Ardystil
La Audiencia Provincial de Alicante ha dictado sentencia por la que se condena a la due?a de la empresa Ardystil, a seis empresarios m¨¢s y a un inspector de trabajo por delitos contra la seguridad en el trabajo. Adem¨¢s, reconoce el derecho de los trabajadores o de sus herederos -seis de ellos murieron por inhalaci¨®n de gases y m¨¢s de un centenar resultaron afectados- a determinadas indemnizaciones, condenando a la Generalitat Valenciana a su pago como responsable subsidiaria.
Sin duda, lo m¨¢s importante de esta sentencia que se ha dado a conocer esta semana sea recordarnos, de una vez por todas, que las responsabilidades frente a los trabajadores, en aquellos casos en los que su salud quede afectada o se produzca su muerte, y no se hayan adoptado medidas de prevenci¨®n ni de seguridad, alcanza a todos los que est¨¢n comprometidos legalmente. No existen, como muchas veces se quiere hacer ver, vigilantes -Inspecci¨®n de trabajo y Administraci¨®n- y vigilados - empresas-. Lo que existe son vigilantes que deben vigilar y empresas que deben cumplir. Lo contrario sit¨²a a aqu¨¦llos y a ¨¦stos en el ¨¢mbito penal y a la Administraci¨®n en el civil.
La condena al inspector de trabajo por cuanto, en sus visitas a la empresa, se inhibi¨® de sus competencias en materia de seguridad e higiene, como tambi¨¦n a la Generalitat, no dejan margen a la duda.
Pues bien, en una comunidad como la nuestra, en la que la siniestralidad laboral, con M¨¢laga a la cabeza, forma parte del d¨ªa a d¨ªa -el jueves se mat¨® otro trabajador en Santiponce-, que cuenta con un polo qu¨ªmico en Huelva donde las enfermedades profesionales pueden estar escondidas bajo una Ley de 1978, que es impropia de unos tiempos en los que ya se conoce hasta el mapa gen¨¦tico, puede que merezca la pena conocer en profundidad sus ambientes de seguridad y de salud.
Claro que mientras el Fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa se siga quejando de la poca sensibilidad de los jueces ante sus denuncias por siniestralidad laboral, y no ponga nombre y apellidos a los insensibles, o bien se siga pensando que la responsabilidad es s¨®lo del empresario, ser¨¢ dif¨ªcil impedir que esta sentencia, que es ejemplar, ayude a formar una cultura de prevenci¨®n que los trabajadores est¨¢n exigiendo a gritos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.