La LOU y sus efectos
Como miembro de la Universidad, y directora del Departamento de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universitat de Val¨¨ncia, quiero expresar p¨²blicamente mi malestar por los efectos, en mi opini¨®n perversos, que la aplicaci¨®n de la Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU) est¨¢ produciendo.
De acuerdo con la LOU, los profesores no funcionarios deben acreditarse para poder acceder a las plazas contempladas en la nueva ley, es decir un profesor ayudante de la LRU (la anterior ley universitaria), que l¨®gicamente pas¨® un concurso de m¨¦ritos para ocupar dicha plaza, debe recibir una acreditaci¨®n positiva de la Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad y Acreditaci¨®n o bien, en su caso, de la agencia local correspondiente. Dicha acreditaci¨®n puede ser solicitada para acceder a distintas plazas, tales como, profesor colaborador, profesor ayudante, profesor ayudante doctor y profesor contratado doctor, en orden creciente de vinculaci¨®n con la Universidad. En general, el profesor ayudante solicita la acreditaci¨®n para ocupar la plaza de profesor ayudante, es decir la misma plaza que ven¨ªa ocupando pero en el marco de la nueva legislaci¨®n.
Desconozco la realidad a la que se enfrentan otros departamentos de nuestra Universitat, pero s¨ª puedo informar sobre la situaci¨®n actual de los profesores ayudantes de mi Departamento. Algunos de ellos han ocupado la plaza de ayudante de la LRU durante diez a?os, con encuestas evaluadoras de la capacidad docente positivas y por encima de la media; han realizado una tesis doctoral que ha merecido la calificaci¨®n de sobresaliente cum laude y han permanecido un a?o en otra universidad para aumentar su formaci¨®n. Adem¨¢s han publicado trabajos de investigaci¨®n, siempre en revistas con evaluaci¨®n an¨®nima, y han asistido regularmente a congresos nacionales e internacionales. Pues bien, con todos estos antecedentes han recibido una evaluaci¨®n negativa, es decir, no han sido acreditados.
Esto significa que, en el momento actual, se les niega la capacidad para seguir ocupando un puesto equivalente al que han estado ocupando los ¨²ltimos ocho o diez a?os, ya que sin la acreditaci¨®n positiva de la Agencia no pueden ser contratados. Ante esta situaci¨®n, nos surgen todo tipo de dudas: estamos hablando de profesores ayudantes, que han dedicado una media de ocho o diez a?os a su formaci¨®n y a dar clase y, sin embargo, se considera que no est¨¢n preparados para ello. En todo momento han seguido las directrices de la Universitat de Val¨¨ncia y, en nuestro caso, tambi¨¦n las propias del Departamento para obtener un buen curriculum docente e investigador.
En su exposici¨®n de motivos la LOU recoge el gran cambio experimentado por las Universidades en los ¨²ltimos veinte a?os y reconoce el esfuerzo realizado, compartido por todos los agentes implicados en este cambio. Entre estos agentes, tambi¨¦n se incluyen los profesores no funcionarios que en este momento solicitan su acreditaci¨®n y que durante un n¨²mero de a?os han estado dando clase y form¨¢ndose.
Asimismo, la LOU establece como objetivo irrenunciable la mejora de la calidad del sistema universitario en su conjunto. Con este fin, se crea la Agencia de Evaluaci¨®n de la Calidad y Acreditaci¨®n, uno de cuyos fines es la evaluaci¨®n del nuevo profesorado contratado por las universidades. Textualmente, en la ley se dice que: "Se introducen criterios de calidad para la contrataci¨®n estable de este profesorado por parte de las universidades, dotando al procedimiento de selecci¨®n de un alto nivel de transparencia y rigor mediante el requisito de la evaluaci¨®n externa de la actividad previa de los candidatos".
Cabe recordar que la plaza de profesor ayudante no supone un v¨ªnculo permanente con la universidad. Para establecer este v¨ªnculo de forma permanente, dicho profesor debe, o superar las pruebas de habilitaci¨®n nacional, o presentarse a los concursos de personal contratado. Hay que tener en cuenta que estamos considerando la no acreditaci¨®n de personas que llevan un largo tiempo en la universidad y que simplemente tienen que adaptarse a las nuevas figuras de la LOU. Por supuesto, la evaluaci¨®n externa nos parece positiva cuando se trate de profesores de nueva incorporaci¨®n, siempre y cuando se garantice la transparencia y el rigor, es decir, cuando se conozcan las reglas del juego, y sean de conocimiento p¨²blico los criterios y baremos que se siguen por la Agencia. En este momento, los profesores que han solicitado su acreditaci¨®n saben qu¨¦ criterios son los que sigue la Agencia, pero no el peso de cada uno de ellos, ya que carecen de la informaci¨®n necesaria para contestar a preguntas clave: ?qu¨¦ es m¨¢s importante para conseguir la acreditaci¨®n? ?es necesario haber estado en una universidad extranjera durante el per¨ªodo de formaci¨®n?
As¨ª, surgen dudas pr¨¢cticamente respecto a casi todos los puntos considerados. Si analizamos la docencia impartida, ?existe un n¨²mero m¨ªnimo de a?os como experiencia docente?, ?es lo mismo haber impartido clase durante cinco a?os que durante diez?, ?es relevante tener encuestas positivas de evaluaci¨®n docente? Una situaci¨®n similar se plantea en el ¨¢mbito de la investigaci¨®n, ?c¨®mo se ponderan los art¨ªculos publicados? ?qu¨¦ criterio de clasificaci¨®n de revistas sigue la Agencia?
Preguntas como ¨¦stas y similares no tienen respuesta ahora mismo, porque cuando la acreditaci¨®n no se concede, la respuesta de la agencia es igual para todos, sean cuales sean las diferencias en los curr¨ªculos de cada solicitante. La Agencia establece que la acreditaci¨®n es negativa por no superar la calificaci¨®n necesaria y que dicha evaluaci¨®n se justifica por la inexistencia de m¨¦ritos suficientes en aquellos aspectos m¨¢s relevantes para la evaluaci¨®n de esta figura contractual.
Por supuesto que la mejora de la calidad es un objetivo irrenunciable, pero tener que acreditarse para ocupar un puesto no consolidado y equivalente al que ya se ocupaba; al que se accedi¨® despu¨¦s de superar un concurso p¨²blico y de cumplir un conjunto de requisitos y donde se ha estado demostrando la capacidad docente d¨ªa a d¨ªa, no nos parece un camino para mejorar la calidad sino una v¨ªa de p¨¦rdida y no recuperaci¨®n de personas preparadas y formadas en el marco de la LRU, y que si no son acreditadas no tienen cabida en la docencia universitaria.
Dulce Contreras es Catedr¨¢tica de Fundamentos de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universitat de Val¨¨ncia.
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