Errores nacionalistas
"Separatismo, se?ores, significa y es revoluci¨®n", les dec¨ªa a sus compatriotas en 1923 Eduardo de Landeta, un nacionalista vasco liberal, a?adiendo con escepticismo que no ve¨ªa entre los patriotas que le escuchaban a guerrilleros heroicos como "los Maceo, G¨®mez, Rizal" de la independencia americana o filipina. En Euskadi, les dec¨ªa, se vive bien, y si "en un momento de buen humor se habla de separatismo, se piensa con buen sentido en la mujer, en los hijos, en los ahorros guardados en el banco y no se deja seducir".
En una entrevista publicada el domingo pasado en el diarioDeia, Joseba Egibar, portavoz del PNV, proclamaba su condici¨®n de independentista "sin matices" y advert¨ªa a eventuales nacionalistas cr¨ªticos que "la estrategia pol¨ªtica de los ¨²ltimos cuatro a?os es irreversible. Este pa¨ªs ha entrado ya en otra dimensi¨®n". ?En qu¨¦ dimensi¨®n? Ya no hay dudas: en la del desaf¨ªo abierto a la legalidad mediante una estrategia que recuerda a la de acci¨®n-represi¨®n teorizada por ETA hace 40 a?os. Se lanza una provocaci¨®n al Estado, a veces en forma de ultim¨¢tum: que se traspasen antes de dos meses las competencias en discusi¨®n; y si no se cumple, se considera roto el pacto estatutario por la otra parte, y leg¨ªtimo incumplir los propios compromisos. Egibar culminaba sus declaraciones argumentando que si el Estado se niega a aceptar el Plan Ibarretxe "estar¨¢ negando la convivencia". Y entonces, a?ad¨ªa, "?qu¨¦ salida le queda a este pa¨ªs?". La ruptura con Espa?a, por supuesto.
Ibarretxe lleva un a?o aplicando esa l¨®gica. Por ejemplo, neg¨¢ndose a pagar una parte del cupo. Tambi¨¦n se inscribe en ella la negativa a acatar las ¨®rdenes del Supremo sobre la disoluci¨®n del Grupo Parlamentario de Batasuna. La negativa ha desembocado en una querella contra Atutxa (y otros dos parlamentarios) que habr¨¢ de solventarse ante el Tribunal Superior del Pa¨ªs Vasco. Caben dos posibilidades: que archive la querella, lo que que ser¨ªa un triunfo contra los intentos de criminalizar al nacionalismo, etc¨¦tera; o que siga adelante y procesen a Atutxa, lo que ser¨ªa un atentado contra la autonom¨ªa vasca que demostrar¨ªa la necesidad de un poder judicial propio. ?Hay que recordar que un punto esencial del plan soberanista de Ibarretxe es la reclamaci¨®n de un poder judicial vasco aut¨®nomo? Y si se trata de eso, ?no resulta algo ingenuo el empe?o de algunos expertos en proporcionar coartadas que ayudan a disfrazar de controversia jur¨ªdica el desaf¨ªo al Estado de derecho?
El procesamiento de Atutxa podr¨ªa no desagradar a un sector del nacionalismo a la b¨²squeda de aliento heroico para su programa rupturista. Ya que no hay h¨¦roes de la independencia, al menos que haya v¨ªctimas del centralismo. Para ello es necesario construir un franquismo imaginario, a¨²n peor que el hist¨®rico porque se disfraza de democracia. La pretensi¨®n de que el Parlamento acate la resoluci¨®n judicial sobre Batasuna es un "golpe de Estado", seg¨²n el presidente del PNV de Vizcaya. Ser¨ªa bien parad¨®jico que fuera Atutxa quien pagase el precio de ese hero¨ªsmo por delegaci¨®n que necesitan otros para curar su mala conciencia cuando se entrevistan con Otegi.
Es injusto el empe?o de algunos por borrar a Atutxa de la foto, como a Trotski. Cuando tantos nacionalistas se pasaban las horas buscando pretextos para no enfrentarse a ETA, Atutxa cumpli¨® con su deber y ello le vali¨® cinco intentos de asesinato cuando era consejero de Interior, y tambi¨¦n secas advertencias de Egibar, record¨¢ndole que la pol¨ªtica de pacificaci¨®n la marcaba el partido, no el Gobierno vasco. Quien se enfrenta a ETA queda marcado de por vida, y eso explica la dificultad de abandonar los cargos p¨²blicos de los que un d¨ªa se significaron por hacerlo. Una vez en la presidencia del Parlamento, se le forz¨® a jugar papeles poco airosos en defensa de la nueva estrategia soberanista, lo que arruin¨® sus posibilidades de convertirse en alternativa a Arzalluz al frente del PNV, tras el fracaso de Lizarra. Ahora, Egibar sugiere aplazar una vez m¨¢s la retirada de Arzalluz, prevista para enero, ante la crisis planteada por la querella. Es todo tan confuso como las razones del cese de Del Bosque.
La conferencia que Eduardo Landeta Aburto pronunci¨® en el Centro Vasco de Bilbao el 5 de agosto de hace 80 a?os llevaba por t¨ªtulo "Los errores del nacionalismo vasco y sus remedios".
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