Razones de Simancas

El candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, jug¨® ayer sus bazas con inteligencia: sabiendo que es casi inevitable ir a una nueva convocatoria electoral, hizo un bien articulado discurso de investidura, dirigido a retener a los electores que dieron una ajustada mayor¨ªa a la izquierda. Para ello se aplic¨® en dar una explicaci¨®n veros¨ªmil de la crisis, relacion¨¢ndola con tramas inmobiliarias de sectores interesados en que el control del urbanismo y la pol¨ªtica de vivienda quede en manos del PP, y en presentar la hip¨®tesis de nuevas elecciones como una opci¨®n que, aunque sea inevitable, supone, si arroja un resultado diferente al del 25-M, dar satisfacci¨®n a esos sectores y a las maniobras de los corruptos.

Un Parlamento no es un tribunal de justicia. Simancas no tiene pruebas de la implicaci¨®n del PP en la trama, pero las relaciones constatadas entre los dos desertores y varios personajes del mundo inmobiliario del PP, bien relacionados con las altas esferas del partido, son demasiado intensas como para considerarlas casuales. Simancas forz¨® las hip¨®tesis m¨¢s desfavorables para el PP, pero no le ser¨¢ f¨¢cil a Esperanza Aguirre, que responder¨¢ hoy, disipar las evidentes sospechas de compadreo que se deducen de los datos conocidos. La hip¨®tesis de una incitaci¨®n directa desde el PP es poco consistente porque en ese caso los dos p¨¢jaros habr¨ªan mantenido su ausencia de la C¨¢mara para garantizarle la mayor¨ªa; pero que este partido se aprovech¨® de esa ausencia -e incluso justific¨® su derecho a hacerlo- para alcanzar ventajas como la presidencia de la C¨¢mara, la composici¨®n de la Diputaci¨®n Permanente y la modificaci¨®n del periodo parlamentario, es una evidencia que no favorece su causa.

La parte m¨¢s d¨¦bil de la intervenci¨®n de Simancas es la que incluye las explicaciones sobre la inclusi¨®n de los diputados r¨¦probos en sus listas. La menci¨®n al "af¨¢n de evitar conflictos" abre, m¨¢s que cierra, los interrogantes. Tal vez no fuera el pleno de ayer el lugar adecuado para profundizar sobre el funcionamiento interno de la federaci¨®n madrile?a del PSOE, pero al menos falt¨® un compromiso m¨¢s preciso de acabar con los "hombres del malet¨ªn" y otras misteriosas figuras ahora reaparecidas; para que sea del todo cierta la conclusi¨®n de Simancas de que los corrompidos ya est¨¢n fuera (del PSOE) mientras que los corruptores siguen dentro (del PP).

Lo indiscutible es que alguien ha querido cambiar el veredicto de las urnas para que la pol¨ªtica de vivienda siga controlada por el PP. Todo habr¨ªa podido ser diferente si este partido hubiera empezado por reconocer, el d¨ªa de la espantada, que la izquierda ten¨ªa derecho a intentar gobernar. Pero m¨¢s bien tomaron lo ocurrido como una segunda oportunidad y han actuado luego en consecuencia. Habr¨¢ nuevas elecciones, que tendr¨¢n como riesgo mayor que se produzca una gran abstenci¨®n. Y Simancas dio ayer a sus electores razones para no desertar de las urnas a pesar de todos los pesares.