"Si te conocen de toda la vida, te infravaloran"

El presidente del Valladolid, Carlos Su¨¢rez, decidi¨® el pasado martes que Pepe Mor¨¦ no renovase como entrenador. Esa decisi¨®n convirti¨® a Mor¨¦ en compa?ero de viaje del ex madridista Vicente del Bosque porque su situaci¨®n es casi id¨¦ntica a la suya. Los dos son hombres de la casa desde su etapa de futbolistas, no han dirigido a ning¨²n otro equipo y durante las tres ¨²ltimas temporadas han cumplido los objetivos. Pero ambos han perdido el puesto por el desgaste y la b¨²squeda de nuevos proyectos.

Pregunta. ?Ve un paralelismo entre el caso del Vicente del Bosque y el suyo?

Respuesta. El paralelismo es que los dos hemos estado en un mismo club un mont¨®n de a?os, que hemos desarrollado otras facetas y que despu¨¦s nos han dado la confianza para entrenar al primer equipo. Pero en ning¨²n caso puedo compararme con Del Bosque, con lo que ha conseguido en el Madrid. Respetando la decisi¨®n del club blanco, era el t¨¦cnico ideal para el grupo de grandes futbolistas reunido.

P. Tambi¨¦n se dice de usted que se ha producido cierto agotamiento. Sobre todo, de cara a los futbolistas. En la temporada reci¨¦n concluida ha tenido problemas serios con Bizarri, Caminero y Ricchetti. ?Cree que ¨¦se ha sido el factor determinante de su no continuidad?

R. En relaci¨®n con el trabajo diario no han podido influir. Cuando surg¨ªan, hablaba enseguido con el jugador y el asunto quedaba olvidado al instante porque lo que buscaba era salvaguardar el equilibrio. Si es cierto que el presidente dijo que uno de los motivos es el desgaste sufrido durante estos dos a?os y medio, yo s¨®lo puedo aceptarlo aunque no llegue a compartirlo.

P. Se le achaca, como a Del Bosque, poco bagaje t¨¢ctico.

R. Es evidente que Del Bosque, por su experiencia, trabajaba su equipo a todos los niveles: t¨¢cticos, f¨ªsicos y deportivos. La cuesti¨®n es que ¨¦l ha sabido sacar lo m¨¢ximo de sus jugadores porque ha tenido la virtud de colocarlos en sus mejores posiciones, aun a costa de equilibrios t¨¢cticos. Lo que no se puede hacer es poner un extremo en la banda izquierda para que termine por tapar las subidas del mejor lateral del mundo, Roberto Carlos. Creo que eso tambi¨¦n lo he conseguido yo en mi equipo.

P. La diferencia es que usted no solo no ha contado con Zidanes y Pavones, sino con un tropel de cedidos.

R. S¨ª, y eso hace que me sienta m¨¢s orgulloso de lo que hecho. Cuando llegu¨¦, Fernando no era titular y luego volvi¨® al Madrid con 15 goles y muy revalorizado. Tote fue una sorpresa y ah¨ª est¨¢, a punto de fichar, creo, por el Atl¨¦tico. Luis Garc¨ªa no es internacional por los pelos. Creo que siempre he sabido escoger el mejor sistema y a los mejores hombres a costa de otras cosas. Lo que ocurre es que los entrenadores que vienen de fuera generan muchas m¨¢s expectativas t¨¢cticas o estrat¨¦gicas. Si te conocen de toda la vida, tu t¨¢ctica y tu estrategia est¨¢n completamente infravaloradas aunque las trabajes tanto como el que m¨¢s.

P. Usted se ha despedido como un caballero. En el fondo, ?est¨¢ decepcionado?

R. Me voy satisfecho porque el club y el aficionado est¨¢n contentos de que su equipo est¨¦ en la Primera Divisi¨®n, el objetivo de todas las temporadas. A m¨ª se me abre ahora la posibilidad de entrenar en otros sitios, algo que tambi¨¦n me apetece hacer.

P. Tanto Del Bosque como usted pueden tener el inconveniente de que sus im¨¢genes se asocien en exceso a sus clubes de siempre.

R. Puede ser. Pero pienso que los directivos o los secretarios t¨¦cnicos de otros conjuntos tienen que valorar lo que hemos hecho, en qu¨¦ condiciones y con qu¨¦ medios. No nos van a faltar opciones.