"La moto es una forma de arte mec¨¢nico"
Por su nombre, su aspecto y su pesado acento sure?o podr¨ªa pasar por una estrella del country, pero Willie G. Davidson es dise?ador industrial y s¨®lo canta en la ducha. Es vicepresidente de dise?o de Harley-Davidson Motor Company -trabaja para la empresa desde hace 34 a?os- y nieto de William A. Davidson, uno de los cuatro fundadores de la firma en 1903. Conocido como Willie G. se encuentra estos d¨ªas en Barcelona para participar en los actos del centenario de su marca.
"Mi formaci¨®n est¨¢ en el mundo del arte. Estudi¨¦ en el Art Center Design de Los ?ngeles, en Pasadena. Al principio era dise?ador de muchas cosas distintas, desde muebles hasta componentes de autom¨®viles".
Sensible, comedido, reflexivo: un esteta fascinado por la t¨¦cnica, observador agudo de la realidad, donde encuentra elementos que luego utilizar¨¢ en sus dise?os. Motero hasta la m¨¦dula. "Siempre me hab¨ªan gustado las motos, sobre todo conducirlas. De ni?o mi padre ya me llevaba con ¨¦l en el sidecar, y pronto empec¨¦ a manejar una 49S de 125cc" [la moto m¨¢s peque?a fabricada por Harley-Davidson].
"Los japoneses emulan el 'custom' americano. Admiro a BMW y Ducati"
"Cuando sali¨® la XLCR el mercado no era receptivo a este tipo de moto"
Willie G. es autor, entre muchos otros modelos, de la legendaria XLCR Caf¨¦ Racer de 1970, que ha alcanzado el estatuto de moto de culto como paradigma de m¨¢quina deportiva americana. "Cuando sali¨® la XLCR, el mercado no era nada receptivo a este tipo de moto". Fue una apuesta personal suya, con la que romp¨ªa el concepto de Harley entonces vigente. "Estoy muy orgulloso de ella, s¨¦ que hay gente que siente verdadera pasi¨®n y devoci¨®n por la XLCR. Yo mismo guardo la primera que se fabric¨®".
En la inevitable comparaci¨®n con la competencia, hay que sacarle a Willie G. el asunto de los japoneses. La presi¨®n de las marcas orientales, que ¨²ltimamente se han soltado el pelo con sus dise?os, ha empujado a Harley-Davidson a innovar. "En un mundo competitivo debes abrir tus miras. Ahora tenemos dos ramas b¨¢sicas en la gama: la cl¨¢sica, de dos cilindros en uve a 45 grados refrigerados por aire, cada vez m¨¢s mejorada; y la moderna, con la misma arquitectura bicil¨ªndrica pero a 60 grados y con refrigeraci¨®n l¨ªquida. La V-Rod est¨¢ yendo bien en Europa, fue pensada para atacar este mercado". Pero cree que hay que conservar los rasgos distintivos de las Harley. "Creo que la familiaridad con ciertos esquemas t¨¦cnicos refuerza una marca, enfatiza su singularidad, y esto es extremadamente importante".
Willie G. habla con orgullo de la divisi¨®n Buell, que se encarga de los modelos deportivos de la empresa. En un principio era una peque?a firma independiente, fundada por Erik Buell, ex ingeniero de Harley-Davidson. "Erik es un apasionado del dise?o que se estableci¨® por su cuenta. Gradualmente fuimos compr¨¢ndole la compa?¨ªa. Ahora nosotros somos los due?os, y ¨¦l la dirige con toda libertad. La Buell es una moto ¨²nica, un trueno".
Hay otras marcas, y dos nombres salen a relucir en la conversaci¨®n: BMW y Ducati. Raz¨®n y pasi¨®n. "Lo que hacen los japoneses es emular el custom americano cl¨¢sico. BMW no, crearon su propia custom. Los admiro por ello. Estuvimos analizando una BMW Crusier 1200 y su calidad de construcci¨®n es algo superior. Eso s¨ª, la divisi¨®n de motos BMW es lo que es gracias a su t¨ªo rico, la parte automovil¨ªstica". Con la marca italiana hay diversas concomitancias y algo m¨¢s que admiraci¨®n. "Felicito a Ducati por su reciente victoria en el Gran Premio de Catalu?a. No es ning¨²n gigante industrial y su triunfo supone una haza?a".
A pesar de que la marca no participa directamente en ellas desde hace tiempo, las carreras siguen presentes en la vida cotidiana de Harley-Davidson, sobre todo para su jefe de dise?o. "En mi departamento estamos muy atentos a la competici¨®n ya que es de all¨ª de donde sacamos la inspiraci¨®n. Tambi¨¦n nos interesa mucho ver lo que hacen los customizadores".
El movimiento custom, hoy pasto de la mercadotecnia, empez¨® en la d¨¦cada de 1930 en Estados Unidos, muy unido precisamente a la competici¨®n. "La gente iba a las carreras con las motos que utilizaban todos los d¨ªas. Para correr mejor les quitaban los guardabarros, las aligeraban; poco a poco la cosa se fue sofisticando. Se puso de moda cortar [to chop, en ingl¨¦s, en el sentido de podar] las motos para hacerlas diferentes, especiales. En California les alargaban la horquilla delantera, con lo cual quedaban impresionantes, pero a nivel din¨¢mico no serv¨ªa para nada".
Willie G. opina que "la moto es una forma de arte mec¨¢nico", toda una cultura. "Recuerdo la exposici¨®n The art of the motorcycle en el Museo Guggenheim de Nueva York. Yo era de los que la defend¨ªan cuando todav¨ªa se estaba planeando. Nos criticaban mucho, pero el d¨ªa de la inauguraci¨®n hab¨ªa gente haciendo una cola que daba la vuelta a la manzana".
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