La era post-Prozac de Lilly

La farmac¨¦utica Lilly ha apretado el acelerador. Si en la ¨²ltima d¨¦cada sac¨® al mercado siete productos nuevos, en s¨®lo dos a?os y medio se dispone a lanzar ocho. "Tenemos el nivel m¨¢s alto de productividad en innovaci¨®n del sector", dice el presidente de la empresa, Sidney Taurel. Y todo, para superar lo que se les ven¨ªa encima tras vencer la patente de Prozac.

La empresa analiza aumentar m¨¢s de 400 empleos en Espa?a y convertir Alcobendas en centro mundial de un nuevo producto

El Prozac, un innovador y buen tratamiento para la depresi¨®n, protagoniz¨® uno de los fen¨®menos sociales de los noventa. La famosa p¨ªldora se convirti¨® en un medicamento de importancia para doctores y pacientes, y una especie de placebo para ejecutivos agresivos, agobiados por el ritmo fren¨¦tico de los mercados. Eran los buenos tiempos de Wall Street y el Prozac ayudaba, dec¨ªan, a estar despierto, con chispa. En definitiva, con aguante. Su fama traspas¨® el ¨¢mbito cl¨ªnico y entr¨®, incluso, en el mundo de los libros m¨¢s vendidos, los best sellers.

Prozac llev¨® el nombre de su laboratorio descubridor Lilly, a m¨²ltiples hogares. Pero su fama ten¨ªa los d¨ªas contados. En agosto de 2001 venc¨ªa la patente para Estados Unidos, algo que sin duda supuso un duro golpe para la farmac¨¦utica de Indian¨¢polis. Duro, pero esperado.

"Planeamos la situaci¨®n con varios a?os de antelaci¨®n", dice Taurel. Comedido, de exquisitos modales y en un castellano trufado con liger¨ªsimos toques de ingl¨¦s -es hijo de catalana, nacido en Casablanca y de nacionalidad estadounidense desde 1995- el presidente y consejero delegado de Lilly desgranaba en una entrevista en Madrid la pasada semana la estrategia de la empresa.

Aumento de la inversi¨®n

"Desde 1997 empezamos a aumentar mucho la invesi¨®n en I+D, hasta conseguir tener ahora el porcentaje m¨¢s alto de esta industria en relaci¨®n a las ventas, casi un 20%, y multiplicamos los acuerdos de colaboraci¨®n con empresas de biotecnolog¨ªa, con otros laboratorios... El hecho es que llegamos a la final de la patente con ocho productos en fase final de desarrollo". De ellos, cuatro ya est¨¢n en el mercado: Strattera, contra la hiperactividad y la falta de concentraci¨®n; Forsteo, para combatir la osteoporosis; Cialis, contra la disfunci¨®n erectil y Xigris, contra la sepsis severa. Y los otros se lanzar¨¢n entre este a?o y el que viene.

Prozac representaba, seg¨²n reconoce Taurel, el 24% o 25% de todas las ventas de Lilly, "y un porcentaje aun mayor de los beneficios". Tras vencer la patente, sus ventas en Estados Unidos se desplomaron -cayeron hasta en un 80%- y pusieron a prueba la resistencia de la compa?¨ªa. Los ingresos disminuyeron durante cuatro trimestres consecutivos, pero en el ¨²ltimo trimestre del a?o pasado las ventas registraron ya un crecimiento cercano al 4%. Fue el punto de inflexi¨®n. De ah¨ª para adelante, dice Taurel, la recuperaci¨®n de los ingresos ser¨¢ sustancial -en el primer trimestre de este a?o han crecido un 13%- pero no as¨ª la evoluci¨®n de los beneficios por los mayores gastos que supone el lanzamiento de tal cantidad de productos. "Un fuerte lanzamiento", ha recordado Taurel a sus accionistas, "requiere fuerte inversi¨®n de tiempo, dinero y personas, y ello afectar¨¢ como nunca en la historia a nuestros recursos".

Eso a Taurel, no le preocupa. "Los inversores", dice, "entienden muy bien que lo que estamos haciendo garantiza el retorno a largo plazo. Tenemos la mejor cartera de nuevos productos de la industria, ning¨²n otro vencimiento de patente hasta el final de la d¨¦cada y las mayores posibilidades de crecimiento del sector, y esto se refleja en la cotizaci¨®n de la acci¨®n. Estamos entre los tres primeros en expectativa de ganancia por acci¨®n".

