Guerra perdida

Ser soldado norteamericano no siempre ha sido un paseo de superioridad tecnol¨®gica y militar como en las recientes guerras de Afganist¨¢n e Irak.

Ha habido situaciones, como en la jungla vietnamita, en las que la cartograf¨ªa v¨ªa sat¨¦lite se las tuvo que ver con el conocimiento del terreno de los nativos; donde las armas de repetici¨®n se enfrentaron a trampas hechas con palos afilados y emboscadas en las que el cazador se convert¨ªa en presa de grupos de guerrilleros que aparec¨ªan desde todos los rincones.

La cruenta guerra que enfrent¨® al ej¨¦rcito de la Rep¨²blica de Vietnam, apoyado por Estados Unidos, contra las guerrillas comunistas survietnamitas se convirti¨® en el conflicto m¨¢s sangriento de la segunda mitad del siglo XX, con m¨¢s de tres millones de v¨ªctimas.

Gracias al trabajo del estudio checo Pterodon ahora los usuarios de ordenadores compatibles pueden trasladarse a 1967 y vivir en sus propias carnes virtuales la asfixia que produc¨ªa la elevada humedad, el calor y el terror de saberse observados continuamente por la guerrilla m¨¢s temida: el Vietcong.

El t¨ªtulo se desarrolla desde un punto de vista de primera persona en el que el jugador es el sargento de primera clase Steve Hawkins, al mando de un equipo de operaciones especiales. Un m¨¦dico, un operador de radio, un artillero y un ingeniero le acompa?ar¨¢n en las distintas misiones de reconocimiento. Sin embargo, la pieza clave del equipo es el hombre en punta, un nativo al que se le ha dado formaci¨®n militar y que se usa como gu¨ªa por sus conocimientos de las costumbres y del territorio.

El usuario puede ocupar una posici¨®n retrasada y enviar siempre al gu¨ªa por delante d¨¢ndole la instrucci¨®n pertinente, pero esto s¨®lo ser¨¢ factible en las primeras misiones. En las siguientes el jugador deber¨¢ asumir responsabilidades y procurar por la supervivencia del grupo abriendo ¨¦l mismo el camino.

De lo contrario, es f¨¢cil que pierda alg¨²n miembro del grupo y entonces la misi¨®n habr¨¢ fallado. Mediante un men¨² se pueden dar ¨®rdenes como seguidme, cubridme o deteneos.

El personaje las ejecuta con un gesto de su brazo y el grupo las acata de inmediato si no est¨¢n demasiado lejos para verlo.

La historia particular de este equipo se transmite al usuario mediante amenos di¨¢logos que se producen durante el juego entre los propios personajes. A trav¨¦s de las traducciones hechas por el gu¨ªa Le Duy Nhut de los di¨¢logos con los nativos y las comunicaciones por radio con el centro de operaciones t¨¢cticas se ir¨¢ tejiendo un relato que empieza cuando el sargento es trasladado en helic¨®ptero al campamento de Nui Pek.

Tras 30 a?os de historia del videojuego se han reproducido digitalmente todas las guerras, en especial la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la de Vietnam, a diferencia del cine, pr¨¢cticamente no se hab¨ªa abordado. Curiosamente ha tenido que ser un estudio de desarrollo de la Europa del Este, y no americano, el que ha creado este Vietcong.

A su favor tiene una ambientaci¨®n gr¨¢fica muy cuidada, aunque no excelente, que transmite el agobio de verse rodeado por variada y espesa vegetaci¨®n que incluso oscurece el entorno en pleno d¨ªa.

La reproducci¨®n de las armas y la facilidad para usar las propias o las del enemigo a voluntad mientras se tenga munici¨®n es otro punto a favor, pero lo que no tiene precio es la solera que adquiere el juego al incluir temas musicales originales de la d¨¦cada de 1960 como Hey You,' de Deep Purple, I Wanna Be Your Dog,'de Stooges, o Riot Sunset Strip, de The Standells.