Adi¨®s al estadio de los r¨¦cords
El m¨ªtico Bislett, en Oslo, dar¨¢ paso a un recinto m¨¢s moderno y funcional
El atletismo es la multitud empujando a los deportistas con su aliento; un estadio repleto de entusiastas que aplauden a todos los competidores, sin importarles su bandera o su condici¨®n; emoci¨®n y sentimiento. Y el atletismo es, tambi¨¦n, r¨¦cords. S¨®lo hay un lugar en el mundo en el que todo se una: el poder de la historia, la afici¨®n entendida, el amor por el deporte y las grandes marcas. Ese sitio empez¨® a ser derribado ayer.
El viejo estadio Bislett, en el centro de Oslo; la catedral del fondo y el medio fondo, con su antigua pista de seis calles y 67 r¨¦cords mundiales batidos, acogi¨® el viernes su ¨²ltima reuni¨®n, correspondiente a la Liga de Oro, antes de ser demolido por la piqueta para levantarse en su solar otro m¨¢s funcional y moderno, pero quiz¨¢, aunque los ladrillos y el cemento no sean los que generen el ambiente, menos animado por el viejo esp¨ªritu.
Fue en ¨¦l donde en julio de 1965 el australiano Ron Clarke redujo su plusmarca de los 10.000 metros en 37 segundos para convertirse en el primer hombre en bajar de los 28 minutos (27m 39,89s) y contribuir a introducir su deporte en la era de la televisi¨®n, los patrocinios y los grandes premios.
Y es que la capital noruega, con sus m¨¢gicas carreras bordeando la media noche, a una temperatura ideal para los esfuerzos largos, fue la capital del atletismo en los finales de los a?os setenta y la primera mitad de los ochenta, la edad de oro del medio fondo; la era de las millas de ensue?o, de los grandes desaf¨ªos entre los brit¨¢nicos Sebastian Coe y Steve Ovett.
Coe era un asiduo de Bislett. En ¨¦l logr¨® cuatro r¨¦cords. En julio de 1979 rebaj¨® en doce d¨ªas el de los 800 metros (1m 42,4s) y el de la milla (1.609,344 metros) (3m 48,95s). Y en 1980 y 1981, el de los 1.000 metros (2m 12,18s) en una carrera, la segunda, en la que pas¨® los 800 por debajo de 1m 45s. Pero el mismo 1 de julio de 1980 en el que Coe se divirti¨® en el kil¨®metro, Ovett, su irreductible rival, le arreb¨® por 15 cent¨¦simas de segundo (3m 48,80s) el de la milla. Y dos semanas despu¨¦s, el de los 1.500 metros, cuando dedic¨® la ¨²ltima recta a saludar al p¨²blico y, aun as¨ª, marc¨® unos incre¨ªbles 3m 32,10s.
Pero acaso la carrera m¨¢s recordada fue aqu¨¦lla en la que otro brit¨¢nico, Steve Cram, El Heredero, destron¨® a Coe en la milla. Fue el 27 de julio de 1985. Cram, imparable entonces, arras¨® la plusmarca de Coe, que fue tercero, con 3m 36,32s, un registr¨® que duro hasta 1991, hasta la mayor¨ªa de edad de los atletas africanos, que pasar¨ªan a apoderarse del medio fondo y el fondo. De paso, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez logr¨® el espa?ol todav¨ªa vigente: 3m 47,79s.
Esa noche ya se hab¨ªan batido otros dos r¨¦cords: la noruega Ingrid Kristiansen, el de los 10.000 metros, y el marroqu¨ª Sa¨ªd Auita, el de los 5.000, en una gran pugna con el brit¨¢nico David Moorcroft.
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