El Prado recupera la crucial tarea de la Junta del Tesoro Art¨ªstico en la guerra
La muestra 'Arte protegido' recuerda el rigor de los profesionales de la II Rep¨²blica
Arte protegido. Memoria de la Junta del Tesoro Art¨ªstico durante la Guerra Civil es el t¨ªtulo de la exposici¨®n que se inaugura hoy el Museo del Prado. Formada por 174 fotos y 35 objetos y documentos, casi todos in¨¦ditos, la muestra, que estar¨¢ abierta hasta el 14 de septiembre, rinde homenaje al rigor, el valor y la profesionalidad de los t¨¦cnicos de aquella oficina republicana y hace justicia a su crucial tarea: la Junta confisc¨®, clasific¨®, traslad¨®, restaur¨® y, al acabar la guerra, devolvi¨® ¨ªntegras 27.000 piezas del patrimonio p¨²blico y privado a los vencedores. Como premio, muchos de ellos fueron denunciados, encarcelados u obligados a exiliarse por el r¨¦gimen de Franco y sus secuaces.
Algunos descendientes de aquellos h¨¦roes, an¨®nimos o casi, que fueron Timoteo P¨¦rez Rubio -marido de Rosa Chacel y cu?ado de Blanca Chacel-, Roberto Fern¨¢ndez Valbuena, Gratiniano Nieto, Jos¨¦ Lino Vaamonde, Manuel G¨®mez Moreno, Alejandro y ?ngel Ferrant, la familia Macarr¨®n, los Feduchi..., acudieron ayer a la presentaci¨®n de la exposici¨®n. Sus acentos, muchos ya latinoamericanos, se oir¨¢n tambi¨¦n hoy, cuando la ministra Pilar del Castillo descubra en uno de los accesos al museo la placa que rinde homenaje a aquellos profesionales, profesores, arquitectos, artistas o t¨¦cnicos de embalaje cuyo coraje y calidad lograron salvar el arte espa?ol de los saqueos de un bando y los bombardeos del otro.
Miguel Zugaza, director del Prado, present¨® la muestra como la "veraz reconstrucci¨®n de un complicado y doloroso episodio", un "homenaje a los salvadores del patrimonio, protagonistas de una empresa ejemplar de la que a¨²n debemos aprender".
Joaqu¨ªn Puig de la Bellacasa, director general de Bellas Artes, narr¨® una rom¨¢ntica historia protagonizada por "personas de los dos bandos, que entre el 36 y el 39 defendieron el patrimonio hist¨®rico unidos por su pasi¨®n por el arte". Sin nombrar a la Rep¨²blica, a Aza?a, a Picasso, a Besteiro, a Fernando de los R¨ªos, a Renau, a Alberti o a Bergam¨ªn (personajes m¨¢s o menos pr¨®ximos a esta historia del arte protegido, ya fuera pintando, escribiendo o arrimando el hombro), Puig record¨®, en cambio, a Luis Monreal y al marqu¨¦s de Lozoya, insisti¨® en la teor¨ªa de que "los dos bandos protegieron el patrimonio quiz¨¢ por primera vez en la historia de las guerras", ironiz¨® sobre "las versiones ¨¦pico-l¨ªricas" escritas sobre esta historia e hizo una referencia a los "vencedores represaliados".
El historiador Javier Tusell, que escribe el texto introductorio del cat¨¢logo, explica que es cierto que hubo personas de los dos bandos en la Junta del Tesoro. "Gente liberal, o sin perfil pol¨ªtico claro. Pero es necesario distinguir entre el inter¨¦s que se tom¨® la Rep¨²blica en salvar el patrimonio y la desidida y la indiferencia que ense?¨® el Gobierno de Franco en hacer lo mismo. El n¨²cleo de liberales y profesionales que trabaj¨® en la Junta fue fundamental, y, tras las primeras quemas de iglesias y palacios, la reacci¨®n fue fulminante. Hubo errores, sin duda, pero fue el esp¨ªritu regeneracionista de la Rep¨²blica lo que salv¨® el patrimonio. Ni siquiera la vuelta de las obras a Espa?a desde Ginebra se hizo gracias al Gobierno franquista. Fueron particulares como Camb¨®, Romanones o Alba los que se ocuparon. Es pat¨¦tica la imagen de P¨¦rez Rubio tratando de entregar el patrimonio al c¨®nsul de Franco sin que ¨¦ste accediera a recibirle".
El subdirector del Instituto de Patrimonio Hist¨®rico, ?lvaro Mart¨ªnez Novillo, dijo que el homenaje es "justo pero tard¨ªo, porque pr¨¢cticamente todos sus protagonistas han fallecido", y matiz¨® las palabras de Puig al recordar c¨®mo Pedro Muguruza, responsable de patrimonio del bando nacional, siempre se quejaba del poco caso que se le hac¨ªa en sus filas.
La exposici¨®n ve la luz despu¨¦s de dos a?os de minuciosa investigaci¨®n a cargo de sus comisarias, Judith Ara e Isabel Argerich, e incluye la publicaci¨®n de un completo cat¨¢logo, con 148 ilustraciones, casi todas in¨¦ditas, monograf¨ªas de Jos¨¦ ?lvarez Lopera, Arturo Colordo y Alicia Alted, y un v¨ªdeo de 30 minutos con entrevistas a algunos protagonistas y a sus descendientes.
Dividida en las secciones Madrid bombardeado, Salvadores de la cultura, Camino de Levante y El largo viaje, la exposici¨®n narra la creaci¨®n de la Junta s¨®lo una semana despu¨¦s del golpe de Estado, el cierre del Prado en agosto de 1936, los salvajes bombardeos sufridos por edificios como la Biblioteca Nacional, el Museo Arqueol¨®gico o el propio Prado (en noviembre del 36) y los env¨ªos de las piezas a Valencia, primero; a Catalu?a, despu¨¦s, y por fin, a Ginebra, donde permanecer¨ªan hasta el verano de 1939, cuando, iniciada ya la II Guerra Mundial, volvieron a Espa?a para vivir, por fin, en paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.