El humor de un vencido

Hace algo menos de dos a?os se editaba por cuarta vez la obra maestra de Paulino Masip (1899-1963), una de las cumbres de nuestra literatura del exilio, por lo que es muy posible que el libro ande todav¨ªa vivo en librer¨ªas. Se trata de El diario de Hamlet Garc¨ªa (Visor, 2001), una de las obras "mayores" de nuestra novela sobre la Guerra Civil del siglo pasado, de la que tanto nos hemos alejado hoy -quiz¨¢ porque sigue siendo el dato que m¨¢s nos ha marcado y nos marca hasta ahora mismo- y tal vez la m¨¢s original y sorprendente de todas ellas. En el comentario que en su d¨ªa le dediqu¨¦, aparte de tranquilizar la inquietud de su prologuista Antonio Mu?oz Molina -preocupado por el desconocimiento "actual" de la figura y obra de Paulino Masip-, dije que El diario de Hamlet Garc¨ªa aparec¨ªa como algo aparte, un aerolito aislado tanto en el panorama de las novelas de la Guerra Civil como en el interior mismo de la obra de su propio autor, y ahora, tras la lectura completa de La trampa y otros relatos, tengo que rectificar parcialmente, aunque s¨®lo sea en uno de los dos puntos expuestos. Dicha novela de Masip s¨ª es un producto aislado, separado del resto de las novelas sobre la Guerra Civil, aunque no dentro de la obra de su autor, en la que el humor y el simbolismo que previamente la inspiran y subyacen constituyen una doble referencia continua, lo que sin duda influye tanto en la ternura como en la piedad que se expresa en el humor "metaf¨ªsico" de las tremendas tragedias que experimenta el profesor de filosof¨ªa ambulante y autodidacta Hamlet Garc¨ªa en los primeros d¨ªas de la guerra en Madrid, contraponiendo su idealista "raz¨®n pura" con la tr¨¢gica realidad que est¨¢ viviendo sin llegar a poder analizarlas nunca.

Mar¨ªa Teresa Gonz¨¢lez de

Garay, que tanta atenci¨®n viene prestando a la obra de este escritor -por ser riojana y profesora en su universidad, pues el leridano Paulino Masip se form¨® y educ¨® en Logro?o hasta su primera madurez, donde se hizo maestro, inici¨® sus primeros pinitos como poeta y periodista, antes de marchar a Par¨ªs y triunfar al final en Madrid-, ya nos hab¨ªa concedido una ejemplar edici¨®n de El gafe o la necesidad de un responsable (1992), donde, tras un complet¨ªsimo pr¨®logo, inclu¨ªa dos de las novelas cortas de las cuatro de La trampa y cuatro relatos de los diez que componen De quince llevo una, ambos libros aparecidos en el exilio mexicano en 1954 y 1949, respectivamente. (Por mi parte recog¨ª otro de estos ¨²ltimos en mi antolog¨ªa Narraciones de la Espa?a desterrada en 1970). En la presentaci¨®n impecable de esta edici¨®n completa de las cuatro novelas cortas -La trampa y otros relatos-, esta misma profesora resume a la perfecci¨®n todos sus trabajos anteriores, en esta singular Biblioteca del Exilio, que de manera tan espl¨¦ndida como desasistida viene recogiendo el gran legado de nuestra literatura desterrada, gigantesco empe?o al que deseo la mejor de las venturas editoriales. Quiz¨¢ una buena soluci¨®n ser¨ªa la de suscribir por decreto a ella a todas las bibliotecas p¨²blicas del pa¨ªs, lo siento, ¨¦ste es el "despotismo ilustrado" al que soy fiel.

La trampa se compone de cuatro novelas cortas dominadas por el simbolismo y el humor, que subyacen en toda la escasa obra de Paulino Masip. La primera de ellas se basa en la vieja f¨¢bula de "el viejo y la ni?a", esto es, en el amor entre un hipocondriaco maduro y acaudalado y una joven pobre y hermosa a la que conseguir¨¢ no a trav¨¦s de su riqueza sino exagerando su vejez, una trampa que le llevar¨¢ a la desgracia final; la segunda es la historia de un ladr¨®n que lo es por temor a los ladrones, como si fuera un retrato anticipado de George W. Bush (el terrorista que lo llega a ser con la excusa del antiterrorismo); la tercera es una aventura de ciencia-ficci¨®n, donde se retratan los males de nuestras autonom¨ªas, y de c¨®mo el "gafe" que necesita toda f¨¢bula espa?ola, y en quien descubrimos la presencia del mal, desemboca en el descubrimiento de que nuestro diablo no es otra cosa que lo que llamamos dios; y la ¨²ltima y m¨¢s provechosa es la historia del hombre al que su madre no le fabric¨® nunca bolsillos, lo que termina muy mal, haci¨¦ndole perder todo lo que m¨¢s quiere, tal como est¨¢n las cosas en el mundo.

Como se ve, La trampa y otros relatos es un libro perfecto, escrito -eso s¨ª- seg¨²n los c¨¢nones de la literatura espa?ola de siempre, muy alejado de los empobrecidos y apresurados esquemas de nuestra sintaxis-basura. Hay que leerlo con lentitud y con la debida atenci¨®n para extraer el jugo de su magn¨ªfica prosa, que algunos juzgar¨¢n demasiado lenta y anticuada; es el precio que hay que pagar para recuperar algo de lo que estamos perdiendo; pero no tiene desperdicio. Y tomando como base ese humor, tierno, cl¨¢sico y distanciado, entenderemos mejor la perfecci¨®n final de las aventuras de El diario de Hamlet Garc¨ªa, o de esa gran reflexi¨®n moral sobre el exilio que son sus Cartas a un espa?ol emigrado (M¨¦xico, 1939, 1989 y 1999 en su ¨²ltima edici¨®n). Paulino Masip sigue siendo un tesoro para descubrir, aunque lejos de los par¨¢metros de nuestra cultura-basura habitual. No apto para todos los p¨²blicos (?), s¨®lo para los lectores de verdad, que lo agradecer¨¢n.