La era post-Prozac ha tenido como resultado, seg¨²n Taurel, "una nueva Lilly". "Nuestro fin es sacar productos que antes no exist¨ªan o medicamenos que est¨¦n entre los primeros de esa categor¨ªa, as¨ª que somos mucho m¨¢s productivos. Somos tambi¨¦n m¨¢s interactivos tanto con m¨¦dicos como con pacientes, y somos tambi¨¦n m¨¢s internacionales. La mitad de nuestros dirigentes no han nacido en Estados Unidos".

Lo que no ha cambiado, sin embargo, es la animadversi¨®n de Lilly a las fusiones, un juego del que qued¨® al margen en la d¨¦cada de los noventa, en plena fiebre de adquisiciones, de lo que ahora se congratula. "No son necesarias", dice Tauler, "al contrario, el ¨¦xito de apostar por la innovaci¨®n, bien interna bien apoy¨¢ndonos en colaboraciones con terceros, nos incentiva a seguir en nuestra estrategia".

Pese a ello, el presidente de Lilly cree que la consolidaci¨®n en el sector todav¨ªa no ha terminado. "Veremos m¨¢s fusiones", afirma, "pero ser¨¢n por las mismas malas razones que las realizadas hasta ahora. O sea, por falta de productos y vencimientos de patentes. Las fusiones s¨®lo son una salida a corto plazo, porque procuran recorte de costes. Pero nada m¨¢s". Ello no excluye que si en el camino de la innovaci¨®n Lilly cree conveniente comprar alguna empresa peque?a lo haga, matiza. "Pero lo que no vamos a hacer es tener tama?o s¨®lo por tenerlo".

La empresa en Espa?a

En Lilly, que se sit¨²a entre las diez primeras farmac¨¦uticas del mundo, trabajan 41.000 personas. Sus medicamentos se comercializan en 158 pa¨ªses y su facturaci¨®n alzcanz¨® el a?o pasado 10.464 millones de euros. Con sede central en Indian¨¢polis (EE UU), tiene en Espa?a una de sus plantas destacadas. En Alcobendas (Madrid) trabajan 1.250 personas -el 70% licenciados universitarios- y se facturan casi 502 millones de euros, de los que 195 corresponden a exportaciones. Las "paralelas", aquellas que se hacen desde pa¨ªses con precios del medicamento bajos, a otros pa¨ªses con precios m¨¢s altos, son una de las principales preocupaciones de Lilly, y de ello ha hablado Taurel en Madrid con la ministra de Sanidad, Ana Pastor. "Es un problema", dice el presidente de Lilly, "porque se transfieren beneficios a intermediarios que no crean valor. Afortunadamente, Espa?a se est¨¢ alineando un poco m¨¢s al promedio europeo de precios para productos innovadores".

Tauler, quien tambi¨¦n se ha entrevistado con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ha venido a Madrid, dice "para reafirmar" su compromiso con Espa?a. Desde que en 1994 se ampliara la planta de Alcobendas la empresa ha invertido 11 millones de euros en ella y analiza ahora la posibilidad de aumentar la plantilla entre 400 y 500 trabajadores m¨¢s, con el desarrollo de la investigaci¨®n biol¨®gica -ahora est¨¢n centrados en la qu¨ªmica- y la posibilidad de hacer de Alcobendas el centro mundial de un nuevo producto.

Las ayudas que Lilly podr¨ªa conseguir para llevar a cabo sus planes de expansi¨®n en Espa?a han sido tambi¨¦n objeto de debate con la ministra de Sanidad. Lilly acaba de obtener un cr¨¦dito de siete millones de euros a bajo inter¨¦s y ha conocido las posibilidades de poder aplicar determinadas ayudas fiscales a la innovaci¨®n. "Ya se ha hecho en el Reino Unido y en otros pa¨ªses y Espa?a se lo est¨¢ planteando", afirma Tauler.

El presidente de Lilly est¨¢ convencido de que innovar es responsabilidad de la empresas, pero ¨¦stas deben contar con ayudas que pueden llegar dedistintas v¨ªas. Entre ellas, la colaboraci¨®n con la Universidad y la ayuda fiscal.