'Hobby'
Hay escritores que viven de la literatura y escritores con un trabajo al margen de sus libros. No puede decirse que una situaci¨®n tenga m¨¢s ventajas que otra. Cada sujeto tiene su psicolog¨ªa, y as¨ª como hay quien se bloquea cuando sufre la presi¨®n de la escritura, los hay que dan lo mejor de s¨ª mismos cuando est¨¢n obligados a publicar. Dostoievski compuso sus mejores novelas para pagar deudas de juego, y Cervantes termin¨® el Quijote a toda prisa para poder venderlo y subsistir. Dedicarse profesionalmente a la literatura tiene un componente de valent¨ªa: quien toma esa decisi¨®n se lo juega todo a la carta de su talento; o escritor o nada, viene a decir el que decide consagrarse a sus novelas. Por el contrario, los que mantienen un trabajito de funcionario al margen de la literatura o tienen algo de cobardicas o no las tienen todas consigo. Quiz¨¢s la ¨²nica ventaja de no depender econ¨®micamente de los libros sea que de este modo el escritor conserva su mayor libertad: la libertad de no escribir.
Entre los pol¨ªticos tambi¨¦n los hay que viven de la pol¨ªtica y para la pol¨ªtica, y quienes tienen un trabajo que suspenden temporalmente para ocupar un cargo p¨²blico. Al contrario de lo que sucede con los escritores, en pol¨ªtica no puede decirse que ambas situaciones sean indiferentes ni que elegir entre una y otra dependa de la psicolog¨ªa. La profesionalidad y el amateurismo est¨¢n aqu¨ª muy relacionados con la decencia. La experiencia nos dice que el pol¨ªtico corrupto no suele ser valiente ni tener un acusado sentido de servicio; suele ser m¨¢s bien una lagartija dif¨ªcil de cazar, un sujeto con una extraordinaria capacidad de adaptaci¨®n y supervivencia. Por el contrario, no es raro que los pol¨ªticos honestos posean una trayectoria profesional al margen de su responsabilidad p¨²blica. Esta circunstancia les permite reservarse -y en esto s¨ª se parecen a los escritores no profesionales- la suprema libertad de dimitir.
?ste fue el secreto de Manuel Pimentel. La simpat¨ªa que despierta entre los votantes de izquierdas y de derechas es proporcional a la desconfianza que provoca en su antiguos adversarios y ex comilitones. Aventurero, le llaman unos. Insignificante, le dicen otros. Est¨¢ visto que la independencia de criterio sigue provocando en los pol¨ªticos profesionales una mezcla de terror y envidia. Aqu¨ª en Almer¨ªa tambi¨¦n lo admiramos, claro, pero nos inquietan sus coqueteos con Juan Megino, un pol¨ªtico municipal al que situamos en la extrema derecha. Este ambicioso ur¨®logo tambi¨¦n es contrario a la profesionalizaci¨®n de la pol¨ªtica, y tiene un modo muy personal de combatirla. En vez de utilizar su condici¨®n de m¨¦dico especialista como garant¨ªa de libertad e independencia, Megino sigue pasando consulta. El tiempo libre que le deja su profesi¨®n lo dedica, eso s¨ª, a ejercer sus responsabilidades como primer teniente de alcalde y presidente del Comit¨¦ Organizador de los Juegos Mediterr¨¢neos. Pero de este modo, lo que deber¨ªa ser un gesto de honestidad se convierte casi en un insulto, al rebajar la gesti¨®n municipal de una capital de provincia a la simp¨¢tica categor¨ªa de hobby.
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