨ªan identificado e interrogado a un par de prostitutas, Fanny y Patricia, que hab¨ªan trabajado para Al¨¨gre, las cuales habr¨ªan confirmado las declaraciones de ¨¦ste sobre los posibles asesinatos, a
l tiempo que habr¨ªan informado a los polic¨ªas de unas org¨ªas sadomasoquistas, de una crueldad extrema, en las que habr¨ªan participado ellas y otras prostitutas (incluso menores), org¨ªas organizadas por Al¨¨gre y a las que sol¨ªan asistir y tomar parte activa "notabilit¨¦s toulosaines tr¨¨s haut plac¨¦es".
Un mes m¨¢s tarde, el 12 de mayo, La D¨¦p¨ºche du Midi informaba de que en el sumario abierto por la magistratura constaban algunos nombres y apellidos de aquellos notables de Toulouse y, al d¨ªa siguiente, Marianne daba uno de ellos: el de Dominique Baudis, diputado de la derecha y alcalde de Toulouse entre 1983 y 2001, en la actualidad presidente del Consejo Superior del Audiovisual franc¨¦s, despu¨¦s de haber estado a punto de presidir la Asamblea Nacional. Baudis, desde el instante en que se siente atacado (pero no hay ninguna prueba de la existencia de esas org¨ªas y de su participaci¨®n en ellas), en vez de guardar silencio y esperar a verlas venir, se monta una campa?a medi¨¢tica (Baudis, antes de ejercer como pol¨ªtico, era un notable periodista televisivo) de autodefensa en la que habla de una conspiraci¨®n contra su persona, conspiraci¨®n en la que est¨¢n implicados, entre otros, el negocio de la pornograf¨ªa (que ¨¦l hab¨ªa combatido desde la presidencia del Consejo Superior del Audiovisual) y el propietario de La D¨¦p¨ºche du Midi, enemigo visceral del ex alcalde.
Total, que el affaire Al¨¨gre, o affaire Baudis, se ha convertido en la mayor atracci¨®n medi¨¢tica del pa¨ªs vecino. Es la palabra de un proxeneta asesino y de dos prostitutas contra la del ni?o mimado, el ni?o bonito de Toulouse, al que acusan de violaciones, de torturas, de haber ordenado el asesinato de un homosexual que estar¨ªa en posesi¨®n de unas supuestas cintas grabadas durante las supuestas org¨ªas, y de no s¨¦ cuantas maldades m¨¢s. Pero, por el momento, no hay ninguna prueba, ninguna cinta, que acuse a Baudis. Todo es un mogoll¨®n de declaraciones y contradeclaraciones, algunas de ellas muy divertidas como la de un travestido llamado Djamel, quien afirma haber participado en las supuestas org¨ªas y haber visto en ellas a... ?Tony Blair!
Huelga decir que en Toulouse no se habla de otra cosa que de las famosas org¨ªas, de las torturas y de los cr¨ªmenes. Y mientras Baudis es entrevistado en TF1 y Patricia en France 2 y Al¨¨gre manda cartas desde la c¨¢rcel a Karl Z¨¦ro de Canal + (y Z¨¦ro las lee), los miembros de la c¨¦lula Homicide 31 han visto aumentado su n¨²mero de apenas una docena a cincuenta y pico, y la burgues¨ªa de la Ville rose se pregunta qu¨¦ habr¨¢ de verdad en todo este tinglado. Si tienen ustedes un amigo en Toulouse y quieren hacerle la pu?eta basta con que le llamen por tel¨¦fono y le digan: "Me han dicho que tu nombre sale en la famosa lista". Una lista en la que, am¨¦n del nombre del ex alcalde, figuran tambi¨¦n los de alg¨²n magistrado, alg¨²n procurador, y un mont¨®n de polic¨ªas supuestamente corruptos.
Como dice Marie-France Etchegoin, un olor a sangre, esperma y muerte flota sobre Toulouse. Una frase digna del extraordinario, fin¨ªsimo olfato de Simenon. Maigret no podr¨ªa encontrar un escenario mejor.
P.S. Una de las consecuencias del affaire ha sido la suspensi¨®n de un acto cultural que hab¨ªa de celebrarse en Toulouse en torno a la ¨²ltima novela de Baudis (s¨ª, tambi¨¦n escribe novelas), Il faut tuer Chateaubriand!, en la que deb¨ªa participar Baltasar Porcel. Mejor as¨ª, no sea que tambi¨¦n lo metan en la famosa lista.
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