Argel pone en libertad con restricciones a los dos l¨ªderes del FIS
Una resoluci¨®n de un tribunal militar impide a Madani y Benhadj tener actividad pol¨ªtica
Abassi Madani y Al¨ª Benhadj, los dos l¨ªderes hist¨®ricos del islamismo argelino, fueron liberados ayer tras cumplir una condena de 12 a?os, pero las autoridades militares de Argelia se apresuraron a privarles de sus derechos c¨ªvicos para que no puedan galvanizar a las muchedumbres ni desempe?ar un papel pol¨ªtico.
Una resoluci¨®n del fiscal del tribunal militar de Blida, el que les juzg¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada, les fue entregada antes de su excarcelaci¨®n. El documento les proh¨ªbe, seg¨²n la agencia de prensa Alg¨¦rie Presse Service (APS), "celebrar reuniones, crear asociaciones de car¨¢cter pol¨ªtico, cultural, caritativo o religioso, afiliarse o militar en partidos, asociaciones civiles, culturales o religiosas". Ambos deben incluso abstenerse de cualquier "actuaci¨®n que signifique la adopci¨®n de una posici¨®n pol¨ªtica".
Benhadj, de 47 a?os, rehus¨® firmar la resoluci¨®n a su salida de la c¨¢rcel de Blida y tambi¨¦n declin¨® disponer de una protecci¨®n policial. Se ignora cu¨¢l fue la reacci¨®n de Madani, de 72 a?os, cuando le fue remitido el documento. Por razones de salud cumpl¨ªa su condena en su domicilio del barrio de Belcourt.
Los dos m¨¢ximos dirigentes del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS), que proyectaba construir un Estado isl¨¢mico, fueron detenidos en junio de 1991 y condenados al a?o siguiente por atentar contra la seguridad del Estado. Pese a que su abogado, Al¨ª Yah¨ªa Abdenur, la hab¨ªa anunciado para hoy, persist¨ªan serias dudas sobre su puesta en libertad. El presidente Abdelaziz Buteflika declar¨® recientemente que, "ante los ojos de la opini¨®n nacional, son considerados responsables de la tragedia que vivi¨® Argelia" y que se ha cobrado en una d¨¦cada cerca de 150.000 muertos.
Primeras declaraciones
Ajeno, aparentemente, a la resoluci¨®n castrense, Benhadj se permiti¨® hacer unas declaraciones al centenar de seguidores que le esperaban ante la mezquita de Kouba, donde fue a rezar, y ante las puertas de su casa, a la que s¨®lo acudi¨® despu¨¦s de haber visitado a Madani, seg¨²n la agencia France Presse.
"No tem¨¢is, tened confianza. Argelia pertenece a todos los argelinos", afirm¨® Benhadj ante los simpatizantes islamistas. "?Aguantad!". "Os agradezco que est¨¦is aqu¨ª y prometo volveros a ver pronto", prosigui¨®, mientras las mujeres les daban la bienvenida con sus tradiciones yuy¨²s y los hombres coreaban "?Al¨¢ ajbar!" ("Al¨¢ es el m¨¢s grande").
A causa de su salud quebradiza, es probable que Madani renuncie a la actividad pol¨ªtica. M¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ que Benhadj, un predicador exaltado que rechaz¨® cualquier compromiso con las autoridades, haga otro tanto.
A los dirigentes argelinos les preocupa que la reaparici¨®n de ambos l¨ªderes contribuya a resucitar el islamismo antigubernamental en una sociedad en pleno desasosiego tras el terremoto que la golpe¨® el mes pasado y que padece ahora un brote de peste bub¨®nica en la regi¨®n de Or¨¢n.
A principios del a?o pr¨®ximo deber¨ªan, adem¨¢s, celebrarse elecciones presidenciales en Argelia. A juzgar por las declaraciones de la c¨²pula militar, ¨¦sta desea que sean libres porque asegura no tener candidato. Se da por seguro que Buteflika solicitar¨¢ un nuevo mandato, pero la semana pasada le surgi¨® un adversario de peso, Al¨ª Benflis, el ex primer ministro y l¨ªder del Frente Nacional de Salvaci¨®n, la formaci¨®n que gan¨® las legislativas y municipales.
Es posible incluso que Abdallah Djaball¨¢, el jefe de El Islah, una formaci¨®n islamista moderada y legal, opte por concurrir. Otro islamista, Abhmed Taleb Ibrahim, af¨ªn a las tesis del FIS, espera desde hace a?os que su partido sea legalizado. Madani y Benhadj podr¨ªan, si estuviesen autorizados a pronunciar discursos, influir o incluso contribuir a inclinar la balanza en esas elecciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.