Un ex trabajador acusa a Kelme de simular p¨¦rdidas para justificar los ¨²ltimos despidos
Algunas facturas se?alan precios de venta inferiores al coste de producci¨®n del producto
Jos¨¦ Garc¨ªa Ant¨®n, representante legal de Antonio Ros, ex trabajador del grupo Kelme, asegur¨® en juicio por despido celebrada el pasado lunes que el grupo falsea sus resultados y no contabiliza el 50% de sus ingresos para simular una situaci¨®n de p¨¦rdidas. Javier V¨¢zquez-Doredo, consejero delegado de Kelme, indic¨® al respecto que las deudas del grupo alcanzan los 32 millones de euros. Garc¨ªa Ant¨®n aport¨® varias facturas, algunas reconocidas por V¨¢zquez-Doredo, en las que no figura el IVA y en las que el precio de venta es inferior al coste de fabricaci¨®n.
Garc¨ªa Ant¨®n apunt¨® durante la vista oral del juicio por despido improcedente que Kelme utiliza dos tipos de facturaci¨®n para ocultar los beneficios de la empresa. Garc¨ªa Ant¨®n entiende que el despido de Ros y otros 11 empleados m¨¢s el pasado mes de febrero es improcedente, puesto que no existen motivos econ¨®micos como aduce la empresa.
El letrado present¨® a la magistrada facturas de Kelme, empresa propiedad de los hermanos Jos¨¦ y Diego Quiles, donde se indica un precio inferior a la media de coste de producci¨®n. Garc¨ªa Ant¨®n explic¨® que el precio medio de cada par de zapatillas deportivas de Kelme se establece en 20 euros, cuando muchas facturas recogen un valor de venta de 9 euros. Esta diferencia es la que esgrimi¨® ante la magistrada del Juzgado de lo Social n¨²mero 2 para explicar que "Kelme ama?a sus cifras cuando le interesa, no contabiliza el 50% de sus ingresos y entrega facturas a los clientes sin IVA".
Adem¨¢s, Garc¨ªa Ant¨®n pregunt¨® a V¨¢zquez-Doredo por un art¨ªculo publicado en un peri¨®dico econ¨®mico donde se afirmaba que el grupo obtuvo durante 2002 beneficios por valor de 800.000 euros. El consejero delegado fue claro: "Si dij¨¦ramos la cuarta parte de la verdad los bancos dejar¨ªan de trabajar con nosotros y, ahora, el grupo no existir¨ªa". V¨¢zquez-Doredo adujo que esos datos no eran reales.
En t¨¦rminos similares se explic¨® Jorge Reig, el administrador de la firma que impuso la Generalitat tras conceder un cr¨¦dito a Kelme. Reig justific¨® las declaraciones al diario como parte de una estrategia. Explic¨® que se trasladaron datos parciales del grupo calculados en hipot¨¦ticas condiciones ventajosas, circunstancias que "no se dan en el grupo".
Los representantes de Kelme dedicaron el juicio a demostrar que el grupo est¨¢ en crisis, como anticip¨® ayer EL PA?S. Kelme se encuentra a la deriva desde 1999, tras un descenso de la facturaci¨®n de un 25% entre 1999 y 2003, y una ca¨ªda de las exportaciones de un 60%. El grupo pas¨® a facturar 55 millones de euros en 1999 a los 38 millones de 2002.
La defensa trat¨® de demostrar que el grupo se encuentra en quiebra t¨¦cnica a pesar de la inyecci¨®n de 9 millones de euros avalados por la Generalitat en mayo de 2002 y ofrecidos en cr¨¦dito por CAM y Bancaixa. "Sin este dinero la actividad habr¨ªa cesado hace un a?o y, ahora, Kelme habr¨ªa cerrado sus puertas", afirm¨® ayer el administrador encargado de reflotar la empresa. ?ste explic¨® que la inyecci¨®n de dinero fue destinada a cubrir los pr¨¦stamos bancarios, "y tras cancelar las deudas s¨®lo se ingres¨® 1,5 millones de euros".
El administrador apunt¨® que la "situaci¨®n del grupo es muy delicada", provocada por la inmovilizaci¨®n de m¨¢s de 28 millones de euros en inversiones sin ¨¦xito, como las desarrolladas en Rusia. De hecho, la mercantil no dispone de liquidez para hacer frente a los 240.404 euros que cuestan las indemnizaciones por despido de los ¨²ltimos 12 trabajadores.
Por su parte, el consejero delegado, Javier V¨¢zquez-Doredo, indic¨® que el grupo debe a la Seguridad Social dos mensualidades por valor superior a los 200.000 euros y un mes a Hacienda, que cifr¨® en unos 50.000 euros.
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