S¨¢dico, inteligente y peligroso: SID 6.7
?QU? SUCEDER?A SI UN PROGRAMA INFORM?TICO lograse salir del ordenador materializ¨¢ndose en nuestro mundo en forma de androide o, m¨¢s exactamente, en un "organismo sint¨¦tico nanotecnol¨®gico"? El engendro procedente del ciberespacio es SID, versi¨®n 6.7. ?JASP? No, SID por S¨¢dico, Inteligente y ... Peligroso (dangerous, en ingl¨¦s). Original propuesta del filme Virtuosity (1995), de Brett Leonard, responsable tambi¨¦n del El cortador de c¨¦sped (1992) de tem¨¢tica similar.
Estamos en Los ?ngeles, en 1999 (el futuro, en t¨¦rminos inform¨¢ticos, para una pel¨ªcula realizada cuatro a?os antes). Un centro de tecnolog¨ªa punta, LETAC (Law Enforcement Technology Advancement Centre), ha desarrollado una entidad virtual sintetizada a partir de las personalidades de m¨¢s de un centenar de asesinos en serie (r¨ªase usted del Dr. Hannibal Lecter). Objetivo: entrenar a la polic¨ªa en un entorno ciberespacial. Cuando SID (Russell Crowe, en un papel de malo mal¨ªsimo) consigue transferir su desequilibrada personalidad a un androide y regenerarse en el mundo real, s¨®lo el ex polic¨ªa Parker Barnes (Denzel Washington) ser¨¢ capaz de hacerle frente. En esencia, SID es una "red neuronal autoevolutiva de 50 kilobits" que, gracias a la nanoteconolog¨ªa, se ha transformado en un ser material a base de silicio (nada de carbono, sost¨¦n de todo organismo vivo), de apariencia humana, capaz de modificar su cuerpo a voluntad (?toma!).
Un algoritmo gen¨¦tico ha hecho "crecer psicol¨®gicamente al ser como una persona con muchos trastornos de personalidad. El programa aprende como un ni?o pero mucho m¨¢s deprisa." Una entidad, en suma, en continua evoluci¨®n. En el mundo real, est¨¢ libre de cualquier l¨ªmite que pudiera tener en su mundo de realidad virtual.
Si en el filme pionero Tron (1982), los humanos se ve¨ªan atrapados en los mundos virtuales de los videojuegos, ahora son estos personajes (uno al menos, SID) los que invaden nuestro mundo. En la realidad, apuntan hacia esa primera idea las c¨¢maras de realidad virtual inmersiva, recintos donde el usuario se halla sumergido sensorialmente en un sistema avanzado de realidad virtual. En una sala as¨ª, como la que posee la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (la sala hologr¨¢fica con que cuenta la nave Enterprise de la saga Star Trek ser¨ªa una evoluci¨®n futura), paredes y suelo son pantallas de proyecci¨®n. En su interior el usuario se halla embebido en un entorno virtual por el que puede navegar e interactuar.
La inmersi¨®n sensorial significa la substituci¨®n de nuestra percepci¨®n del mundo real por una percepci¨®n generada por ordenador que afecta, b¨¢sicamente, a la visi¨®n y la audici¨®n y empieza a abarcar tambi¨¦n al tacto. Entre las aplicaciones en desarrollo destacan, en medicina, la simulaci¨®n de intervenciones quir¨²rgicas; en el ¨¢mbito de la ingenier¨ªa, el dise?o e inspecci¨®n de prototipos; en arquitectura, como soporte en la decoraci¨®n. Las redes neuronales artificiales son incipientes balbuceos hacia el segundo objetivo: algoritmos inform¨¢ticos "inteligentes" capaces de engendrar algo m¨¢s que virulentos virus inform¨¢ticos, capacitados para autorreproducirse y qui¨¦n sabe si de representarse a s¨ª mismos en el mundo real. Bajo este nombre se engloban los m¨¦todos de procesamiento de la informaci¨®n inspirados en el modo en que lo hacen las neuronas (c¨¦lulas nerviosas) del cerebro.
El comportamiento colectivo de todos los elementos, simulado en un ordenador, es el que confiere al modelo caracter¨ªsticas id¨®neas para la resoluci¨®n de problemas complejos. Como sus hom¨®logas biol¨®gicas, las redes neuronales artificiales "aprenden" a partir de ejemplos a base de modificar las interconexiones entre sus elementos. Los 50 kb asignados en el filme a la red neuronal, origen del maquiav¨¦lico SID, resultan razonables, toda vez que este tipo de algoritmos resultan relativamente f¨¢ciles de programar y ocupan, por tanto, poco espacio. El paralelismo, por el momento, concluye aqu¨ª: las redes neuronales artificiales remedan en su funcionamiento a las neuronas, pero no son entes biol¨®gicos. Sin embargo, la amenaza lanzada por SID deja un amargo regusto de inquietud: "Lo que soy ni siquiera lo eleg¨ª yo. Sal¨ª as¨ª por culpa de como sois vosotros. Reconocedlo, amigos. Matar est¨¢ en vuestra naturaleza. Soy el futuro."
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