La Audiencia de Vitoria condena a ocho a?os por estafa a los due?os de la gestor¨ªa Erne

Cinco meses despu¨¦s del juicio, y en contra de la opini¨®n de la Fiscal¨ªa, que no formul¨® acusaci¨®n, la Audiencia de Vitoria ha dictado una severa sentencia condenatoria para los dos antiguos responsables de la gestora vitoriana de inversiones Erne por estafar a una veintena de clientes a finales de los a?os 80. Ambos deber¨¢n cumplir ocho a?os de prisi¨®n y a indemnizar a los denunciantes que perdieron sus inversiones.

El fallo, dado a conocer ayer, establece que Jos¨¦ Javier L¨®pez de Landache y Jos¨¦ Ram¨®n S¨¢enz de Maturana, socios de esta empresa dedicada a invertir fondos de sus clientes, son responsables de un delito continuado de apropiaci¨®n indebida. A expensas de que los condenados presenten recurso, la sentencia culmina un largo y complicado proceso judicial iniciado hace once a?os, en el que no han faltado dilaciones, incidencias, cambios de juez e incluso la desaparici¨®n de varios tomos del sumario.

La resoluci¨®n considera probado que los dos encausados se erigieron en socios ¨²nicos y responsables de Erne en el a?o 1988. La sociedad naci¨® con el objeto de mediar, gestionar, tramitar e intervenir en operaciones financieras de todo tipo y en otras actividades la fabricaci¨®n y compraventa de art¨ªculos de joyer¨ªa, as¨ª como la intervenci¨®n en actuaciones inmobiliarias. Sin embargo, Erne no ten¨ªa autorizaci¨®n del Banco de Espa?a para operar en la intermediaci¨®n de mercados financieros, aunque de hecho funcion¨® como un chiringuito financiero. Cerca de 300 ahorradores, de los cuales 21 ejercieron la acusaci¨®n en esta causa, entregaron distintas cantidades de dinero a la sociedad bajo el compromiso de que estos fondos se colocar¨ªan en activos financieros con un elevado rendimiento del 9%, superior al del mercado

Seg¨²n el gallo judicial, estos activos, "sin previo aviso ni advertencia a los clientes, quienes confiaban en la seguridad de la inversi¨®n", fueron destinados a promociones inmobiliarias no registradas en la contabilidad de la empresa. Los dos condenados, a trav¨¦s de la empresa Vigama S.A., adquirieron en 1986 un solar urbano en Las Palmas de Gran Canarias con 268 millones de pesetas, procedentes en su mayor¨ªa de los fondos de Erne, y un pr¨¦stamo bancario. La construcci¨®n de las viviendas previstas no lleg¨® siquiera a iniciarse, lo que origin¨® a partir de 1991 "graves cargas financieras" y la ejecuci¨®n de una hipoteca por parte de una entidad bancaria.

La conclusi¨®n de este proceso fue la quiebra de Erne y la p¨¦rdida de las cantidades invertidas en la operaci¨®n inmobiliaria. Al producirse el vencimiento de las inversiones, los clientes se encontraron con la falta de liquidez de la gestora, que no pudo hacer frente a los compromisos contra¨ªdos. La Audiencia recuerda que los inculpados ofrecieron a los perjudicados soluciones alternativas para cubrir las deudas, como la adquisici¨®n de inmuebles o joyas o la participaci¨®n en otros negocios que ten¨ªan.

Mientras algunos de los inversores se acogieron a estas salidas, otros acudieron a la v¨ªa judicial para recuperar sus inversiones. Entre ellos se encuentran los 21 querellantes, que perdieron 91 millones de pesetas, seg¨²n establece la sentencia.