Accidente m¨¢s negro

Las esperanzas puestas en el hallazgo de las dos cajas negras del Yak-42 ucranio que se estrell¨® el pasado 26 de mayo en Turqu¨ªa con 62 militares espa?oles a bordo para esclarecer el accidente han quedado en buena parte frustradas: una de las cajas, la que registra la voz en cabina, estaba averiada y no grab¨® las conversaciones de los pilotos entre s¨ª anteriores e inmediatamente previas al fatal desenlace. Si hab¨ªa razones para crear una comisi¨®n parlamentaria que investigue las condiciones de contrataci¨®n de los vuelos en que viajan los militares espa?oles en misiones de paz, ahora son m¨¢s pertinentes que nunca.

La opini¨®n p¨²blica, y en particular las familias de las v¨ªctimas con las que un representante del Ministerio de Defensa se entrevista hoy por primera vez tras el tenso funeral celebrado el 28 de mayo, tiene derecho a conocer la cadena de decisiones y los mecanismos burocr¨¢ticos que llevaron a contratar el Yak-42 que se estrell¨® al intentar aterrizar en el aeropuerto de Trebisonda, en el noroeste de Turqu¨ªa.

El Ministerio de Defensa se apresur¨® ayer a reconocer la aver¨ªa de la caja negra, pero neg¨® que fuera un obst¨¢culo insalvable para conocer las causas del accidente. Quiz¨¢ no lo sea, pero los investigadores consideraban las conversaciones entre los pilotos un medio de prueba indispensable para conocer si el rumbo equivocado del avi¨®n, que le llev¨® a colisionar contra una monta?a cercana al aeropuerto, se debi¨® a un error exclusivamente humano o hubo alguna indicaci¨®n err¨®nea por parte de alg¨²n instrumento de vuelo. En cualquier caso, los expertos coinciden en que, sin saber qu¨¦ hablaron los pilotos, ser¨¢ muy dif¨ªcil conocer las causas ¨²ltimas del accidente que investiga la comisi¨®n turca creada para el caso.

Pero lo m¨¢s preocupante, por lo que se revela del deplorable nivel de mantenimiento del aparato y de las p¨¦simas condiciones del vuelo en el que regresaba a casa el contingente espa?ol en Afganist¨¢n, es que la caja negra estuviera averiada antes de despegar el aparato, sin que nadie verificase su estado previamente, como es obligatorio. ?C¨®mo se puede contratar una compa?¨ªa de aviaci¨®n que hace dejaci¨®n hasta ese punto de las exigencias de seguridad en sus vuelos y poner en sus manos el traslado de los militares espa?oles en misiones de paz? Se trata, sin duda, de una decisi¨®n pol¨ªtica tomada en alg¨²n nivel del Ministerio de Defensa de acuerdo con determinados criterios y que s¨®lo una respuesta pol¨ªtica podr¨ªa aclarar.