ICV y ERC ven en las subvenciones del ICF un signo de "fin de r¨¦gimen"

La creciente utilizaci¨®n del Instituto Catal¨¢n de Finanzas (ICF) por la Generalitat para otorgar subvenciones p¨²blicas, que en 2002 se elevaron a 84 millones de euros, es vista por algunos partidos de la oposici¨®n como un s¨ªntoma de "fin de r¨¦gimen". Tanto Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) como Esquerra Republicana (ERC) pidieron ayer m¨¢s "transparencia en los criterios" con los que el ICF da sus pr¨¦stamos.

Los pr¨¦stamos que la entidad de cr¨¦dito p¨²blico de la Generalitat concede como anticipo de una subvenci¨®n del Gobierno catal¨¢n a entidades p¨²blicas y privadas para que ¨¦stas realicen una inversi¨®n concreta pasaron de 31,15 millones de euros en 2001 a 42,23 millones en 2002.

Por otra parte, los denominados pr¨¦stamos con garant¨ªa departamental, de cuyas obligaciones econ¨®micas (capital, intereses y comisiones) se hace cargo directamente un departamento de la Generalitat, dieron tambi¨¦n un salto importante: de 12,2 millones a 19 millones en el caso de los destinatarios p¨²blicos y de 7,8 millones a 22,6 millones en el caso del sector privado. En total, las subvenciones v¨ªa pr¨¦stamos del ICF aumentaron el 63,2% en el ¨²ltimo a?o.

"Es una locura. La funci¨®n del ICF no es ¨¦sta, sino la de ejercer de banco p¨²blico que ayude a desarrollar nuevas actividades", manifest¨® ayer Joan Boada, portavoz del grupo parlamentario de ICV, quien opina que el problema de fondo radica en que "la Generalitat no tiene dinero y no hace m¨¢s que aplazar los pagos para los que gobiernen despu¨¦s".

En una l¨ªnea similar, el portavoz parlamentario de ERC, Josep Huguet, se?al¨®: "A pocos meses de las elecciones, la Generalitat est¨¢ tirando la casa por la ventana, con una actuaci¨®n que, pese a no ser irregular, supone una grave irresponsabilidad porque se est¨¢ endeudando hasta el cuello".